Las barreras que dificultan el acceso al tratamiento del cáncer

La burocracia y los excesivos tiempos de espera se encuentran entre las problemáticas más recurrentes en seis países de América latina, según un relevamiento realizado por organizaciones de pacientes de la región.

“El acceso al tratamiento en oncología, sobre todo para el paciente que depende de la cobertura pública, es el tema más crítico hoy en toda América latina”, aseguró en una entrevista con La Prensa el Lic. Ignacio Zervino, director de Relaciones Institucionales de Fundación Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico (ACIAPO).

Con eso en mente, la Fundación ACIAPO, de la Argentina, junto con asociaciones de pacientes de otros cinco países latinoamericanos (Brasil, Chile, Colombia, México, y Perú), realizaron un relevamiento en el que se evaluaron los principales obstáculos que deben sortear los pacientes oncológicos de bajos recursos a la hora de acceder al tratamiento.

“Vimos que a pesar de que los sistemas de salud son distintos de un país a otro, porque hay sistemas donde la salud es un derecho y otros donde la salud es un bien al que se puede acceder si uno tiene recursos o no, los problemas se parecen bastante”, comentó Zervino.

En ese sentido, apuntó que las demoras en la entrega de la medicación y la falta de información para que el paciente pueda moverse por sus propios medios son algunos de los problemas más recurrentes en los países que incluyó el informe.

Las personas que dependen de la cobertura pública de la salud sufren especialmente “una excesiva burocracia. Son pacientes que además del shock del diagnóstico descubren que no tienen herramientas para hacerse valer, que deben realizar multitud de trámites complejos, movilizarse, completar formularios, y en muchos casos acceder al tratamiento se les hace tan difícil que pierden las esperanzas”, describió.

Al referirse a la escasa o inadecuada información que reciben los pacientes oncológicos para un mejor manejo de la enfermedad, Zervino enfatizó que “hay que recordar que, en general, son pacientes que además del diagnóstico presentan un alto grado de vulnerabilidad, que no tienen completado el ciclo educativo y no tiene trabajo o tienen un trabajo informal”.

Respecto del caso puntual de la Argentina, el representante de ACIAPO precisó que aquí los pacientes deben enfrentar muchos problemas burocráticos para acceder a la medicación. “Acceder al tratamiento exige una gestión desde el punto de vista administrativo, que muchas veces complica y demora el proceso. No está todo disponible para que el paciente pueda de forma simple resolver esa situación”, remarcó.

Asimismo, Zervino detalló que del relevamiento también se desprende que los presupuestos públicos no están adecuados a lo que es la incidencia actual de la enfermedad, que ha aumentado en los últimos años.

INFORMACION Y CAPACITACION

Ante este escenario, resaltó la necesidad de que el paciente oncológico tenga información que pueda leer y “que los trámites sean todo lo jurídicamente completos que tienen que ser pero que a la vez puedan ser realizados por estos pacientes”.

“Otro aspecto fundamental -prosiguió- es la capacitación de los primeros puntos de contacto con el sistema de salud en temas de oncología. Es decir, que el médico clínico que trabaja en una salita de salud o que trabaja en el hospital conozca más de la sintomatología -al menos de los tumores más prevalentes- y de los factores de riesgo para lograr la detección precoz, porque detrás de eso viene más sobrevida e incluso también la curación”.

“Esto es lo que estamos tratando de implementar en el Hospital de San Isidro como una experiencia piloto: formar a los médicos clínicos o de cabecera”, señaló el titular de ACIAPO, una ONG que también trabaja dentro del Hospital Sanguinetti de Pilar.

“Creemos que es vital trabajar en la educación de los pacientes y la interacción propositiva con las autoridades de salud”, aconsejó Zervino, quien aclaró que “lejos de la actitud combativa que en ocasiones caracteriza a las organizaciones de la comunidad, recomendamos trabajar en conjunto con los funcionarios, proponiendo cursos de acción en base a nuestro conocimiento de la realidad”.

En este sentido, “ACIAPO está tratando de fortalecer los vínculos con las autoridades sanitarias, los programas de salud y otros organismos a fin de llevar propuestas. También intentamos mejorar la calidad del registro, es decir, sistematizar la evidencia acerca de los problemas de acceso para mensurar el alcance de las dificultades”, subrayó.

QUE HACER

Según puso de manifiesto Zervino, desde las organizaciones de la sociedad civil es mucho lo que se puede hacer para mejorar el acceso al tratamiento oncológico. Entre las estrategias más eficaces mencionó:

* Orientar a la familia en la búsqueda de recursos en entidades públicas. Acompañar, sobre todo al comienzo del proceso, y a lo largo del tratamiento cuando sea necesario.

* Educar al paciente sobre sus derechos y cómo puede hacerlos valer.

* Hacer visible el reclamo, acompañar, recorrer con el paciente y su familia el camino.

* En la medida de lo posible, destinar medicamentos recibidos en donación para adelantar la medicación ante demoras en la entrega, reponiendo el stock cuando lleguen los medicamentos, para dar respuesta ante las urgencias.

Por otra parte, los autores del relevamiento hicieron hincapié en que mejorar el acceso al tratamiento del cáncer debe ser un tema de la agenda pública porque cada vez habrá más cáncer en el mundo: mientras en 2012 se diagnosticaron 14 millones de nuevos en el mundo, se calcula que la cifra se elevará a 22 millones de casos anuales dentro de las próximas dos décadas. Se estima que cada año mueren 8,2 millones de personas en el mundo a causa de esta enfermedad.

Asimismo, más del 50% de los nuevos casos de cáncer y casi dos tercios de las muertes se producen en países de ingresos bajos y medios. En tanto que entre 2,4 y 3,7 millones de muertes podrían evitarse, mediante la prevención, la detección temprana y el tratamiento.

DERRIBAR MITOS

Según destaca el Instituto Nacional del Cáncer (INC), hay creencias o ideas asociadas a esta enfermedad que no son del todo verdaderas o son falsas. “Revisarlas es fundamental, dado que en salud la información adecuada facilita la prevención”, remarca la entidad, y cita algunos de los más frecuentes:

MITO:

El cáncer es sinónimo de muerte.

VERDAD:

Hoy en día muchos cánceres se pueden curar si son detectados a tiempo (en un estadio tumoral temprano) y muchos otros (como, por ejemplo, algunas leucemias) se pueden “cronificar”, es decir, el paciente puede convivir con la enfermedad, tratándola y manteniendo una buena calidad de vida.

MITO:

Una vez que comience con el tratamiento (quimioterapia, radioterapia) la voy a pasar muy mal, tendré que dejar de trabajar y de hacer las actividades que habitualmente realizo (deportes, salidas con amigos, hobbies).

VERDAD:

El tratamiento contra el cáncer afecta a las personas de diferentes maneras. Cómo se sentirá una persona en particular depende de su estado de salud previo al tratamiento. La mayoría de los pacientes con cáncer siguen trabajando mientras reciben tratamiento. Sus actividades diarias dependen del tipo de cáncer que tienen, de la etapa que transitan y de la clase de tratamiento que reciben. Para poder encarar bien esta etapa es importante una buena comunicación con el oncólogo, ya que si bien las terapias son tóxicas para el cuerpo, casi todos sus efectos son previsibles y por lo tanto el paciente bien informado puede prepararse adecuadamente para que el tratamiento interrumpa lo menos posible su vida normal.

MITO:

Cuanto más avanzado está el cáncer, más dolor genera.

VERDAD:

No todos los cánceres duelen. Pero para el cáncer doloroso existen numerosos recursos, entre ellos la morfina. Que el cáncer produzca dolor no implica que sea más mortífero.

MITO:

Si hay metástasis, no hay posibilidad de cura.

VERDAD:

La metástasis (que implica la extensión del tumor a otra parte del cuerpo, más allá de su localización original) suele ser un signo de mal pronóstico; pero no supone que el cáncer sea incurable.

MITO:

El cáncer es hereditario, sólo se presenta en personas con familiares que tienen o tuvieron cáncer.

VERDAD:

El cáncer no siempre es hereditario. La mayoría de los casos de cáncer se dan en personas que no tienen antecedentes familiares. Sin embargo, algunos tipos de cáncer sí se desarrollan con más frecuencia en ciertas familias que en el resto de la población. Por ejemplo, los de piel, mama, ovario, próstata y colon se reiteran a veces en varios miembros de una familia.