Un sacerdote formoseño señala que los planes sociales "revelan que hay una pobreza extraordinaria"

El padre Francisco Nazar alertó que, más allá de la necesaria ayuda destinada a los sectores más vulnerables, los planes sociales llevan "a la gente a no hacer nada, a no trabajar" y "condenan al estancamiento y a la marginación de miles de pobres en la Argentina".

El sacerdote formoseño Francisco Nazar afirmó hoy que los planes sociales revelan que "hay una pobreza extraordinaria" en el país y advirtió que si esa asistencia dejara de brindarse "se viene abajo la Argentina completamente".

Nazar alertó que, más allá de la necesaria ayuda destinada a los sectores más vulnerables, los planes sociales llevan "a la gente a no hacer nada, a no trabajar" y "condenan al estancamiento y a la marginación de miles de pobres en la Argentina".

Por otra parte, aseveró que la entrevista que la presidenta Cristina Fernández mantuvo el jueves en Olivos con el jefe del Episcopado, monseñor José María Arancedo, no fue "para tapar el documento" de la Iglesia que advirtió que el país está "enfermo de violencia" sino para reforzar ese mensaje y alertar sobre sus consecuencias. 

"Fue para decir: 'Acá está el documento con este mensaje, te guste o no te guste'. A quien sea", subrayó.

Nazar, quien en las elecciones de 2011 se enfrentó con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, como candidato del Frente Opción Social y Popular, alertó que "los planes sociales liberan del hambre de todo los días a la gente" pero "están revelando que en la República Argentina hay una pobreza extraordinaria".

"Si usted mañana saca el plan social, se viene abajo la Argentina completamente", dramatizó.

El sacerdote lamentó que el duro documento de la Iglesia dado a conocer la semana pasada sobre la violencia y la corrupción existentes en el país, entre otros males, haya generado disgusto en distintos representantes del poder político.

"Yo vivo en un feudo acá en Formosa, donde si vos pensás distinto sos el enemigo feroz. Esa es la realidad de mi provincia (pero) a lo largo del país también se dan estas situaciones", reflexionó en diálogo con radio Mitre.

E insistió en subrayar que en todo el territorio nacional "la situación de violencia es innegable".

El documento de la Iglesia, graficó, es como "el semáforo: con el color rojo los obispos han querido decir que estamos en peligro, que hay que detener la marcha y escuchar la realidad".

"La realidad -prosiguió- habla de violencia, de la dialéctica que alimenta divisiones y agresividad, de la exclusión social, la corrupción; dice con toda claridad cómo los desvíos de fondos destinados al pueblo son estafas económicas y morales".

El religioso añadió que el texto eclesiástico advierte que es "por eso que nosotros no tenemos la calidad educativa que necesitamos ni los hospitales que necesita nuestra gente más humilde".

"Y habla de la falta de respeto a la ley que es inconcebible, y de las mafias y del crimen organizado", puntualizó.

Nazar aclaró, más adelante, que la contundente declaración difundida por todos los obispos del país "no busca culpar a los demás" sobre la agresividad que se observa, sino reflexionar y debatir sobre este flagelo.

"Cada uno estamos llamados a sanar las propias violencias que tenemos nosotros dentro", destacó y sostuvo que "la familia, en primer lugar, es irremplazable" para avanzar hacia la concordia.