Cuba anuncia cambios en la ley de inversión extranjera

La Habana- Cuba afina detalles de su nueva ley de Inversión Extranjera, que permitirá orientar toda inversión externa y ofrecerá garantías para desarrollar negocios en casi todos los sectores de la economía, según explicó fuente oficial.

"Esta nueva Ley permitirá orientar mejor la inversión extranjera de modo que responda a los mejores intereses del desarrollo nacional, pero no hay concesiones ni retrocesos", dijo el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), José Luis Toledo, en una entrevista que publica hoy el periódico oficial Granma.

El anteproyecto legislativo está en una fase "preparatoria" actualmente con "debates" con parlamentarios en todo el país.

El funcionario resaltó que el proceso de inversión extranjera se lleva adelante sin que el país "renuncie a su soberanía" y al sistema socialista, según citaron las agencias Ansa y EFE.

Los diputados cubanos trabajan actualmente en el proyecto de Ley para modificar la vigente desde 1995 y adecuarla a las reformas emprendidas por el gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el modelo económico socialista.

Los derechos laborales de los cubanos que trabajarían en esos proyectos, los plazos de vigencia para la inversión y la protección del Patrimonio Nacional son algunas de las inquietudes de los diputados, según Toledo.

Se prevé que la nueva ley sea aprobada en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional durante este mes, aunque aún no se anunció la fecha concreta.

Según Toledo, uno de los objetivos de la nueva norma será "reforzar las garantías a los inversionistas".

Cuba prepara esta nueva ley en un momento en que busca atraer capitales extranjeros y desarrolla proyectos como la recién creada Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, considerada la más importante obra de desarrollo que se ejecuta en el país con participación brasileña.

Aunque Cuba comenzó a abrirse a las inversiones extranjeras desde mediados de la década del '80 del siglo pasado, fue en los '90 que impulsó esa opción a partir de la crisis económica generada por el colapso del bloque socialista.

El plan de "actualización" del modelo socialista impulsado por el presidente Raúl Castro contempla el objetivo de "continuar propiciando" la participación de capital extranjero "como complemento del esfuerzo inversionista nacional en aquellas actividades que sean de interés del país".