Crítica: en "Un paraíso para los malditos" las convincentes actuaciones levantan el guión

Un asesino más que misterioso

 

"Un paraíso para los malditos". Argentina, 2013. Dirección y guión: Alejandro Montiel. Fotografía: Sol Lopatin. Música: Diego Hensel y Franco Caviglia. Actores: Joaquín Furriel, Maricel Alvarez, Alejandro Urdapilleta y Candela Liuzzo. Presenta: Buena Vista. Duración: 85 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.


Su protagonista es un hombre joven y taciturno escondido en un barrio marginal. Se llama Marcial (Joaquín Furriel), es el sereno de un depósito de una fábrica, en la que desde lo alto y a través de una ventana observa lo que sucede en el barrio.

Su mirada por momentos se detiene en algunos chicos, en una pareja, o en las pandillas de jóvenes de la zona. Hasta que aparece la persona que espera. Es entonces cuando actúa. Antes hubo algunas llamadas misteriosas que hablaban de alguien al que había que vigilar y matar. Lo concreto es que Marcial parece haber encontrado al sujeto que esperaba.

La muerte de ese joven desconocido, cambiará al menos por un tiempo sus costumbres. Su vida oscilará a partir de ese momento entre los encuentros con Miriam (Maricel Alvarez), una mujer joven del barrio, madre soltera, con una niña, Malena (Candela Liuzzo), las lacónicas conversaciones con algún misterioso patrón y la muy reciente situación que lo ubica dentro de la casa de su víctima y su padre Román (Alejandro Urdapilleta), un viejo que muestra cierto estado senil y se encuentra reducido a una silla de ruedas y que muchas veces confunde a Marcial con su hijo.

LA HISTORIA
La extraña circunstancia de este asesino a sueldo tratando de establecer nuevas relaciones y su paulatina conversión a un hombre casi normal, es la historia que presenta el realizador argentino Alejandro Montiel ("Extraños en la noche") en su nueva película.

"Un paraíso para los malditos" es un policial negro con tintes psicológicos, que muestra un comienzo sugestivo y misterioso, que parece prometer mucho más, de lo que termina contando. Un desarrollo narrativo con blancos y negros, sumados a situaciones algo confusas, van opacando el resultado final del guión de esta historia, que se va "deshilachando" y olvida otorgarle un desenlace a determinados hechos.

Entre lo más acertado de esta nueva producción local, se destaca Alejandro Urdapilleta, en el papel de Román, el viejo, con una actuación trabajada al detalle, que no deja de despertar admiración. Maricel Alvarez, que asume el personaje de Miriam, una "chica común", conquista son su verosimilitud y simpatía. Mientras que Joaquín Furriel, de sugestiva máscara, le aporta a su Marcial, el asesino, una vital cuota de misterio.
Calificación: Regular