Crítica: "Vino para robar", un thriller con el encanto de las comedias de William Wyler

Dos ladrones de guante blanco

"Vino para robar", el filme de suspenso contado por Ariel Winograd forma parte de esa deliciosa lista de thrillers argentinos de élite como "Perdido por perdido" de Alberto Lecchi, o "Nueve reinas", la inolvidable película del fallecido Fabián Bielinsky.

"Vino para robar". Argentina, 2013. Dirección: Ariel Winograd. Guión: Adrián Garelik. Fotografía: Ricardo De Angelis. Música: Darío Eskenazi. Actores: Valeria Bertucelli, Daniel Hendler, Martín Piroyansky, Presenta: Buena Vista. Duración: 103 minutos. Calificación: Para todo público.


Nuevamente el realizador de "Cara de queso", aquélla de las locuras de un grupo de chicos en un country, lanza su mirada burlona sobre un robo diferente, el de un famoso vino de genealogía exquisita.

No hace mucho, vinos y licores de óptima calidad fueron robados de una de las bodegas más importantes de Mendoza, provincia en la que está filmada esta comedia. A esto se sumó la muy reciente subasta francesa de una parte de su patrimonio etílico, perteneciente a una colección iniciada hace más de sesenta y cinco años atrás.

"Vino para robar", el filme de suspenso contado por Ariel Winograd forma parte de esa deliciosa lista de thrillers argentinos de élite como "Perdido por perdido" de Alberto Lecchi, o "Nueve reinas", la inolvidable película del fallecido Fabián Bielinsky.

En este filme los sinvergüenzas son: Sebastián (Daniel Hendler), un hombre joven y Natalia (Valeria Bertucelli), quienes fueron pareja, "trabajaron" juntos en negocios "non santos", luego se separaron y se volvieron a unir para dar un golpe maestro. El problema es que uno es más capaz que el otro y la mujer, algo así como la liebre loca de "Alicia en el país de las maravillas", es capaz de hacer los disparates más insólitos, o desaparecer sin dejar rastros.

MISTERIO Y HUMOR
Como en sus películas anteriores, Ariel Winograd cuenta con un excelente guión que recuerda a "Marnie", uno de los filmes de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso, con toques a lo James Bond y cierta elegancia y encanto de las comedias de William Wyler.

Las locaciones mendocinas, las bodegas del Valle de Uco, los grandes hoteles, bancos importantes, los vernissages, se mezclan para aportarle a la historia un aire refinado y de despreocupación, característicos de las producciones de este director argentino.

Valeria Bertucelli, en el papel de Natalia, muestra que todo personaje le es posible, en cuanto a Daniel Hendler (Sebastián), parece levemente más expresivo que de costumbre, divertido resulta Martín Piroyansky, en el papel de Chucho, experto en computadoras y como uno de los personajes malvados, aparece Juan Leyrado, como Basile, un bodeguero, que se dedica a negocios sucios.
Calificación: Muy buena