Arte argentino, de Italia al mundo

Massimiliano Gioni (1973, Busto Arsizio), curador de la 55º Bienal de Venecia, eligió a Xul Solar (1887-1963) para integrar el guión curatorial "El Palacio Enciclopédico" pensado para esta edición de la mayor muestra internacional de arte, que se extenderá hasta el 24 de noviembre.

El nombre hace referencia al proyecto del artista ítalo-americano Marino Auriti (1891-1980), que imaginó en 1955 un edificio enorme en el que cabría todo el conocimiento: la reunión de los más grandes descubrimientos de la humanidad, desde la rueda hasta el satélite.

Xul Solar participa en esta Bienal con sus obras tal vez menos características y quizás las más especiales que, ciertamente, son las creaciones que remiten al conocimiento universal y se adaptan a la propuesta del curador.
Los trabajos elegidos por el curador se exponen en el Pabellón Stirling, ubicado en el centro de los Jardines de la Bienal.

Se ve el conjunto de carpetas de recortes comenzada alrededor de los años 40, en las que Xul pegaba noticias de su interés tomadas de diarios y revistas.

También se exhibe el "Títere de la muerte", protagonista del "Teatro de la vida", las marionetas representan a personajes del zodíaco y sus apariencias invocan al teatro del destino, y diversas cartas astrales, esos estudios que pertenecen a protagonistas de la historia argentina y mundial.

Es presentado además, el Panjogo, conocido también como Pan Ajedrez o Pan-chess, juego universal que desarrolló alrededor de los años 30. Tiene base astrológica y es, finalmente, la síntesis de todo su sistema de conocimiento.

Es posible formar palabras, crear armonías musicales y también, como decía Xul, plantear problemas matemáticos. Consiste en un tablero de doce casillas por trece en damero y trebejos o piezas móviles. Cada jugador inicia la jugada con treinta piezas que se pueden superponer; además hay una sola a la que denomina azar, que cambia de participante según la apuesta.

Junto al Pan Ajedrez se presentan ciento cincuenta cartas de una baraja de la Pan Lengua, juego que permite formar palabras en un idioma universal monosilábico, sin gramática, de base numérica y astrológica, combinable a voluntad, destinada a unir el lenguaje de América, Europa y Asia.

SUEÑO DE SABER

El curador Massimiliano Gioni señala que el proyecto de Auriti quedó incompleto, evidentemente. Pero el sueño de un conocimiento universal y global a través de la historia del arte y de la humanidad, se mantiene en personajes como Auriti y otros artistas, escritores, científicos, visionarios que trataron, muchas veces, de construir una imagen del mundo que sintetizara su infinita variedad y riqueza. Estas cosmologías personales, estos delirios de conocimiento, intentan promulgar el constante desafío de conciliar el yo con el universo, lo subjetivo y lo colectivo, lo particular con lo general y al individuo con la cultura de su tiempo.

Hoy, cuando el mundo se enfrenta a un incesante flujo de información, este tipo de intentos de estructurar el conocimiento en sistemas, parece aún más necesario y más desesperadamente urgente.

Todo el material exhibido proviene del porteño Museo Xul Solar, creado por impulso de la abnegada Lita Xul Solar, la viuda del artista y por la visión del galerista Natalio Povarché, en el terreno en que se levantaba la casa "de altos y bajos" que fue del matrimonio en la calle Laprida al 1200.

El envío de las obras de Xul Solar a la Bienal de Venecia ha sido posible gracias al apoyo de la Secretaría de Cultura de la Nación.

ETERNAMENTE EVA

Nicola Costantino, antes de saber que su instalación iba a ir a la Bienal de Venecia, la llamó "Rapsodia inconclusa", pero la presidenta Cristina Kirchner decidió que se llamara "Eva-Argentina, una metáfora contemporánea". La artista trabajó largamente en la propuesta, que es visual y conceptual. Su motivación era Eva Perón, pero integrada en cuerpo y alma Costantino, decidida a interpretar, decidida a convertirse, a ser la "Abanderada de los humildes", que vivió entre 1919 y 1952.

El recorrido de la instalación comienza en un ámbito enorme, semicircular, de diecisiete metros de largo por tres de alto, en el que se proyecta la imagen de Eva en tamaño natural -siempre interpretada por Costantino-, en distintos momentos de su vida y hasta su muerte.

El recorrido sigue en el dormitorio de Eva, un espacio vacío que se anima gracias a dos espejos enfrentados.

El tercer núcleo enfoca su legendaria última aparición en público, sostenido su cuerpo enfermo por un armazón de hierro y cubierta por un amplio tapado de visón. Es el último paso en que se la verá, porque su imagen, ya desmaterializada, luego será imaginada a través del doloroso y multitudinario velatorio que duró dos semanas: por eso en una camilla de acero una montaña de lágrimas se derriten y van cayendo al suelo como la sonora lluvia de tristeza de un pueblo.

Este ambicioso trabajo de Costantino ha inspirado textos notables a Florencio Noceti y Julio Sánchez.

BAUTISMO ARTISTICO

El arte nacional llega por primera vez a un pabellón propio en la Bienal de Venecia, en los históricos Arsenales de la Serenísima.

Si bien el pabellón argentino se inauguró el año pasado con el envío del recientemente fallecido Clorindo Testa (1923-2013) a la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia, en 2013 será el arte el que se muestre en terreno propio, acompañado por una delegación de trece artistas entre quienes se encuentran Julio Le Parc, Renata Schussheim, Marta Minujin, Daniel Santoro y Magdalena Jitrik.

Como se dijo, la presencia argentina se reforzará, con obra casi desconocida de Xul Solar y del pintor Varda Caivano (1971) que vive y trabaja en Londres.

La Bienal ocupa el Pabellón Central de los Arsenales y reúne trabajos de ciento cincuenta y cinco artistas de treinta y siete países, inspirada en la idea del autodidacta Marino Auriti.

Por su parte, el fotógrafo Guillermo Srodek Hart presentará cuatro obras en el Pabellón de América latina, convocado por el curador alemán Alfons Hug; en tanto que el orfebre Juan Carlos Pallarols anticipó que se instalará una semana en el pabellón local para continuar con el cincelado colectivo de un cáliz que, tras recorrer la Argentina, entregará al papa Francisco.

VISITA Y PRESENCIA

Asimismo llegará a Venecia el pintor y escultor Julio Le Parc desde París, ciudad en la que se convirtió en uno de los más destacados representantes del arte geométrico y cinético de los años 70, tras ser Gran Premio de la Bienal de Venecia en 1966.

Diana Dowek, Graciela Sacco, Helmut Ditsch, Andrea Juan, Martín Di Girolamo, Miguel Harte, Mario Pérez y Matías Duville completan la delegación nacional invitada a la prestigiosa cita internacional.

Los quinientos metros cuadrados que la Argentina tiene en comodato hasta 2033 fueron el terreno de trabajo del curador Fernando Farina, responsable de la puesta en escena de la obra de Costantino.

Con noventa países participantes, la Bienal de Arte de Venecia estuvo habilitada para profesionales, prensa y jurados del 28 al 31 del mes pasado, y desde hoy tendrá abiertas sus puertas hasta el 24 de noviembre.

RECUERDO DE TESTA

La inauguración al público se realizará con la ceremonia de premiación a los ganadores del León de Oro a la Mejor participación nacional y al Mejor artista internacional, así como el León de Plata a una joven promesa. Las artistas María Lassnig (Austria) y Marisa Merz (Italia) compartirán el León de Oro a la Trayectoria.

Presidido por la británica Jessica Morgan, el jurado está integrado por la mexicana Sofía Hernández Chong Cuy, el italiano Francesco Manacorda, la nigeriana Bisi Silva y el estadounidense Ali Subotnick.

Tres argentinos fueron distinguidos a lo largo de la historia de la Bienal: Antonio Berni como Gran Premio Internacional de Grabado en 1962, Julio Le Parc, Gran Premio de Pintura en 1966, y León Ferrari, León de Oro al mejor artista de 2007.

En simultáneo con la Bienal se presenta en la ciudad de Turín la exposición "Identidad en la diversidad" que Clorindo Testa diseñó para la última bienal de arquitectura.

La Argentina parece haber comprendido que, muy probablemente, los artistas son los embajadores que mejor definen la rica diversidad del país.