La Justicia consideró que la muerte del hijo de Píparo fue un homicidio y dictó cinco perpetuas

El Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata sentenció a esa pena a Carlos Moreno, considerado autor material del disparo contra Carolina Píparo; el otro 'motochorro', Luciano López; Miguel "Pimienta" Silva y Carlos Jordán Juárez, 'marcadores' de la víctima, y Juan Manuel Calvimonte, reclutador y encargado de la logística del golpe.

La Plata - - La Justicia condenó a prisión perpetua a cinco acusados de atacar en una salidera bancaria en 2010 a Carolina Píparo, embarazada de nueve meses, y los responsabilizó por el homicidio de su bebe, mientras absolvió a otros dos involucrados y dejó abierta la puerta para investigar más complicidades.
Hasta el fiscal Marcelo Romero se emocionó al escuchar el veredicto, mientras Píparo y su marido, Juan Ignacio Buzzali, se abrazaban envueltos en llanto al conocer la sentencia y mirando la reacción de los siete sujetos sentados en el banquillo.
En fallo unánime, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata dejaron libre por el beneficio de la duda a Carlos Burgos, el joven que había llegado al juicio como supuesto tirador y al que "salvó" la propia Carolina cuando reconoció a otro como el que la había agredido.
"Era yo el perejil", dijo Burgos apenas unos minutos después de salir en libertad mientras le aconsejaba "fuerza" a Carolina y sin querer ahondar en las responsabilidad de los que terminaron tras las rejas.
Así, el TOC impuso prisión perpetua a cinco acusados: Carlos Moreno, al que Carolina identificó como el tirador; a Luciano López, conductor de la moto que la siguió y que dijo que Burgos "se estaba comiendo un garrón"; a Miguel 'Pimienta' Silva y a Carlos Jordán Juárez, encargados de 'marcarla' adentro y afuera del banco, y a Juan Manuel Calvimonte, por reclutar a todos los integrantes.
Además declaró la inocencia de Augusto Claramonte, sospechado de darle "cobertura legal" a la banda y el único que llegó al juicio en libertad.

El delito atribuido fue el más duro: "robo doblemente calificado por haber sido perpetrado mediante el empleo de arma de fuego y en lugar poblado y en banda", "tentativa de homicidio doblemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía y con el concurso premeditado de dos o mas personas", en concurso ideal con "homicidio doblemente calificado".
El tribunal consideró que Isidro "era una vida en actividad" en la panza de Carolina cuando la chica salió del Banco Río junto a su madre con el dinero que había retirado para poder mudarse, y fue abordada por ladrones en moto que la asaltaron brutalmente y le dispararon un tiro.
En una cesárea de urgencia, los médicos del Hospital San Roque de Gonnet hicieron nacer a Isidro y lo cuidaron una semana en terapia intensiva, hasta que el niño murió.
La mujer no se enteró en ese momento de lo ocurrido: estuvo 45 días internada en grave estado y cuando recobró la conciencia supo de la pesadilla.
"Nunca tuve dudas que lo de Isidro fue un homicidio. El vivió más allá de mí. Con el poco oxígeno que le quedaba, vivió una semana, que fue muchísimo para él, precisamente por que quería vivir", dijo Carolina al comentar el fallo ante la prensa.
Con este veredicto, acusados, Fiscalía y querella podrán recurrir ante el Tribunal de Casación bonaerense y se descuenta que los condenados impugnarán la figura de "homicidio" para Isidro pues estaba en el vientre materno al ocurrir el hecho.
La Fiscalía había pedido condenas a perpetua para los cinco que finalmente al recibieron y 15 años para Burgos y Claramonte por entender que fueron parte de la banda, pero el tribunal decidió declarar "inocentes" a esos sospechosos por el beneficio de la duda y la falta de pruebas, respectivamente.
La querella había pedido reclusión perpetua para todos, salvo para Burgos quien afirmó que quedó preso por una "cama" de la policía cuando necesitaban un detenido y fueron a buscar a su padre, ligado a los robos bancarios.
En la lectura del fallo que demoró unas tres horas en una sala repleta de familiares y amigos de Carolina, el tribunal consideró irregular el procedimiento que derivó en la detención de Burgos, lo cual podría abrir una investigación.
El fallo de los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr fue considerado ejemplar por el fiscal Romero, pero Píparo disintió: para ella la prisión perpetua es lo que merece quien quita la vida y debe ser "efectivo" es el cumplimiento de esa sentencia para que los responsables pasen 25 años presos.
"Tuvo que morir Isidro para que se ataque este tema y se traten las salideras. Este no es un caso 'bisagra'. Es un caso como muchísimos otros. No todos los ciudadanos tenemos que pasar por la muerte de un hijo para darnos cuenta", dijo Píparo en un duro reclamo a las autoridades gubernamentales.
El caso conmovió a la sociedad: Píparo había ido en la mañana del 29 de julio de 2010, junto a su madre María Ema Cometa, a la sucursal del Santander Río de 7 y 42 de La Plata para retirar 10 mil dólares y 13 mil pesos para firmar la escritura de su casa.
En el banco estaban Jordán Juárez, quien al ingresar Píparo se retiró, mientras Silva prestaba atención a los movimientos de las cajas y observó cuando el cajero le entregó el dinero.
Antes de que la joven terminara su trámite, Silva salió del banco y avisó a sus cómplices que siguieron a sus víctimas hasta 21 y 36, donde atacaron dos motochorros que fueron informados por Jordán Juárez y Silva sobre el dinero que llevaban.
"Dame la guita que sacaste del banco, hija de puta", le gritó Moreno, mientras López conducía la moto; Carolina gritó "no" pero el agresor la tomó de los pelos, la golpeó con el arma en el rostro y le disparó un tiro que ingresó por la mandíbula y le perforó un pulmón.
Para el tribunal "no ha quedado duda" que "la injuria sufrida por Carolina Píparo" terminó provocando la muerte de su hijo.