Cristina: "Los que pretenden ganar plata a costa de devaluaciones, que esperen otro gobierno"

La Presidenta dejó en claro que por la mente del Poder Ejecutivo no pasa la idea de ordenar una depreciación del peso ante la avanzada del dólar. También anticipó que no introducirá cambios en el rumbo económico: "Nadie espere de este gobierno medidas contradictorias con el corazón del modelo".

La presidenta Cristina Fernández afirmó que "los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que tengan que pagar el pueblo, van a tener que esperar otro gobierno". "Por lo menos, mientras yo sea presidenta, los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que tenga que pagar el pueblo van a tener que esperar otro gobierno. No con nosotros, no con nosotros, no con nosotros", advirtió la mandataria.
En contrapartida, la jefa de Estado aseveró que el Gobierno lleva adelante "un modelo que privilegia la producción y la industrialización porque genera trabajo".
En ese sentido, aseguró: "Nadie espere de este gobierno medidas contradictorias con el corazón del modelo, el corazón del modelo rechaza transferencia de ingresos compulsivas de los sectores del pueblo". Agregó que "el otro día escuché a un ex ministro de la Alianza (Domingo Cavallo) que rebajó un 13 por ciento a docentes, a jubilados y empleados públicos".
"Tengo las mismas convicciones que él (Néstor Kirchner), el eje del modelo, el saber que tenemos que crecer los 40 millones de argentinos, ese es el eje", afirmó. La Presidenta hizo este planteo durante un acto en Casa de Gobierno en el se anunció medidas para el sector triguero.
Cristina Fernández alegó que "no se trata solamente de una cuestión de sensibilidad social, ni nada", sino "simplemente de inteligencia y de lectura correcta de lo que ha pasado en los últimos 50 años con los procesos devaluatorios recomendados e impulsados".
"Había todo un sistema. Como defendíamos el Fondo Monetario Internacional por los créditos que teníamos, aparecía como una recomendación del FMI, pero al Fondo iban los correveidile de la Argentina a decirle lo que teníamos que hacer", relató.
Al respecto, graficó: "Era como una calesita, se subían acá, daban toda la vuelta, llegaban allá con el caballito al Fondo, y después venía el Fondo con discurso propio, entre comillas, y nos decía a los argentinos que teníamos que hacer". "En realidad nos decía, lo que quería un grupo así de chiquitito de argentinos que durante 50 años lucraron y mucho realmente con el hambre, la miseria, y la desindustrialización del país", reprochó.
En este sentido, señaló que esa desindustrialización generaba "largas colas de desocupados", lo cual, a su vez, provocaba que los salarios bajaran.
"Y además cuando hay gente que no tiene plata, se come menos, y cuando se come menos, se puede exportar más de todo, de trigo, de carne, de harina, de maíz, de lo que fuere. Entonces, esto está visto que tampoco funcionó, porque esto daba lugar a crisis institucionales recurrentes, donde cambiaban los gobiernos pero no las políticas", fustigó.
Según su visión, "lo más gracioso de todo es que los que tenían la culpa de las cosas que pasaban eran los políticos, por eso los cambiaban, que seguían haciendo lo que querían los sectores económicos, y la política seguía pagando los costos de la política económica impulsada por ellos".
"Ese es el cuentito de Argentina", sentenció.
 Cristina finalizó su discurso afirmando: "Este no es un gobierno contra nadie, sino un gobierno para todos".