Crítica: la comedia "Rigoletto en apuros" cuenta con un formidable equipo actoral

La casa para una vejez dorada

"Rigoletto en apuros" (Quartet). Gran Bretaña, 2012. Dirección: Dustin Hoffman. Guión: Ronald Harwood, basada en su pieza teatral "Quartet". Fotografía: John de Borman. Música: Dario Marianelli. Actores: Maggie Smith, Tom Courtenay, Billy Connolly, Pauline Collins y Michael Gambon. Presenta: Diamond Films. Duración: 97 minutos. Calificación: Para todo público.

Ronald Harwood, el autor de la exitosa "El vestidor" (1983), aquella obra teatral que revelaba intimidades del mundo del teatro a través de un antihéroe discreto y querible, vuelve con otra obra suya adaptada para él para el cine y dirigida por Dustin Hoffman.
"Rigoletto en apuros" tiene por protagonistas a veteranos de la música que se reencuentran en un geriátrico. Uno de ellos es Tom Courtenay, representante del Nuevo cine inglés, de las décadas de 1960 y 1970 y protagonista de la mencionada "El vestidor".

REFUGIO FINAL
En este caso, se trata de un grupo de cantantes y directores de ópera que encuentran refugio en su vejez en la Casa Beecham, suerte de geriátrico dorado, con cuidados jardines y muebles de colección. Pero la paz se ve interrumpida por la llegada de una "prima donna", Jean Horton (Maggie Smith), que quiere mantenerse aislada y reencuentra en rl lugar a Reginald Paget (Tom Courtenay) su ex marido, director famoso, defraudado amorosamente por la cantante bastante tiempo atrás.
Hay amigos que los rodean para tratar de solucionar los problemas y continuar cantando, aunque sea en pequeños recitales de beneficencia de fin de año, dedicados a la obra de Giuseppe Verdi y en este caso en particular a su ópera "Rigoletto".
Los que habitan la casona son tenores, sopranos, puestistas, como el personaje de Cedric Livingston, que representa el excéntrico Michael Gambon (ahora más conocido como Dumbledore, el personaje de la saga de Harry Potter).

LOS RECUERDOS
"Rigoletto en apuros" es una comedia elegante, a la manera de "Té con Mussolini", con recuerdos de pasadas aventuras musicales y románticas, e intentos de superar el peso de la vejez, que los está oxidando, por así decirlo, por falta de acción y entusiasmo.
La película tiene todos los clichés del género, pero con ese equipo delicioso y la refinada puesta en escena de este primer largometraje de Dustin Hoffman, es imposible no entretenerse. Maggie Smith es la diva Jean Horton, Tom Courtenay (Reginald Paget), es el ex director de orquesta, ahora maestro de música de adolescentes; Pauline Collins (Cissy Robson) hace el papel de una risueña cantante y Billy Connolly, es Wilf Bond, un cantante.
Los melómanos pueden reconocer entre "los internos" de la mansión, a glorias del teatro lírico inglés. Para ellos, el consejo es no abandonar la sala, porque en los créditos finales, aparecen sus rostros, más el nombre y su ubicación en prestigiosas y conocidas orquestas.
Calificacion: Buena