JOHN BERGER SIGUE ANALIZANDO A PABLO PICASSO. SU "NIÑO CON PALOMA" Y LA MUESTRA DE CHICAGO

El genio en su laberinto

Pablo Picasso siempre interesa. La reedición del libro que John Berger le dedicó apareció ahora, cuando su "Niño con paloma", el cuadro que estaba en préstamo en la National Gallery de Londres, habría sido comprado por la familia real de Qatar, suscitando un revuelo. Mientras, el Instituto de Arte de Chicago recuerda que hace cien años fue el primer museo norteamericano que mostró una obra suya. Todo un combo de muy variada dirección.

Picasso estaba fascinado y entregado a su propia creatividad, y lo que creaba -el producto terminado- era casi accidental, escribe John Berger en "Fama y soledad de Picasso", un recorrido por la vida y la obra de un artista en el que "lo que fue él importa mucho más que lo que hizo".

Publicado por Alfaguara, se trata de una reedición revisada y con un nuevo ensayo en la que el autor presenta una biografía profunda y crítica y, de una forma muy particular, recorre desde la infancia del artista hasta el Período azul, el Cubismo, la creación del Guernica o los grabados de los últimos años.

En el prólogo fechado en 1987, Berger (Londres, 1926), considerado como una de las voces más destacadas en la crítica del arte contemporáneo y uno de los escritores británicos más relevantes del último siglo, recuerda que cuando el libro salió estando todavía vivo Picasso y en la cumbre de la fama, fue duramente atacado por insensible, doctrinario y perverso. Además, el hecho de que la obra comenzara afirmando que Picasso (Málaga, España, 1881 - Mougins, Francia, 1973) era el más rico y más famoso de los artistas que había existido, hizo que fuera tachada por algunos de vulgar y de mal gusto.

Considera Berger ahora en el prólogo que a Picasso le obsesionaban las imágenes de pasión y de dolor, y por eso también tenía tanta capacidad para crearlas. "Toda la pintura trata del diálogo entre la presencia y la ausencia, y el arte de Picasso, en su sentido más profundo, se sitúa en la frontera entre las dos, en el umbral de la existencia, de lo recién comenzado, de lo inacabado".

Ganador del Premio Booker, uno de los premios literarios más prestigiosos del mundo de habla inglesa, Berger comenta en el libro que Picasso era en Inglaterra tan famoso como Rafael en Italia y en Francia gozaba de más renombre que Robespierre: "el hombre, su personalidad, dejó en la sombra al arte".

Considera que el malagueño "es el pintor más famoso del mundo y su fama se apoya en su modernidad. Es el indiscutible emperador del arte moderno", pero, sin embargo, en su actitud hacia el arte y hacia su propio destino como artista "hay una tendencia que no tiene nada de moderna y que pertenece con más propiedad a los comienzos del siglo XIX".

A causa de su vida de éxitos por excelencia, Picasso es el artista típico de mediados del siglo XX, en opinión de Berger, para quien otros artistas cortejaron el éxito, se adaptaron a la sociedad y traicionaron sus comienzos.

"Picasso no ha hecho nada de eso. Cortejó el éxito tan poco como Van Gogh el fracaso. Ninguno de los dos se opuso a su destino", escribe y asegura que el sino de Picasso fue el éxito, y esto es lo que hace de él el artista típico de nuestro tiempo, como el neerlandés lo fue del suyo.

SIMBOLO DE MUSEO

El cuadro "Niño con paloma", de Pablo Picasso, colgado en la National Gallery desde 1974 y símbolo de este museo, fue vendido por la aristocrática familia Aberconway por 60 millones de euros, según la publicación The Art Newspaper.

La pintura, realizada en 1901 cuando el pintor tenía diecinueve años, actualmente se exhibe en la Courtauld Gallery de Londres como parte de la muestra "Becoming Picasso: Paris 1901", hasta el 26 de mayo.

Pero, según un artículo del diario español El Mundo, esta será la última salida que hace el cuadro de la galería británica porque la familia Aberconway lo vendió en 2012 por 60 millones de euros a un comprador que probablemente sea la familia real de Qatar.

Ante esto, como es costumbre, el gobierno ha paralizado la licencia de exportación para dar la oportunidad a compradores británicos de igualar la cifra pagada por los extranjeros.

"La del "Niño con paloma" es una pintura muy querida que lleva mucho tiempo entre nosotros, es importante para el patrimonio nacional", dijo Aidan Weston-Lewis, del Comité de Exportación de Arte. Desde la red de museos Tate, del Courtauld Institute o desde la misma National Gallery han mostrado también su pesar este hecho.

La historia de la tela no hace más que demostrar el velo de misterio que hay sobre las ventas privadas en el mercado del arte. La pintura fue heredada por lady Aberconway en 1947, tras la muerte de su amigo el mecenas Samuel Courtauld, pero a principios de 2012 empezaron los rumores de una posible venta.

En marzo, Christie"s declaró que "había sido invitada a gestionar una venta privada" o encontrar un comprador para la obra, tasada en 50 millones de libras (60 millones de euros) y, en agosto, se hizo pública la solicitud de la licencia de exportación del cuadro, lo que testimoniaba que había sido vendido. En junio de este año termina el período de retención y aún no hay noticias para su probable salvataje. Por ahora, el 26 de mayo será el último día que la pintura será vista en público en Londres.

EL PRIMER MUSEO

Un siglo después que fuera el primer museo estadounidense en exhibir trabajos de Pablo Picasso, el Instituto de Arte de Chicago la entidad lo celebra con una gran exposición dedicada a él y a su relación con la ciudad.

"Picasso y Chicago" contiene doscientas cincuenta piezas, casi la mitad de la propia colección de sus obras del museo junto con otras de colecciones privadas y del Museo de Arte de Filadelfia. Es la primera gran exposición del malagueño que el museo de Chicago realiza desde hace treinta años.

Precisamente, una escultura de Picasso es uno de los atractivos de Chicago: tiene quince metros de alto y está enclavada en el Centro Richard J. Daley, en el corazón urbano. Los niños suelen jugar en la enorme estructura en verano mientras los adultos aún debaten sobre lo que representan sus formas.

En 1913 el Instituto de Arte de Chicago fue el primero en invitar a Picasso cuando decidió darle un espacio en el "Armory Show", que según el museo le presentó el modernismo europeo al público estadounidense. La decisión fue audaz para la época porque a pesar de que la muestra también viajó a Nueva York y Boston sólo se presentó en un museo: el de Chicago.

"Picasso y Chicago" contiene dibujos, pinturas, trabajos sobre papel, cerámicas y esculturas, incluyendo "El viejo guitarrista ciego" (1903), "Madre e hijo" (1921) y un autorretrato de 1906, y se presenta de manera cronológica, desde los primeros años del artista en Barcelona hasta sus últimos años en el sur de Francia.

La exposición estará abierta hasta el 12 de mayo y es acompañada por exhibiciones afines que se proponen en otros espacios del instituto, como "Picasso y Cézanne", "Picasso, París y el arte africano" y "Picasso y el arte estadounidense".