Atribuyó ese problema "a los efectos de la droga, el narcotráfico y otros temas",

Cristina admitió que "se ha agravado el delito"

"No soy precisamente una defensora de la mano dura pero me parece que la Justicia -no quiero interferir en otro poder- debería merituar más razonablemente el tema de como se manejan las excarcelaciones", remarcó.

La Presidenta Cristina Fernández reconoció esta tarde que el nivel de delincuencia "hoy se ha agravado", atribuyó ese problema "a los efectos de la droga, el narcotráfico y otros temas", y pidió a los jueces "merituar razonablemente" las excarcelaciones.

"Quiero que cada uno tome las responsabilidades que le corresponden en materia de lucha contra la delincuencia. No diciendo que es del Gobierno nacional. No. La responsabilidad corresponde a cada provincia", sostuvo la mandataria.

Fernández indicó que la política contra el delito no corresponde "ni siquiera a los intendentes" porque, añadió, "¿qué va a hacer un intendente si no maneja la policía, los jueces ni nada?".

Y enseguida ejemplificó con que a esa supuesta costumbre de bajar las responsabilidades de lucha a la delincuencia desde los gobiernos de provincias a las intendencias, "yo lo veo en el conurbano" bonaerense.

La Presidenta leyó estadísticas de robos a mano armada en la Ciudad de Buenos Aires durante el primer bimestre de 2013 y detalló que por ese delito "la Policía Federal detuvo a 188 personas y de ellas 50 eran reincidentes".

"Pero quiero delimitar otra cosa: 58,30 por ciento de los detenidos eran argentinos, así que olvídense de los raptos de xenofobia como que los chorros son paraguayos...u otra nacionalidad. No, la mayoría eran argentinos", subrayó.

Además, puntualizó que entre los reincidentes detenidos "uno tenía tres ingresos por robo simple en 2012", "otro también tenía tres entradas en 2012", y "otro más también había sido detenido tres veces el mismo año".

Entonces, prosiguió, "lo que me dijo el secretario fue: 'Y... la fuerza también se desmoraliza cuando apresan gente y al otro día ven que esa gente queda en libertad'".

"No soy precisamente una defensora de la mano dura pero me parece que la Justicia -no quiero interferir en otro poder- debería merituar más razonablemente el tema de como se manejan las excarcelaciones", remarcó.

Y concluyó que "es horrible privar a alguien de la libertad pero más horrible es que alguien que no ha tenido una conducta socialmente adecuada por dejarlo en libertad ataque, asalte o provoque daños a un tercero".

"Tenemos que cuidar las libertades de todos y además porque la historia y la vida enseñan que hoy (la delincuencia) se ha agravado por efecto de la droga, el narcotráfico y otros temas", aseveró.

La Presidenta concluyó con que "hay que terminar" con el debate sobre "la Justicia garantista y la 'mano dura', sólo tiene que haber Justicia".