Agroquímicos: un problema ambiental

La omisión por parte del Estado Nacional y de las provincias en el avance de una clasificación más exhaustiva de las sustancias según su toxicidad preocupa a los especialistas

"Me parece que en el tema del uso de los agroquímicos en Argentina hay cuestiones omisivas por parte del Estado Nacional y provincial, como la falta de control y de reglamentación adecuada que exija el cumplimiento de determinadas normas ambientales", enfatizó a La Prensa el abogado Horacio Esber, director del área de Derechos Sociales de la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Luego agregó que ‘‘desde los distintos enfoques que hemos abordado a nuestras investigaciones vemos que el uso de los agroquímicos a los largo de los años ha traído consecuencias sociales y ha cambiado el modo de producción. El tema de los efectos en la salud humana por el uso de estas sustancias, principalmente en áreas aledañas a campos de cultivo como son las escuelas rurales, también es preocupante en cuanto a sus consecuencias".

Al respecto la médica pediatra Ana Luisa Linares, explicó a La Prensa que "la exposición a agroquímicos implica un riesgo para la población pero principalmente para las embarazadas, que los pueden transmitir a través de la placenta, y en los chicos, que cuentan con un metabolismo con una capacidad más limitada para descomponer la toxicidad en su organismo. Esto puede generar efectos negativos en el feto y provocar enfermedades en los chicos’’. 

En las últimas décadas, la modernización de la agricultura y el incremento de las producciones, tanto en extensión cultivada como en volumen, han ido acompañadas de un incremento en el uso de plaguicidas y fertilizantes. Así, nombres como el Glisofato, un herbicida utilizado para eliminar maleza, y el Endosulfan, un potente insecticida, se han vuelto más comunes en la lista de agroquímicos señalados por su toxicidad y por los
efectos que han ocasionado en la salud de las poblaciones aledañas. Como ejemplo, en casi toda Europa, exceptuando España y Rumania, existen legislaciones que prohiben el uso de Glifosato en cultivos y la ONU ha
recomendado prohibir el uso del Endosulfan por su alta toxicidad.

MEDIDAS

En febrero de 2012, Defensoría del Pueblo de la Nación, a través de su área de derechos sociales, presentó el ‘Informe Especial sobre Agroquímicos y discapacidad’, que estudiaba la relación entre la exposición de los insecticidas y herbicidas utilizados en la Argentina y sus consecuencias en la salud.

En el texto se subrayó que ‘‘resulta apremiante pedir a las autoridades públicas nacionales y provinciales, la toma de medidas de resguardo y cautelares, para evitar la discapacidad producida por el uso de agrotóxicos’’.

Aunque focalizado exclusivamente a la problemática de la discapacidad, en el informe se hicieron recomendaciones relacionadas a la regulación de uso de químicos agrícolas a varias entidades gubernamentales. 

Una de ellas, la Comisión Nacional de Investigación de Agroquímicos (CNIA) que fue creada en 2009 por iniciativa presidencial, se le pidió que se hicieran investigaciones más frecuentemente. Por otra parte, en el informe también se pedía al Ministerio de Salud que tomará medidas preventivas y eficaces que garanticen
el bienestar de la población en riesgo. Además, se cuestionaba al SENASA por otorgar un permiso de importación y comercialización de productos elaborados con Endosolfán, a pesar de que en 2010 se haya
comprobado las graves consecuencias del químico para la salud humana.

Actualmente en el país hay másde 12 millones de argentinos que conviven cotidianamente con las consecuencias de los agrotóxicos, y el número aumenta a medida de que avanza la frontera agrícola.

‘‘Luego de presentar la recomendación, no nos dieron una respuesta satisfactoria sobre el tema y la comisión nacional está parada en el tiempo’’, subrayó a La Prensa la abogada Cecilia Pazos, coordinadora del informe sobre discapacidad presentado por la Defensoría.

Como Estado firmante de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, adhesión que se ratificó en el 2008 mediante la ley 26.378, la Argentina ‘‘tienen que resguardar y prevenir la aparición de discapacidades conocidas o nuevas’’, destacó Pazos.

Luego agregó que ‘‘en función de eso y de los viajes que se hicieron con organizaciones gubernamentales que trabajaron con nosotros en Chaco, Formosa, Salta, Corrientes y Misiones se tomaron contactos con la red de médicos de pueblos fumigados, con la Comisión de Contaminantes de Agua del Chaco que participaban y también en el Ministerio de Salud de la Nación. El  cruce de información provocó que surgiera estadística médica
de la cantidad de chicos con malformaciones en un plazo de 10 años y que vivían en pueblos fumigados’’.

Del informe se desprende la carencia de un registro único de personas con discapacidades que pudiera facilitar la adopción de medidas ambientales para asistirlos ya que la mayoría se encuentra en una situación vinculada a la pobreza.

JURISDICCION

‘‘En los temas ambientales existe la tendencia de responsabilizar al Estado Nacional, que tiene responsabilidades importantes en la cuestión pero hay otro elemento complicado que es la jurisdicción
de las competencias provinciales’’,
 subrayó Esber.

En los últimos años, temas concretos como la minería, los glaciares y la tala de bosques se han discutido hasta dónde podría intervenir el Estado en la utilización y preservación de los recursos de naturales de cada provincia.

‘‘Los estados provinciales, en materia ambiental tienen el rol de policía, que tiene que ejercer el control sobre su territorio. Pero lo que sucede hoy en día es que lo hacen mal o directamente no cumple la ley como es el caso de
la provincia de Córdoba con la empresa Monsanto’’, se lamentó el director de Derechos Sociales de la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Monsanto, una de las principales multinacionales del mundo dedicadas a la producción y comercialización de agroquímicos y semillas transgénicas anunció el año pasado una inversión de $1.600 millones en la provincia de Córdoba a través de la construcción, en el 2013, de una planta destinada a la ‘selección de semillas de maíz’. Es la sexta planta que Monsanto tiene en el país y será la ‘‘más importante para américa Latina’’ según lo adelantó
el gobierno cordobés durante el anunció del proyecto.

La empresa de origen norteamericano controla más del 80% del mercado mundial y, entre otras cosas, fabrica y comercializa el Glifosato, bajo el nombre comercial de Roundup.

‘‘El gobierno provincial autorizó la instalación de la empresa a pesar de que los propios vecinos pedían una audiencia pública y de la Ley de Presupuesto Mínimos que protege el ambiente de los ciudadanos. Es decir, se hizo caso omiso a esa legislación’’, destacó Esber.

La falta de implementación por parte de las provincias de mecanismos que transparenten la situación ambiental, como son la inclusión de audiencias públicas, convive simultáneamente con otro problema que aqueja a los organismos públicos dedicados a la temática ambiental. Y es que muchos carecen de la infraestructura
necesaria para hacerse cargo del control de la normativa debido a que los propios gobiernos no les destinan el dinero necesario para cumplir eficientemente con su papel de policía ambiental.

PRECAUTORIO

‘‘Sabemos que las normas no tienen en cuenta las exposiciones crónicas, que no se cuenta con estudios independientes realizados por los organismos ambientales y por eso se minimiza la toxicidad de los productos químicos que están usando. Por eso le recomendamos al Ministerio de Agricultura que clasifique los
agroquímicos con la idea de tener en cuenta la totalidad de sus efectos y no solamente la dosis letal aguda. Esta primera cuestión por ahora esta sin respuesta’’, destacó a La Prensa el abogado Leandro García Silva, del área
de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Debido a la falta de medidas que permitan avanzar en el tratamiento de los agroquímicos y sus efectos en la salud humana, especialmente en los menores de edad, es que desde la Defensoría han instando a la aplicación inmediata del Principio Precautorio, dado que los daños y la discapacidad sobreviniente, como resultado de la ausencia de medidas para subsanar cualquier daño que se pudiera ocasionar.

‘‘Recomendamos que se prohiba la fumigación en áreas urbanas y comenzamos a trabajar con las escuelas rurales. La idea es que cuando ya tengamos mas dato podamos avanzar hacia un criterio precautorio para evitar que se siga fumigando sobre los chicos y los maestros que están asistiendo a las clases’’, enfatizó García Silva.

En un año en donde las elecciones legislativas acapararán la atención, la búsqueda de una solución a la problemática del mal uso de los agroquímicos parece no estar, por el momento, cerca de verse. Sin embargo, desde la Defensoría destacaron el rol de los municipios como principales actores de un cambio a
corto plazo. 

‘‘Muchos municipios están tomando algunas medidas sobre la fumigación. En la provincia de Buenos Aires la Corte Suprema sacó una resolución instando a los municipios a delimitar las zonas agronómicas. No es algo nuevo ya que muchas provincias tienen leyes de zonas de fumigación que tienen muchos problemas de cumplimiento. Pero en este caso particular, ya tuvimos contacto con el intendente de Campana que se acercó para interiorizarse sobre la situación’’, destacó el especialista del área de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Luego agregó que ‘‘a través de una ordenanza municipal de Campana se estableció una serie de criterios como zonas de exclusión alrededor de poblados y escuelas. El instrumento que le sugerimos fue hacer un mapa donde se pinte en distintos colores las zonas más afectadas y se haga público. Las reglas iban a ser más claras y con un principio precautorio’’.

‘‘Creo que es en los municipios donde se verá más movimiento para solucionar este problema porque ellos tratan más con la gente. Esperamos que desde ahí continúe buscando una solución que permita crecer a todos los involucrados’’, concluyó Horacio Esber.