Argentina no escapa al gran problema de la desigualdad

Desde el año 2010, el epidemiólogo Gonzalo Basile vive entre Haití, República Dominicana y Argentina. En los primeros dos países, Médicos del Mundo trabaja en la zona fronteriza, en Buenos Aires tiene sede la filial local y centro de operaciones para toda Latinoamérica.

"Sin dudas, a los desafíos en materia de salud uno los tiene en carne viva en Haití, pero también están presentes en el resto de América Latina", indicó el titular de MdM Argentina.

- Las ciudades empobrecidas de Haití y Dominicana ¿son un mundo completamente distinto al nuestro o hay puntos comparables?

- Es difícil ponerlo en términos comparativos. Hay zonas de Haití o de Dominicana que se parece más a algunas zonas muy excluidas de Paraguay, de la Bolivia antes de Evo Morales, o de Perú. Pero en Argentina, como en toda América Latina, lo comparable es la situación de desigualdad. Aquí tenemos una mortalidad infantil del 12 por 1000 nacidos vivos a nivel nacional, pero si miro esa mortalidad infantil en la Ciudad de Buenos Aires, tiene una mortalidad de 5/1000 en el norte rico y de 13/1000 en el sur, a sólo media hora de subte. Veamos ahora la mortalidad infantil en el departamento de Matacos en Formosa, que es del 40 por mil nacidos vivos. Y eso se repite en algunas zonas del impenetrable del Chaco o en áreas campesinas de Santiago del Estero, o en Orán, Salta.

- ¿Con qué situación nos encontramos en Argentina?

- Veamos un mapita de hogares con necesidades básicas insatisfechas. Vamos a encontrar enfermedades tropicales, mal de chagas, prevalencia de tuberculosis. Se mueren al año 1000 personas de tuberculosos en Argentina y hay 11 mil casos al año; o tenemos una población chagásica que desconocemos pero inferimos que sería de entre 3 a 4 millones. Cuando empezamos a hablar de estas cosas nos encontramos con inequidades y desigualdades que siguen siendo un problema en toda América Latina; por eso el debe en materia de salud sigue muy grande en el continente.

- ¿Cómo viene trabajando MdM?

- Tenemos oficinas operativas en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba y dos oficinas de proyectos para Salta y en Juan José Castelli, en la boca del impenetrable. En Chaco trabajamos el tema chagas, en Salta dengue y enfermedades tropicales. También tenemos presencia en Formosa, Jujuy y Santiago del Estero. Desde Buenos Aires además abarcamos conurbano, fundamentalmente con trabajo sobre población en situación de calle.

- Ambito rural y ciudad...

- Es que se relacionan. Por supuesto, en nuestros programas nos focalizamos en las problemáticas de cada lugar, pero no son procesos escindidos. Fijémosno qué pasa en el cordón de la ruta 34, en el norte argentino, que también expresa qué les pasó a esas comunidades: ¿de repente armaron asentamientos al costado de la ruta porque se les ocurrió? ¿o porque los expulsaron de sus tierras? Son procesos -y matrices económicas- que expulsan al campesinado produciendo asentamientos malsanos, urbanizaciones precarias y genera urbanizaciones caóticas en las grandes ciudades. Esas urbanizaciones caóticas son mega productoras de deshechos y de basura, es decir, mega contaminadoras. Y toda esta matriz va produciendo inseguridad alimentaria -eso también es inseguridad, pero nadie lo dice así- y pasamos a consumir una toxicidad que anda dando vueltas y que ya está entrando en la cadena alimentaria.

- ¿Cuáles son las líneas de acción en las ciudades?

- En zonas urbanas tenemos cinco líneas de trabajo: situación de calle, a partir de un programa de atención primaria de la salud, atención psicológica y acompañamiento social; migración y salud, con colectividades bolivianas, paraguayas y ahora tomando también afrodescendientes; salud ambiental, que toma la problemática de la cuenca Matanza Riachuelo trabajando en prevención de la salud y vigilancia epidemiológica; tenemos un programa de infancia y salud colectiva; y recuperamos un programa desde el año pasado de derecho a la salud, prevención al VIH sida en situación en cárceles.

- ¿Con qué personal cuentan?

- Tenemos alrededor de 120 voluntarios sociales activos en Argentina. Pero ojo, esto es voluntariado como compromiso social y no como se usa a veces el voluntariado como precarización laboral encubierta. Además tenemos unos 200 socios. Y contamos en toda América Latina con un staff técnico propio, de gestión, de unas 50 personas.