Crítica: "Looper: asesinos del futuro", original y divertido "thriller" futurista

Crímenes, pero sin cadáveres

"Looper: asesinos del futuro" (Looper). Coproducida entre Estados Unidos y China, 2012. Dirección y guión: Rian Johnson. Fotografía: Steve Yedlin. Música: Nathan Jonson. Actores: Bruce Willis, Joseph Gordon-Levitt, Emily Blun, Paul Dano, Piper Perabo y Jeff Daniels. Presenta: Diamond Films. Duración: 118 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

 Una pregunta se le plantea al público con esta película: ¿Qué hubiera hecho usted si como Ezra Lieberman, el protagonista en "Los niños de Brasil" se encontrara con varios niños idénticos a Hitler y supiera que Josef Mengele los había diseñado genéticamente a semejanza física y moral de Hitler?
 
A un dilema parecido se enfrenta el pobre Joe (Joseph Gordon-Levitt), un muchacho del futuro, que trabaja de "Looper", algo así como un mercenario destinado a sanear el exceso de individuos venidos del futuro. 
 
El siempre cumplió con lo que le pedían sus jefes los "dueños del futuro" y está cansado de hacer más fácil el camino de unos cuantos, terminando con sus obstáculos humanos. Este matador sin cadáveres se encuentra en un momento dado con el drama moral de que sus jefes le mandan a él mismo, o sea a Joe mayor (Bruce Willis) para exterminarlo. ¿Cómo sería esto de matarse a sí mismo? Eso nadie se lo enseñó.
 
FILME AUDAZ
 
"Looper: asesinos del futuro" es una película original, humorística y audaz. Con algo de la legendaria "Blade runner" en su atmósfera y toques de violencia que recuerdan a algunas producciones de Quentino Tarantino y Oliver Stone, este nuevo thriller futurista, dirigido por Rian Johnson, logra reunir en una buena fórmula, el humor negro, el drama sin solemnidad, el romance y el policial negro. 
 
Joe es como cualquier trabajador con un objetivo aparentemente violento, pero que en realidad termina con una entelequia: nunca más va a poder volver a ese otro sector de tiempo, al que él no llegó, o sea que desaparece sin dejar rastro. Pero no todo es como uno piensa y las dudas comienzan a azotar a este "looper" sartreano al que la violencia pretende anularle las ideas.
 
UN LARGO VIAJE
 
2042 y 2072 son fechas por las que transita este singular "viaje" a la identidad, en el que la violencia va a ser el distintivo y el poco valor de la vida, una realidad, aunque en este presente no se pueda matar a ningún contemporáneo. 
 
La secta de los "loopers" son algo así como los yuppies del momento y dentro de ese mundo en el habitan, existen niños como el de la película "El tambor", capaces de levantar a cualquiera por los aires con un grito o una mirada. 
 
La película tiene suspenso, muy buenos efectos especiales, ritmo febril y actores de primera, como Joseph Gordon-Levitt (Joe joven), Bruce Willis (Joe mayor), Paul Dano (Seth) y la chica Emily Blunt (Sara). Por no hablar de una sorpresa infantil llamada Pierce Gagnon, en el papel de Cid.
 
Este joven director llamado Rian Johnson es una especie de prestigitador con su cámara. Atropella a sus personajes en las escenas de violencia; captura hasta el mínimo gesto de sus actores y demuestra una libertad expresiva en sus sofisticados encuadres, que resultan deslumbrantes. 
 
Calificación: Muy buena