Crítica: "Topos" exalta un mundo elemental

Unas fantasías de raíz urbana

No podemos considerar a "Topos" una película lograda, pero sí con inquietudes y algunos aciertos como la atmósfera y la marcación actoral. Leonor Manso hace una creación personal en su papel de la señora Resnicof, la profesora de danza.

"Topos". Argentina, 2012. Dirección y guión: Emiliano Romero. Fotografía: Martín Frías. Música: Germán Suane. Actores: Lautaro Delgado, Leonor Manso, Gabriel Goity, Osqui Guzmán, Pompeyo Audivert y María Figueras. Presenta: Emiliano Romero. Duración: 100 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años. 

 
La película habla de un mundo bajo tierra, primitivo, elemental, donde los instintos afloran y un mundo superior de características grotescas se contrapone a la pobreza del anterior. Una profesora, un director y un preceptor de un Instituto de danza, con varios alumnos son los personajes del universo superior. 
 
En el mundo subterráneo hay un tal Kongo (Mauricio Dayub), algo así como un disidente, su hijo, su hija, una obsesa sexual y muchos seres que no pueden elevarse por los túneles que los presionan, o las fuerzas que les impiden ponerse en pie. 
 
El hijo del rebelde es sustituído por un aspirante al ingreso del Instituto de danza y mientras Topo (Lautaro Delgado), hijo del rebelde, queda en la academia, el aspirante Amadeo (Ludovico Di Santo) desciende a los subsuelos, donde la hija (María Figueras) de Kongo, lo elige como juguete sexual. La vida transcurre y una rebelión se avecina. 
 
LOS OPRIMIDOS
 
"Topos" es un filme fantástico, en la línea de "La sonámbula" de Fernando Spiner y "Moebius" de Gustavo Mosquera, pero su mundo subterráneo remite a "Delicatessen", la película francesa de Jean-Pierre Jeunet y Carot. La narración no es clara, especialmente en el comienzo y se supone que es una suerte de metáfora que separa poderosos y oprimidos, con toques que aluden a la doble moral y una constante de sexo y travestidos.
 
No podemos considerar a "Topos" una película lograda, pero sí con inquietudes y algunos aciertos como la atmósfera y la marcación actoral. Leonor Manso hace una creación personal en su papel de la señora Resnicof, la profesora de danza. 
 
Correctas son las actuaciones de Gabriel Goity (el director del instituto), Mauricio Dayub (Kongo) como el rebelde mayor y especialmente Lautaro Delgado (Topo), al que se vio previamente en el filme "Caño dorado". 
 
Calificación: Regular