Crítica: "Posesión satánica", un filme con el espíritu del "dybbuk" de la tradición judía

Una chica en manos del demonio

Formalmente impecable, con una interesante intervención de la música que condensa lo sobrenatural, "Posesión satánica" es una variante en el "cine de miedo", que los adictos recibirán con los brazos abiertos.

Ficha técnica:
"Posesión satánica" (The possession). Estados Unidos, 2012. Dirección: Ole Bornedal. Guión: Juliet Snowden y Stiles White. Fotografía: Dan Laustsen. Música: Anton Sanko. Actores: Jeffrey Dean Morgan, Natasha Calis, Kyra Sedgwick y Jay Brazeau. Presenta: Diamond Films. Duración: 92 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Seria interesante ahondar en la historia del "dybbuk", del folclore judío, algo así como un espíritu maligno que se aloja en el cuerpo de alguien para encarnarse, así que no tiene mejor idea que ir devorándolo y cambiándole la personalidad. Otros dicen que es alguien que todavía no llegó a un estadio de espiritualidad, o sea que es algo así como un híbrido y quiere el cuerpo de una persona para volver y mejorar.

Ahora, por lo que vemos en esta película, bueno no es. Lo que ignorábamos es que había exorcistas judíos y esto lo muestra esta película.

La historia es sobre una chica, conocida como Em (Natasha Calis), que se deslumbra con una linda caja de madera con inscripciones en hebreo. En una venta de garage, su padre se la compra y adiós, hay argumento para toda una tragedia.

A la pobre Em le pasa de todo, ya estaba nerviosa por la separación de sus padres, pero eso no es motivo para clavarle un tenedor en la mano a su padre en medio de un almuerzo familiar, o aferrarse de tal manera a la caja amada, que parece que se obnubila con ella y separada de su "pseudo ama" mata a quien la retiene, la pobre maestra. Bueno, el asunto empeora y en el filme se ven todos los pasos de la posesión y luego el ritual exorcista de un rabino.

RABINO EXPERTO

Pudo haber sido una película gore, mucha sangre y mucho drama; pudo ser una película más de espíritus malos. Pero un director para tener en cuenta, el danés Ole Bornedal, la transforma en un episodio de la vida real, con chicos y padres como los que cada uno de nosotros tenemos y con los intereses cotidianos de un señor en tren de separación con una hija en problemas.

El horror aparece como accidente y se desarrolla con interés y verosimilitud. Mínimos efectos especiales, pero justos y necesarios, un grupo de actores de muy buen nivel, un exorcismo rabínico porque el espíritu es judío (novedad en el cine de horror) y una locación sobria, sólo intervenida por alguna manifestación lejos de lo normal.

Formalmente impecable, con una interesante intervención de la música que condensa lo sobrenatural, "Posesión satánica" es una variante en el "cine de miedo", que los adictos recibirán con los brazos abiertos. Por algo el querido Sam Raimi, pope del cine de horror, custodió la producción. Entre las actuaciones se destacan Kyra Sedgwick (Stephanie), la madre y la joven Natasha Calis (Em).

Calificación: Buena