Epoc: ¿el sistema de salud en jaque?

El tratamiento de los pacientes que padecen esta enfermedad crónica tiene un costo cada vez más alto, que -según vaticinan los expertos- será imposible de afrontar si no se ponen en práctica nuevas estrategias de gestión sanitaria. Al visitar el país, el jefe del servicio de Neumonología del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, Julio Ancochea, habló con La Prensa sobre lo que ya se hace y lo que queda por hacer en España ante este desafío.

El incremento de los pacientes crónicos junto al envejecimiento de la población suponen para el sistema sanitario público un auténtico reto: se estima que entre un 70 y un 80% del gasto de salud se debe a las enfermedades crónicas. Así lo explicó en una entrevista con La Prensa el doctor Julio Ancochea, jefe del servicio de Neumonología del Hospital de la Princesa de Madrid (España), durante su visita a la Argentina.
 
El experto español fue uno de los disertantes del Curso Precongreso de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, titulado "Epoc, bases científicas actuales para un manejo práctico", que tuvo lugar el martes último en Buenos Aires.
En opinión de Ancochea, la gestión de las enfermedades crónicas es una de las áreas de mayor potencial para la remodelación del sistema organizativo actual. En ese contexto, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) constituye un paradigma.
 
"Hoy en día, cronicidad, envejecimiento, comorbilidades o pluripatologías son palabras claves y la Epoc de alguna manera reúne a todas ellas", argumentó el especialista, para luego añadir: "Es una enfermedad crónica compleja, con una alta prevalencia, que incrementa progresivamente con la edad, y -sobre todo en pacientes de edad avanzada- conlleva una serie de comorbilidades (es decir, enfermedades asociadas a la Epoc)".
 
Otro aspecto vinculado con esta afección -caracterizada por un bloqueo persistente del flujo de aire- es que se trata de una enfermedad subdiagnosticada y que habitualmente recibe un tratamiento en etapas tardías.
 
Asimismo, Ancochea hizo hincapié en que la Epoc supone un elevado consumo de recursos, "tanto en términos de costes directos -que serían los recursos consumidos- como de costes indirectos -que son los recursos perdidos por incapacidades- o esos que se llaman costos intangibles en términos de calidad de vida".
 
De hecho, esta afección respiratoria consume el 2% del presupuesto de la sanidad pública española. La Epoc genera gastos que llegan a alcanzar los 3.000 millones de euros al año, lo que representa el 0,2% del producto bruto interno (PBI) de España.
 
REDUCIR EL IMPACTO
 
Ante este panorama, el neumonólogo español puso de manifiesto la necesidad de implementar nuevas estrategias de gestión que permitan reducir el impacto de la Epoc sobre el sistema sanitario. Según Ancochea, existen por lo menos cuatro acciones que deben llevarse adelante para lograr ese objetivo:
 
1) Mejorar la atención sanitaria, que en la actualidad sigue siendo claramente deficitaria. "Por ejemplo, no se realizan espirometrías de calidad en la atención primaria. En tanto que la enfermería no ha asumido el papel que le corresponde en la prevención, diagnóstico, seguimiento y plan de cuidados de pacientes crónicos tales como aquellos que padecen la Epoc", señaló.
 
2) Lograr una gestión integral de la Epoc y una mejor coordinación entre la atención primaria y la atención especializada.
 
3) Desarrollar alternativas a la hospitalización convencional y potenciar la atención domiciliaria y la aplicación de nuevas tecnologías.
 
4) Fomentar la colaboración socio-sanitaria.
 
Respecto de los mecanismos para impulsar la atención domiciliaria del paciente con Epoc, Ancochea sostuvo que es fundamental la reorganización de los cuidados, mediante equipos multidisciplinarios, la estratificación de los pacientes y el manejo de casos complejos con estrategias específicas.
 
Por otra parte, destacó que es necesaria la adecuación del personal sanitario. "Tenemos que formar en los cuidados centrados en el paciente; los profesionales sanitarios tenemos que adquirir nuevas competencias", aseguró el profesional.
 
Además subrayó la importancia de lograr la participación activa del paciente. "Los médicos -afirmó- debemos desarrollar programas de autocuidados y destacar la figura del cuidador primario, que es un elemento clave en el manejo, la adherencia y la cumplimentación del tratamiento por parte del paciente".
 
La creciente innovación tecnológica es, según Ancochea, otra de las herramientas que permitirían mejorar el abordaje del paciente con Epoc. "Términos como telediagnóstico, teleconsulta, telemonitorización, teleconferencia, e-learning, formación online, son aplicaciones de la telemedicina que forman parte de nuestro ejercicio profesional y los profesionales que tratamos a los pacientes con Epoc tenemos que ser conscientes de esto y sacarle provecho", aseveró.
 
PROMETEDOR PROYECTO
 
Para evaluar las ventajas de las nuevas tecnologías en el manejo de pacientes con Epoc, el doctor Ancochea y un grupo de investigadores puso en marcha el "Proyecto Madrileño de Epoc Telemonitorizado" (Promete), en el Hospital de la Princesa de Madrid.
 
La iniciativa evaluó la efectividad de un sistema de telemonitorización, en cuanto a la reducción del número de agudizaciones, ingresos hospitalarios y fallecimientos de pacientes con Epoc grave.
 
"Esto lo hicimos interviniendo en estos pacientes, monitorizando diariamente frecuencia cardíaca, tensión arterial, saturación de oxígeno, y -de forma bisemanal- espirometría, lo cual nos permitía detectar precozmente las agudizaciones y esto se tradujo en una reducción de hospitalizaciones, reducción de visitas a urgencias y en un ahorro importante de costes", precisó.
 
A la hora de poner en marcha una estrategia de estas características, Ancochea enfatizó que tanto la administración sanitaria, los profesionales neumonólogos y personal de enfermería, como las empresas de suministro, deben trabajar en conjunto y formar una coalición en torno al enfermo respiratorio crónico.
 
El sistema que se implementó fue, según el experto español, sencillo. "Se monitorizaban diariamente los parámetros que mencioné, existía un call center con una enfermería que detectaba alarmas y ponía en marcha el procedimiento adecuado -de acuerdo con un sistema de semáforo previamente establecido-. En función de esto se producía una respuesta clínica: ya sea con un cambio de medicación del enfermo o con una visita a domicilio... y esto ahorraba hospitalizaciones, visitas a urgencias, y supuso también un importante ahorro de costes", describió.
 
Por último, Ancochea reiteró que el compromiso con la innovación es un paso crucial, que debe estar acompañado por otros compromisos: con los pacientes y los cuidadores; con la mejora de la práctica clínica -basada en un abordaje de la Epoc más personalizado, definiendo fenotipos de la enfermedad-; con la investigación; con la difusión de la enfermedad; y con el futuro. "Debemos avanzar hacia esa medicina que algunos han llamado "4P": preventiva, predictiva, participativa y personalizada", concluyó.