Crítica: "Donde habita el Diablo" es un filme con un guión poco acertado

Una más del género de terror

El argumento hace aguas, el desarrollo es previsible, la acción se demora inexplicablemente, la última parte es peor que la anterior y el final previsible. Nada cierra, los caracteres no se trabajaron y hay una medianía general.

Ficha técnica:
"Donde habita el Diablo" (Emergo). España, 2011. Dirección: Carles Torrens. Guión: Rodrigo Cortés. Fotografía: Oscar Durán. Música: Víctor Reyes. Actores: Kai Lennox, Gia Mantegna y Michael O"Keefe. Presenta: Energía Entusiasta. Duración: 80 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.


El público en general se enteró qué significaba la palabra "Poltergeist" hace treinta años, cuando el filme de ese nombre, de Tobe Hopper, planteó, ante el común de los espectadores, los problemas que trae tener una casa con fantasmas.

Ya no eran los tradicionales fantasmas ingleses, que no se animaban a dejar la casa por amor, melancolía o problemas de adaptación. Estos salían del televisor, tenían mal humor y estaban tan mal educados que eran capaces de matar a los pobres habitantes ocasionales sin controlar sus impulsos momentáneos.
Y bien.

El tiempo pasó y la imaginación en vez de profundizarse se aligeró. Lo decimos después de ver a este grupo de investigación paranormal que va al departamento de una familia en problemas, donde los "poltergeist" abundan. Ellos llevan todo para su tarea. Para grabar lo que no escucha el oído humano, para ver lo que el ojo del hombre ignora, para detectar movimientos, medir la temperatura, resulta que cuando aparecen los "poltergeist", baja la temperatura. Por ese motivo, en tiempos de ola polar como la que sufrimos, estar invadidos por "poltergeist" va a ser una costumbre.

MAS FANTASMAS

El caso es que, en este, a pesar de todo, los fantasmas insisten, gritan, tiran cosas, rompen vidrios, ponen de malhumor a la familia y gestan problemas de compatibilidad. Hasta el perro muestra señales de desorientación y el innombrable o la innombrable insiste e insiste.

"Donde habita el Diablo" pudo ser buena, "Poltergeist" fue un éxito, "La noche del demonio" de James Wan, con ese tema, gustó al menos en su primera parte.

Pero aquí, sólo la parte formal vale la pena. El argumento hace aguas, el desarrollo es previsible, la acción se demora inexplicablemente, la última parte es peor que la anterior y el final previsible. Nada cierra, los caracteres no se trabajaron y hay una medianía general. Sólo se salvan los efectos especiales. El guionista es español, tuvo varios premios internacionales, pero esta vez no acertó, a pesar de asociarse a un director nacido en Barcelona, Carles Torrens, como él, joven y muy premiado.

Calificación: Regular