El gobierno acordó un "trabajo conjunto" con las compañías aéreas para evitar "molestias" a los pasajeros.

Los vuelos de cabotaje volvieron a operar con demoras por una medida de fuerza de los controladores áreos

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, remarcó que "el gobierno seguirá adelante con la política decidida por la presidenta en noviembre de 2011, cuando decidió pasar el control aéreo a la Fuerza Aérea, lo que redundó en una gran regularidad de los vuelos y gran puntualidad".

Los vuelos de cabotaje en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery volvieron hoy a operar con demoras a raíz de una medida de fuerza de los controladores aéreos, mientras el gobierno acordó un "trabajo conjunto" con las compañías aéreas para evitar "molestias" a los pasajeros.

La medida provocó retrasos en la mayoría de los servicios, muchos de los cuales debieron ser reprogramados por las empresas aerocomerciales a fin de evitar cancelaciones, confirmó  una fuente de Aerolíneas Argentina.

En tanto, la Administración Nacional de Aviación Civil informó que el 20 por ciento de los vuelos de la terminal aérea porteña debieron ser reprogramados y precisó que servicios de Aerolíneas Argentina y Austral con destino a Bariloche, Córdoba, Montevideo, Santiago de Chile y Mendoza fueron derivados al aeropuerto internacional de Ezeiza.

El trabajo a reglamento que los controladores llevan adelante desde hace varios días obligó a las compañías aéreas a modificar el cronograma habitual de vuelos, algunos con demoras considerables.

Ante la prolongación de la medida de fuerza en aeroparque, el gobierno acordó hoy con las compañías aéreas un "trabajo conjunto" para evitar "molestias en los pasajeros".

"Hemos acordado organizar un trabajo conjunto, coordinando y ajustando sus programaciones, para evitar molestias en los pasajeros", dijo el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

Ante los representantes de las compañía aéreas, Randazzo aseguró que "no más de diez personas están causando problemas, sólo en aeroparque".

El ministro ratificó, además, que "el gobierno seguirá adelante con la política decidida por la presidenta en noviembre de 2011, cuando decidió pasar el control aéreo a la Fuerza Aérea, lo que redundó en una gran regularidad de los vuelos, gran puntualidad, así que nuestra decisión es seguir profundizando esa política".

"Esperamos que esta situación vuelva a la normalidad en pocos días más, sobre todo cuando entramos en una etapa muy importante para el turismo", sostuvo.

En tanto, el titular del sindicato de controladores aéreos, Omar Torres, desmintió "categóricamente que haya una medida de fuerza, no hemos implementado ningún tipo de medida restrictiva en ningún aeropuerto del país".

"Los que operan en ese aeropuerto no son afiliados nuestros, responden a las huestes de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico", puntualizó en declaraciones a radio La Red.

Ayer, APTA expresó en un comunicado su "solidaridad con los compañeros desplazados de la Torre de Control del Aeroparque Jorge Newbery y el aeropuerto Taravella de Córdoba".

"Consideramos que no hay razón alguna para adoptar semejante medida, ni en lo laboral ni en lo profesional", expresó el parte firmado por el secretario general de APTA, Ricardo Cirielli.

En ese sentido, sostuvo que la "Asociación repudia los hechos por ser arbitrarios y discriminatorios, y atentar directamente contra los derechos de los trabajadores con procedimientos abiertamente dictatoriales y ominosos, persiguiendo y castigando a los trabajadores".