LA ALIANZA IMPIA ENTRE ESTADO, EMPRESAS Y SINDICATOS ES LA NUEVA IDEA DE MODA PARA RECUPERAR EL CRECIMIENTO

Bienvenidos al neocorporativismo

POR WALTER MOLANO *

¡Oh crecimiento del PBI, ninfa esquiva como ágil venado que va saltando por el bosque! Alguna vez fuiste abundante y compartías tu riqueza con toda la humanidad. Siglos de arduo trabajo, mejoras en la eficiencia e innovación nos permitieron prosperar. Sin embargo, el cálido sudor se convirtió en languidez aletargada cuando pasamos de las inversiones al consumo. El dinero fácil nos tranquilizó y nos concentramos con egoísmo en comprar más cosas para nosotros y en vivir en mejores casas, antes que mejorar la calidad de nuestro trabajo y de nuestros productos. Al hacerlo acumulamos deudas, primero a nivel hogareño y después a escala nacional. Abrumados por el desborde de la cuentas ya no pudimos levitar y empezamos a hundirnos. La pérdida de flotabilidad se extendió primero a Estados Unidos y después pasó a Europa occidental.

Ahora esa sensación de agobio empieza a filtrarse al mundo en desarrollo. El espíritu del crecimiento se evapora de la China continental, conforme los consumidores se debilitan bajo el peso de costos adicionales con tarjetas de crédito, préstamos para la compra de autos e hipotecas. Esto ha minado la fortaleza de la economía brasileña y colocó sus tentáculos en la maquinaria económica argentina. Lo que alguna vez fue abundante es ahora una ilusión lejana.

LA NUEVA IDEA DE MODA

Acostumbrados a la abundancia del crecimiento, la dimos por sentada y abusamos de tu generosidad. Como cazadores en el prado usamos todas las flechas en nuestra bolsa para ponerte bajo control. La austeridad fiscal y el desapalancamiento se convirtieron en nuestro lema para transformar los excesos de decenios de holgura. Aunque esas medidas eran las que necesitábamos para corregir los balances y reducir los niveles de endeudamiento, también nos trajeron años de desempleo y rigor económico.

Cuesta pensar que esas políticas pudieran haber traído algo más, pero la gente se sorprendió cuando las cosas se agravaron. Se evaporó la recaudación impositiva y las redes de seguridad se estrecharon. En vez de mejorar la proporción de las deudas, algunos países vieron que las deudas aumentaban debido a la caída de la actividad económica.

El breve amorío con Hayek, von Mises y de Soto fue reemplazado rápidamente por otra cosa. Pero esa cosa no es el keynesianismo, teoría ya desacreditada y de la que hace poco abusó un economista hirsuto de Princeton. El nuevo vivero intelectual de la innovación política ha llegado del lugar menos pensado. Se filtró en las planicies sudamericanas donde es posible que un revolucionario bolivariano agonizante esté sembrando las semillas de la próxima idea de moda en política económica.

El auge del neocorporativismo, la unión impía entre el Estado, el sector privado y los sindicatos, ofrece a los gobernantes una forma atractiva de aumentar su poder y reorientar el crecimiento del PBI. No sólo se está imponiendo en la Argentina y Brasil, también es la inspiración explícita de Alexis Tsipras, jefe del Syriza, el nuevo partido principal de Grecia. Solo es cuestión de tiempo para que otros políticos empiecen a hacer lo mismo en su intento de reanimar las economías lánguidas.

¡Oh crecimiento del PBI, doncella malvada, que te evaporas a la menor caricia, suplicamos tu generosidad! ¡Vamos de un político a otro en busca de ti! Ya reemplazamos a casi la mitad de los presidentes de la eurozona desde el comienzo de la crisis, y estamos dispuestos a desprendernos de más incluso. Todos los políticos hacen campaña para reestablecer el crecimiento del PBI, y erigimos monumentos a tu retorno.

Sin embargo, la humanidad sólo tiene dos opciones antes de gozar de los frutos de la expansión económica. Deben enderezar sus cuentas con más austeridad, innovación e inversiones, o sino repudiar sus obligaciones y empezar de cero.

Lo triste es que la segunda parece ser la opción más popular. Al margen de imitar los caprichos del líder venezolano de la boina, Syriza quiere declarar la moratoria de la deuda y renegociar todos los acuerdos con la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Esto significa que el galope del crecimiento del PBI se sentirá cada vez más lejano en el horizonte. Por eso escribimos esta oda en elogio de tus virtudes, con la esperanza de que una deidad de los Campos Elíseos intervenga y nos confiera otra vez tu abundancia.

* Economista de BCP Securities.