Crítica: "Los padrinos de la boda" y un grupo de ingleses de visita en Australia

El testimonio de dos culturas

Ficha técnica:
"Los padrinos de la boda" (A few best men). Estados Unidos, 2011. Dirección: Stephan Elliott. Guión: Dean Craig. Fotografía: Stephen F. Windon. Música: Guy Gross. Actores: Xavier Samuel, Kris Marshall y Laura Brent. Presenta: Alfa Films. Duración: 97 minutos. Calificación: Para mayores de 16 años.

Hay un novio en tren de casamiento, sus amigos, futuros padrinos de la boda y una distancia a recorrer desde Inglaterra, el país de origen de los cuatro y Australia, el país de la novia en que se realizará el casamiento.

Aparentemente hay mucha diferencia entre los primeros y los segundos. Los ingleses David, Luke, Tom y Graham son algo así como los "chicos terribles" de la zona y gustan de todo tipo de transgresiones; mientras la familia de Mia, futura esposa de David es lo que se dice "un grupo tradicional" y de óptima situación económica.

El choque inicial de los amigos ante la sorpresiva boda de David, disgustados por la falta de consulta ante, según ellos "un romance de verano que nunca debió tansformarse en boda" continuará en las Montañas Azules australianas, idílico lugar, donde los "mpadrinos" traspasarán su locura ingresando a la mansión de la novia.

GUION FLOJO

La película fue escrita por Dean Craig, el exitoso guionista de "Muerte en un funeral" y producida por los que también intervinieron en el recordado éxito inglés.

"Los padrinos de la boda" acumula sus mejores momentos en la primera parte. Para luego convertirse en una desaforada acumulación de gags de no demasiada comicidad, que llegan a la astracanada (algo así como lo más burdo que puede obtenerse como recurso humorístico) y muestra superficialmente las diferencias culturales de dos países.

Caos nupcial en el que en lugar de enanos e invitados alucinados por droga y alcohol como en "Muerte en un funeral" se acumulan traficantes desubicados, la rareza de carneros disfrazados con "knickers", y escandalosas y bellas suegras pasadas por alta dosis de cocaína (Olivia Newton John).

Deja que desear el manejo del guión y el guión en sí. La comercialidad del proyecto y eso que el guionista fue el mismo de la estupenda y fina comedia inglesa "Muerte en un funeral" y el manejo formal denso en ciertas partes del director de la muy buena "Priscilla" son puntos en contra en una comedia que va tras la risa fácil.
Es excelente la producción técnica, el vestuario, el diseño, la música y los actores.

Calificación: Regular