Crítica: Con "El campo", el director Hernán Belón consigue un logrado drama íntimo

Los peligros del aislamiento

Ficha técnica:
"El campo". Argentina, 2012. Dirección: Hernán Belón. Guión: Hernán Belón y Valeria Radivo. Fotografía: Guillermo Nieto. Música: Antonio Fresca. Actores: Leonardo Sbaraglia, Dolores Fonzi, Matilda Manzano, Pochi Ducasse y Juan Villegas. Presenta: Primer plano. Duración: 85 minutos. Calificación: Para todo público.

Una pareja joven y su bebé. La llegada a su futuro hogar, un lugar elegido en el medio del campo por el marido. No se habla mucho de las razones que los llevan allí, pero sin lugar a dudas, la necesidad de tranquilidad, la cercanía de la naturaleza.

Ya la llegada presagia angustia. Una noche de tormenta desatada, una casa vieja, fría, inhóspita. Los dioses en las épocas en que se preocupaban más de la gente, descargaban rayos, centellas y lluvias desorbitadas para indicar que el caos estaba presente. O sea que, más que un anticipo de angustia, el temporal revela algo ya presente que sólo el tiempo se ocupará de desarrollar.

Mientras Santiago defiende la elección del lugar, Elisa se angustia, no sólo por la casa que grita por mejoras, sino la soledad, la, para ella, amenazadora vecina que vaya a saber qué recuerdos le despierta. Un ruido en la noche, la desaparición momentánea de su pequeña, asume en Elisa proporciones fantasmáticas.

DOS MUNDOS

La película de Hernán Bellon logra transmitir a través de su drama íntimo toda la fuerza de la angustia y los primeros atisbos de falta de comunicación de una pareja joven. Las diferencias entre ambos sólo olvidables por el sexo, los quién sabe si imposibles acercamientos de dos mundos distintos son señales que, a pesar del final, apuntan a momentos límites de una relación de pareja, quién sabe si solucionables a través del tiempo. Las palabras de la vieja vecina son claves "es la vida". Sí, sólo se trata de vivir, y nada menos que vivir!. Se debe aprender a soportar, a conciliar, a olvidar, a resignarse y a vivir el momento, Santiago y Elisa no saben que todavía son demasiado jóvenes para tanta aventura.

Una fotografía de fascinantes contrastes, un sonido cortante y denso, la aridez de la naturaleza y la vieja casa en medio de la nada. Todo eso y dos actores sensibles, profundamente inmersos en sus personajes con la colaboración de una niña y una excelente actriz de carácter son elementos de un filme diferente.

Calificación: Muy buena