Servini de Cubría dijo que se siente "investigada" por Oyarbide en la causa de adopciones en la dictadura

La jueza federal que en la década del 70 estuvo al frente de uno de los cinco juzgados de Menores cuestionó la decisión de Oyarbide de negarle la posibilidad de declarar o aportar pruebas en el caso.

La jueza federal María Servini de Cubría expresó que se siente "investigada" por su colega Norberto Oyarbide, quien investiga la entrega en adopción de niños, posiblemente hijos de personas secuestradas y desaparecidas, durante la última dictadura militar.

Servini de Cubría, que en la década del 70 estuvo al frente de uno de los cinco juzgados de Menores en esta ciudad, cuestionó la decisión de Oyarbide de negarle la posibilidad de declarar o aportar pruebas en el caso.
"Me siento investigada", admitió Servini de Cubría en declaraciones a radio América.

La jueza indicó que "a fines de 2010" presentó a Oyarbide una serie de documentos sobre su intervención en dos casos de niños que, entre 1976 y 1977, fueron restituidos por ella a sus familias de origen.

"No me dio participación (en la causa), desconozco cuál será la intención que tiene", planteó la magistrada.
Al respecto, señaló que Oyarbide, al momento de requerir información sobre las adopciones, solicitó "once o doce expedientes"
abordados en el juzgado de Menores a su cargo y "sólo tres" del magistrado Gustavo Mitchell, quien en noviembre de 2011 renunció como camarista de Casación Penal por su presunta vinculación a la apropiación de niños en la dictadura.

Servini de Cubría recordó que en su etapa de jueza de Menores guardó en una caja fuerte del juzgado al menos "20 expedientes" de casos de niños que "pueden ser" hijos de desaparecidos.

"Me quedé con las copias carbónicas y el doctor Oyarbide tiene esas copias", aseguró.

Frente a las presuntas sospechas que plantearía el juez sobre su actuación, Servini de Cubría resaltó, "sin ánimo" de vanagloriarse, que en su trayectoria ordenó la detención del ex dictador Emilio Massera y del apropiador del legislador porteño Juan Cabandié, entre otros casos.

"Conozco hace muchos años al juez Oyarbide, le he tenido mucho aprecio, pero creo que me tiene que dar el derecho de poder declarar o colaborar (en la causa). Yo tengo la conciencia tranquila", dijo.

Por último, mencionó que el cargo de jueza federal con competencia electoral como el que ocupa "es codiciado" por varios colegas, "no sólo Oyarbide", aclaró, quien se desempeñó como fiscal del fuero en su ausencia.