Crítica: "El artista": una historia que despierta sentimientos entrañables

Una aventura cinematográfica

Ficha técnica:
"El artista" (The Artist). Coproducida entre Estados Unidos, Francia y Bélgica, 2011. Filme mudo, en blanco y negro. Dirección y guión: Michel Hazanavicius. Fotografía: Guillaume Schiffman. Música: Ludovic Bource. Actores: Jean Dujardin, Bérénice Béjo, John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann y Malcolm McDowell. Presenta: Diamond Films. Duración: 100 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Una película con magia. Ese es el simple calificativo que justifica la visión de un filme pequeño en cuanto a producción, entrañable en sentimientos, rabiosamente cinéfilo (sus escenas son un banquete para la búsqueda de géneros, incluso títulos famosos), diseñado con técnica de orfebre y con intérpretes dotados de un ángel especial.

La historia es simple. Hollywood en los años "20, un galán en el período mudo, amado por el público, su encuentro con una simpática extra, la negativa de George Valentin a integrarse al cine sonoro y el inicio de su caída acompañado del ascenso de Peppy Miller, la extra que conociera poco tiempo antes. Entre escena y escena, las filmaciones, la pasión del público por el naciente arte, los géneros de moda y la conciencia por parte del espectador de la magnitud del fenómeno cinematográfico en la década de 1930.

EL HUMOR

La proyección de una película muda en la primera escena, en un gigantesco teatro, con gente vestida de gala y orquesta en vivo, ubica a cualquier espectador en la importancia del cine y sus actores.

Así van desfilando filmaciones con despliegue visual, aventuras llenas de indios y selvas, el fervor del público ante los actores, situación que provocaría la consagración del star-system. En fin la vida de un actor desde la fama a la decadencia más triste. Pero a no preocuparse porque este director de apellido difícil a causa de su origen lituano, tiene sentido humor. Nada durará demasiado. Todo se resolverá con una sonrisa.

Hazanavicius ama el cine, muchas de sus escenas parecen sacadas de la saga chaplinesca (el perro llamando a la policía a causa del incendio), de filmes de Mark Sandrich con la dupla Fred Astaire-Ginger Rogers, o de Vittorio de Sica en "Umberto D". ¿Acaso el delicioso Uggie de Valentin no seria un nieto del inolvidable Flick del profesor Ferrari? Hasta sus ladridos se parecen.

LUMINOSA

Quien vea "El artista" no podrá decir que se rodó en blanco y negro, porque es una película luminosa, con los colores del arco iris. Jean Dujardin parece haber escapado, verdaderamente de un filme mudo, esa sonrisa de galán y el arco de la ceja de villano en la escena del baile, contrastan con la melancolía del "perdedor" ante el éxito de la juventud, encarnada en la jovencita Peppy.

Peppy Miller es Bérénice Bejo, hija de un director argentino que con el grupo CAM sacudia cimientos culturales en época de Ongania. Llamativamente su hija demuestra la audacia paterna de consagrarse con una película contra la corriente, en pleno siglo XXI, en blanco y negro y muda.

También hay veteranos que siguen jugando en primera John Goodman (el empresario), James Cromwell ("La reina") aquí un imperdible mayordomo y Malcolm McDowell, apaciguada luego de una juventud marcada por "La naranja mecánica" o "Calígula".

Ver "El artista" es sentir el cine en estado puro, con la fuerza de las imágenes y la calidez de lo verdadero.

Calificación: Excelente