Crítica: "Alvin y las ardillas 3", una entretenida aventura con simpáticos roedores

Entre cruceros y un naufragio

Ficha técnica: "Alvin y las ardillas III". (Alvin and the chipmunks III). Estados Unidos, 2011. Dirección: Mike Mitchell. Guión: Jonathan Abel y Glenn Berger. Música: Mark Mothersbaugh. Actores: Justin Long, Matthew Gray Gubler y Jesse McCartney. Presenta: Fox. Duración: 87 minutos. Calificación: Para todo público.

Sabemos que las ardillas son roedores, que algunas vuelan, que otras tienen cola tupida, pero eso sí, ninguna canta ni baila. Virtud que caracteriza a las célebres creaciones de Ross Bagdasarian, que comenzaron como marionetas hace más de cincuenta años, también eran ardillas y luego se transformaron en dibujos animado y tiras cómicas, haciendo famosas sus canciones y ganando varios Grammys.

Ya iniciada su carrera cinematográfica hace un tiempo los ya conocidos Alvin, Theodore y Simon, divierten con sus aventuras, ya sea enloqueciendo a su "padre y descubridor" Dave, o poniendo un crucero patas arriba como en este caso.

TESORO PERDIDO "Alvin y las ardillas 3" presenta nuevamente al rebelde Alvin, el racional Simon y el dulce y robusto Theodore que parten con su protector para una gira de trabajo y enloquecen a tripulantes y capitanes, hasta caer al mar en una travesura de Alvin, que desea tener una buena panorámica y se escapa en barrilete a las alturas, siendo seguido por sus amigos.

La película propone una agradable historia para los más chicos, sin ninguna innovación temática, con sus conocidas canciones, que sobresale en la primera parte cuando divierten con sus aventuras en el crucero y tienen a mal traer a su "padre" y al capitán; pero decae en la segunda parte, cuando, como náufragos, deben sobrevivir en una isla desierta.

La presencia ambigua de una misteriosa mujer (Jenny Slate, la actriz de "Saturday Night Live") y un tesoro perdido, completan el paisaje isleño.

Con una historia en la isla un poco traída de los pelos, el filme, que mezcla dibujos animados y actores en vivo es impecable técnicamente. Tiene buen ritmo y le sobran algunos minutos, aunque la atractiva presencia de los roedores y sus bailes logran distraer a los más chiquitos.

Calificación: BuenaI.