El horario de trabajo flexible es saludable

Entre las ventajas se citan: menor cansancio emocional y estrés psicológico, mayor propensión a consultar a un médico, menos conflictos familiares. Los empresarios buscan brindar un ambiente laboral óptimo para fomentar la productividad de sus empleados.

Andrés Ramos, empleado de una empresa multinacional en Buenos Aires, agradece poder ir a buscar a sus hijos al colegio de vez en cuando, o estar presente en algún acto escolar. "Es un pequeño lujo que otros padres no se pueden dar", comenta.

Como Ramos, cada vez son más los argentinos que valoran tener un trabajo con horario flexible para poder participar un poco más de la vida familiar. Según la consultora Addeco, después del salario y las posibilidades de crecimiento en una compañía, es el beneficio más apreciado a la hora de buscar un empleo. Pero tal vez no sea solo una cuestión de conveniencia: la flexibilidad horaria podría tener también un efecto positivo sobre la salud.

Según un estudio publicado este mes por la revista Journal of Health and Social Behavior, la salud y el bienestar de los adultos, que pasan buena parte de su vida en el puesto laboral, mejoran cuando pueden trabajar en horarios flexibles.

El estudio lo encabezó Phyllis Moen del Departamento de Sociología en la Universidad de Minnesota y analizó lo ocurrido a más de 600 empleados de una empresa de servicios que adoptó una iniciativa de horarios flexibles para sus trabajadores, según la agencia de noticias española EFE.

JAULAS DE TIEMPO

"Los adultos pasan buena parte de su tiempo despiertos siguiendo ritmos institucionalizados en torno al comienzo y el fin del día y la semana de trabajo", señaló el estudio.

Estas reglas y ritmos del horario laboral constituyen "jaulas de tiempo" que se dan por establecidas e inmutables, y son "andamios invisibles que confinan la experiencia humana dentro y fuera del empleo", señala el artículo en la revista oficial de la Asociación Sociológica de Estados Unidos.

"Nuestro estudio muestra que cuando se pasa de considerar como productividad el tiempo que se está en la oficina a poner el énfasis en los resultados reales se crea un ambiente de trabajo que promueve el comportamiento saludable y el bienestar", indicó Moen.

"Las iniciativas que abren la senda a los horarios flexibles alientan a los empleados a que se cuiden más", añadió.

La iniciativa de horario flexible que estudió el equipo de Moen comenzó en 2005 en la sede central de la empresa Best Buy en Richfield, Minnesota, y el propósito fue centrar a los empleados y gerentes más en los resultados mensurables que en dónde y cuánto tiempo se completaba la tarea.

Bajo el programa se permitió que los empleados cambiaran rutinariamente el lugar y el tiempo de trabajo, según sus necesidades individuales y las responsabilidades de su posición, sin necesidad de permiso o notificación a un supervisor.

Una de las conclusiones clave del estudio es que la iniciativa de horario flexible permitió que los empleados descansaran más y la mayoría de ellos indicó que dormía un promedio de 52 minutos más en la noche anterior al trabajo.

Los empleados se sintieron menos obligados a trabajar cuando estaban enfermos y fueron más propensos a consultar con un médico cuando era necesario aunque estuvieran ocupados.

"La iniciativa de trabajo flexible incrementó en los empleados su sentido de control del horario y redujo los conflictos entre trabajo y familia, lo cual a su vez resultó en mejor descanso, niveles más altos de energía y un sentido de control de la vida personal que disminuyó el cansancio emocional y el estrés psicológico", sostiene el estudio.

SIN DATOS

En la Argentina no se conocen trabajos científicos sobre el tema, según confirmó a La Prensa la doctora Cristina Pantano, presidente de la Sociedad de Medicina del Trabajo de la Provincia de Buenos Aires (SMTBA).

La doctora Pantano señala que las empresas que han aplicado esta modalidad de trabajo en modo parcial en nuestro país no cuentan con una evaluación de resultados.

Sin embargo, la psicóloga Adriana Guraieb, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) e Internacional, coincide en que ""la flexibilización genera un valor agregado al permitir ambientes y horarios que facilitan las habilidades propias, mientras no se exagere con la demanda de rendimiento".

"No suele ser una buena fórmula -sostiene la licenciada- tener un jefe en frente mirando el reloj para ver cuánto produce el empleado, ni tampoco tenerlo con el aliento en la nuca diciéndole que hay que llegar al objetivo".

Esos estilos, señala, "generan mucho malestar y el empleado cierra su cabeza como un mecanismo inconciente de defensa ante la angustia que le significa tanta exigencia y tan poco reconocimiento".

"Los expertos en el tema consideramos que para que una persona trabaje en condiciones óptimas es muy importante que exista un balance entre su vida personal y su vida laboral, que haya buena relación con los jefes, que sepa que en la empresa lo que se le pide es que haga bien el trabajo y no que esté ocho horas sentado", continúa.

"Esto es importante también para el empresario, porque un empleado bien motivado, reconocido, que sabe que puede tener una libertad horaria en caso que lo precise, seguramente hará menos rotación de trabajos, estará cómodo y ello redundará directamente en la creatividad", insiste.

"De allí que muchas empresas comenzaron a incorporar beneficios extras para el trabajador, tales como un gimnasio, una cancha de tennis y en los momentos en que se descontractura, que se desentiende del trabajo y descansa su mente, se ha comprobado que justamente allí surgen ideas nuevas, soluciones a viejos problemas, opciones que parecían no existir y por tanto incrementar a pleno el rendimiento, con alegría, con involucración, con el menor nivel de estrés posible", añade Guraieb.

"Hace ya unos cuantos años se gestó un movimiento internacional por la defensa y el derecho al placer en el trabajo y se llama slow food (comida lenta). Desde luego se ha extendido a otros campos, pero la idea es mejorar las condiciones laborales e incrementar el bienestar en los puestos de trabajo", asegura.

Cuando el empleado no puede ir al médico porque se superpone con su trabajo, o no puede realizar otras actividades familiares importantes, entonces "lenta pero inexorablemente se va desmotivando, le falta entusiasmo y puede comenzar a experimentar los tan temidos síntomas del burn-out (cabeza quemada)".

"El trabajador, entonces, ya no puede producir y está propenso a enfermedades psicosomáticas, se incrementa el ausentismo, y la mala onda o la falta de disposición hacen que ejecute estrictamente lo necesario, sin involucrarse en la tarea", concluye.

CASO TESTIGO

Andrés Ramos confirma que el horario flexible mejora la calidad de vida. "Uno puede pasar más tiempo con la familia y aprovechar para resolver pequeñas cosas que son también importantes", cuenta.

"Hay una gran cantidad de trámites que se pueden realizar: concurrir a una oficina que abre en el mismo horario que uno, llevar el auto al mecánico, ir al banco a dar de baja una tarjeta", enumera. "La alternativa es faltar al trabajo para cumplir con alguno de esos trámites, cuando en realidad no llevan todo el día".

El trabajo a distancia es también un beneficio muy apreciado por las mujeres que acaban de dar a luz, y las que se encuentran en el período de lactancia del bebé. En algunas empresas se les permite asistir al lugar de trabajo medio día, y el resto del tiempo trabajar desde su propia casa.

Esta alternativa permite que la mujer no deje de lado su trabajo por haber tenido familia y al mismo tiempo la empresa no debe resignar uno de sus empleados y empezar a buscar un reemplazo. Así, todos contentos.