Obama marca el fin de la guerra en Irak

El presidente de los Estados Unidos saludó a soldados recién llegados de Irak, proclamando que el conflicto de casi nueve años termina de manera honrosa, "no con una batalla final, sino con una marcha final a casa".

Washington - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, saludó hoy a soldados recién llegados de Irak y marcó simbólicamente el fin de la guerra, proclamando que el conflicto de casi nueve años termina de manera honrosa, "no con una batalla final, sino con una marcha final a casa".

En un emotivo acto en la base militar Fort Bragg, de donde salieron más de 200 soldados muertos en la guerra, Obama se cuidó de nunca declarar la victoria de su país en un conflicto al que se opuso desde el principio, que heredó como presidente y que ahora busca cerrar, dejando detrás a un Irak lleno de problemas.

Pero sí proclamó un digno final para una guerra que dejó casi 4.500 soldados estadounidenses muertos y unos 32.000 heridos.

"La guerra en Irak pronto pertenecerá a la historia, y su servicio pertenece a las eras", dijo Obama a las tropas, elogiando su "logro extraordinario".

"Como su comandante en jefe, y en nombre de una nación agradecida, estoy orgulloso de decir por fin estas dos palabras: Bienvenidos a casa. Sé que sus familias están de acuerdo", dijo Obama a cientos de soldados reunidos en Fort Bragg, en el estado de Carolina del Norte, informó la agencia de noticias DPA.

"Es un momento histórico para nuestro país y nuestro Ejército", dijo Obama, quien elogió los sacrificios militares desde marzo de 2003 cuando comenzó la invasión a Irak liderada por Estados Unidos.

"Hay algo muy profundo en el final de una guerra que ha durado tanto tiempo", prosiguió el presidente, que estuvo acompañado por su mujer, Michelle.

"Irak no es un sitio perfecto. Quedan aún grandes desafíos. Pero las tropas dejaron un país que es soberano y estable", afirmó el mandatario.

Todas las tropas esatdounidenses tienen previsto salir de Irak el 31 de diciembre, en virtud de un acuerdo alcanzado con Bagdad.

Obama prometió el lunes, no obstante, que Estados Unidos seguirá dando asistencia civil a Irak, que enfrenta un futuro incierto en una de las regiones más volátiles del mundo.

Aunque una mayoría de los estadounidenses respalda poner fin a la guerra, algunos miembros de la oposición republicana criticaron el retiro de Obama con el argumento de que deja detrás un Irak inestable y permeable a la influencia de Irán, algo que podría dañar los intereses norteamericanos.