Crítica: "Verdades verdaderas. La vida de Estela", la pionera abuela de Plaza de Mayo

El tesón que vence el horror

Ficha técnica:
"Verdades verdaderas. La vida de Estela. Argentina, 2011. Dirección: Nicolás Gil Lavedra. Guión: María Laura Gargarella y Jorge Maestro. Fotografía: Hugo Colace. Música: Nicolás Sorín. Actores: Susú Pecoraro, Alejandro Awada, Laura Novoa, Fernán Mirás e Inés Efron. Presenta: Primer plano. Duración: 97 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.


La figura de Estela de Carlotto fue elegida por Nicolás Gil Lavedra como protagonista de su primer largometraje. Su figura oficia como testimonio de tantas mujeres no militantes a las que la injusticia presiona en el surgimiento de una actitud militante. Actualmente es Presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, entidad de la que fuera una de sus fundadoras.

Docente en La Plata, madre de cuatro hijos, tres de ellos militantes, su hija Claudia, estudiante de historia fue secuestrada en el "77, embarazada y el niño que habría nacido en julio de 1978 en cautividad, permanece desaparecido.

Su entrevista con un importante militar durante la época del Proceso, confirmó la muerte de la joven y su cadáver le fue entregado en agosto de 1978 cuando ya Estela de Carlotto, dedicada a la familia y a su hogar hasta ese momento, había comenzado a participar de las actividades de Madres de Plaza de Mayo.

LA EPOCA

El filme está construido en forma biográfica y abarca un período que va de 1975 hasta nuestros días, no en forma cronológica, con ciertos momentos anteriores referidos a la infancia de la joven desaparecida y sus hermanos.

Tradicional en su línea, con fuerte subrayado en la emotividad, la película tiene una correcta reconstrucción de época que se remite a un sector barrial, donde sucede la acción y ciertas instituciones, en las que se gestiona la búsqueda de Claudia Carlotto.

Un final con la presencia del personaje real, la constancia de la recuperación de quinientos nietos por la Asociación, la creación del Banco Nacional de Datos (1987), primero en el mundo y de un Archivo Biográfico Familiar, que apuntala la memoria, testimonian importantes logros sociales.

Susú Pecoraro, en una madura y emocional interpretación, rodeada de un excelente grupo actoral, encabeza esta producción de buen equilibrio dramático y algún pequeño desborde en la utilización de la continuidad musical.

Calificación: Buena