Crítica: "Violeta se fue a los cielos", con una excepcional actriz: Francisca Gavilán

Descarnado filme de Andrés Wood


Ficha técnica:
"Violeta se fue a los cielos". Coproducida entre Chile, Argentina y Brasil, 2011. Dirección: Andrés Wood. Guión: Eliseo Altunaga, Rodrigo Bazaes, Guillermo Calderón y Andrés Wood. Asesor creativo: Angel Parra. Fotografía: Miguel Ioan Littin y Miguel Abal. Música: Violeta Parra, asesor creativo: Angel Parra. Actores: Francisca Gavilán, Luis Machín, Cristián Quevedo, Thomas Durand y Gabriela Aguilera. Presenta: Primer plano. Duración: 110 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Escribe como quieras. Libérate, grita en vez de cantar. La canción es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta. Estas y otras son palabras de un ideario que guió la vida de la inolvidable autora de "Gracias a la vida", "Volver a los 17", la misma que con un pequeño grabador recorrió desiertos cordilleranos, logrando recopilar más de tres mil canciones del acervo chileno, que de otra manera se hubieran perdido.
Violeta Parra fue un ser irrepetible, capaz de enfrentar la vida desde la total miseria, exponer sus textiles en el Museo del Louvre, ser odiada por su carácter autoritario y morir de amor e impotencia, frágil e indefensa, en la Carpa en que soñó construir la Universidad de la música.

MAREA HUMANA

Una marea humana la acompañó en su entierro, luego de haber decidido ejecutar su propia vida, la misma marea humana ausente en las noches de la Carpa de la Reina, en que la misma Violeta llegó a tocar sola y decepcionada, acompañada de algún folklorista invitado.

De madre campesina y padre maestro de música pobre, curtió la miseria desde la infancia y logró fijar la canción popular chilena en el mapa internacional de la música universal.

El chileno Andres Wood ("Machuca") logra un descarnado y atípico retrato de la Violeta, ayudado por una excepcional actriz de carácter, que canta las canciones de la Parra como si fuera un espíritu reencarnado en un cuerpo y un rostro similar a la cantora.

RELATO ASIMETRICO

El relato del director chileno es asimétrico, no cronológico, fluctúa entre la entrevista televisiva, la peregrinación cordillerana en busca del acervo popular que la obsesionó y una vida de pocas alegrías, notables sorpresas (exponer en el Louvre) y sopapillas incomibles en los días de hambre que podían encontrarla en Chile, Polonia, o París.

Filme de claroscuros y tenebrosidades, con escenas de inusual belleza (la geografía continental, la Carpa de la Reina, lejana y en medio de la nada) o esa suerte de daguerrotipo antropológico de los cantores viejecitos perdidos en la cordillera, que acceden a fotografiarse con la buscadora de sueños.

"Violeta se fue a los cielos", suerte de poético y amargo fluir de la conciencia, deslumbra por su tratamiento sonoro y fotográfico y esa Francisca Gavilán personificando a la cantora, capaz de descubrir las maravillas de la vida, dejar un legado eterno de música y vida y como la película dice, desplegar las alas, cansada de sueños y melodías y partir a los cielos para curiosear la eternidad.

Calificación: Muy buena