"Si a la sociedad le parece normal pagar por sexo, la trata de personas seguirá"

Así lo indicó la jueza de la Corte Carmen Argibay, quien pidió ponerse firmes con el tema. "Cuando hay un un allanamiento, diez minutos antes desapareció todo", denunció. Y apuntó especialmente contra los policías, quienes "miran para otro lado".

La jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay advirtió que si a la sociedad le sigue pareciendo "normal que haya gente que pague por tener sexo", la trata de personas no se combatirá, y destacó la necesidad de que las fuerzas de seguridad y la Oficina de Migraciones empiecen a involucrarse orgánicamente en la lucha contra este delito.

"Porque no nos engañemos: cuando hay un juez que ordena un allanamiento a un sauna, whiskería, casa de masajes o como queramos llamarlos, diez minutos antes desapareció todo. Eso quiere decir que hay alguien que avisa y alguien que está conectado y a mí no me cabe la menor duda que esto hay que buscarlo entre las fuerzas de seguridad", advirtió.

Asimismo, en declaraciones radiales, Argibay sostuvo que "si la sociedad no entiende que pagar por sexo es estar contribuyendo a la prostitución, esto no se puede arreglar".

"Si a la sociedad le parece una cosa normal que haya gente que pague por tener sexo con otra, si eso no se corrige, si la sociedad sigue tomando esto como normal, no hay nadie, ni gobierno, ni jueces, ni leyes, ni cárceles, ni nada que pueda revertir (la trata de personas)", aseguró.

La Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia, a cargo de la jueza Argibay, firmó un convenio con la Procuración General de la Nación con el fin objetivo de ponerle fin a la trata de personas y a "la incitación a la prostitución que esto generalmente conlleva".

Vinculada a esta problemática, el miércoles pasado la jueza y el ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, refrendaron el acuerdo que pone en vigencia el Protocolo Único de Examen para las Víctimas de Agresión Sexual, una iniciativa apuntada a "asegurar el acceso a justicia de las personas en situación de vulnerabilidad".

En sus declaraciones de esta mañana, la magistrada precisó que actualmente la dependencia a su cargo mantiene contactos con el Ministerio de Seguridad de la Nación para tratar de que el convenio de capacitación de los fiscales "podemos hacerlo extensivo a las fuerzas de seguridad, que son las que tienen que ocuparse mayormente de esto".

"La firma que hemos hecho con la Procuración General de la Nación es para que los fiscales también trabajen en eso (en la lucha de la trata) e, igualmente, la Defensoría General de la Nación está haciendo el curso de capacitación sobre el tema", explicó.

Tras lo cual, Argibay insistió en advertir que "ahora nos faltan las patas del Ejecutivo, que son las fuerzas de seguridad y la Oficina de Migraciones, porque hay que ver en algunos puestos de migraciones en nuestras fronteras como no se controla absolutamente nada".

"Yo no me puedo meter en capacitar a la Policía porque es otro poder, no puedo interferir, pero sí puedo tratar de firmar un convenio con el Ministerio de Seguridad para ver si ellos adoptan el sistema de capacitación para las fuerzas de seguridad que estamos usando nosotros", indicó.

La magistrada reiteró que la sociedad civil también debe tomar conciencia que el de la trata de personas "es un problema grave, muy serio".

"Cada vez se llevan más chicos, no solamente mujeres, también varones. Hay una mafia de la pornografía infantil por Internet que es una cosa terrible", subrayó.

Cuando se le señaló que no solamente gobiernos nacionales o provinciales y las policías "miran para otro lado" en este tema, sino que también hay jueces, Argibay aceptó: "Por supuesto, en todas partes hay de todo, no creo que el Poder Judicial se salve, que sea totalmente impoluto en este tipo de cosas".

"No hay ningún lugar, ni ninguna profesión, ni ningún trabajo, donde todo el mundo sea perfecto, por el contrario, creo que los seres humanos somos muy imperfectos e, incluso, tenemos muchas contradicciones. En todas partes se cuecen habas, decía mi abuela", ilustró