CRITICA: "PRIEST-EL VENGADOR 3D" UNA NUEVA PRODUCCION CON VAMPIROS

Sacerdotes sui generis

Ficha técnica:
"Priest-el vengador 3D" (Priest). Estados Unidos, 2011. Dirección: Scott Charles Stewart. Guión: Cory Goodman basado en la novela gráfica de Min-Woo Hyung. Fotografía: Don Burgess. Música: Christopher Young. Actores: Paul Bettany, Karl Urban, Maggie Q y Lily Collins. Presenta: Sony. Duración: 87 minutos. Calificación: Para mayores de 16 años.

En la era de la globalización hasta las películas se entrecruzan y mutan en estilos y géneros. Ese es el caso de Priest, donde uno puede encontrar guiños y más que guiños a formatos y estilos de todo tipo.

Desde el cine de vampiros, pasando por el de horror, el de anticipación, el específico de ciencia ficción, hasta recorrer algo del animado, digamos animé para ser modernos o mejor aún manhwa, porque Priest está basada en una de estas historietas de Corea del sur, parecida al manga japonés y el manhuachino. Así que una de las manifestaciones de la historieta, tan popular como la china o la japonesa, el manhwa se deja ver en su versión norteamericana, basada en la obra del coreano Min-woo.

JOVEN RAPTADA

El filme retoma el tema vampírico con una impronta pseudo-católica, en la que se convierte a sacerdotes en algo así como kamikazes antivampiros, que ganadores ante los prestigiosos chupasangres, ahora están aislados, obedecen órdenes de ortodoxos monseñores (línea Inquisición demodée) y lucen exóticos tatuajes que los acercan más a la época en que vivimos.

La acción se centra en el rescate de una parienta adolescente de un Priest, a la que habrían raptado algunos vampiros que ahora están recluídos en colonias, cual míseros inmigrantes indocumentados. Unos cowboys van a ayudar al Priest protagonista y a la Priest femenina, especialista en artes orientales a las que el Priest Mayor, también es afecto.

ELEGANCIA ESTETICA

La película no innova, más bien refrita. Lo hace con elegancia estética. Lo mejor es el comienzo con un dibujo animado, que cuenta la derrota vampira en la historia del mundo por los Priest. También la fotografía lunar de Don Burgess ("El expreso polar") con escenario donde Priest y cowboys en amigable comunión, dotados de ancianas motos y como exóticos salidos de "Busco mi destino", recorren soledades de bellos colores. Y por supuesto la escena final del tren, símil películas de John Ford, series de Matrix y mundos de "Blade Runner".

La pena es la música rimbombante, que a toda fuerza quiere meternos solemnidad, misticismo y drama.

Hay buenas actuaciones como este Paul Bettany, el inefable Christopher Plummer, que puede ser tanto el barón Von Trapp de la versión de Robert Wise de "La novicia rebelde", como el Monseñor desquiciado de la historia.
Para los aficionados, Priest brinda una línea de vampiros interesantes, con buena performance de salto y rostros un tanto alien en estado desesperado. Los adictos lo van a disfrutar.

Calificación: Buena