Niños ansiosos: ¿nacen o se hacen?

La ansiedad en la infancia puede convertirse en patológica y alterar la vida normal de los niños y de sus familias. Una experta habla de las causas, síntomas, consecuencias y estrategias para combatir los trastornos de ansiedad. Cuánto tiene que ver la genética y en qué medida incide el entorno.

Los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos más frecuentes en chicos y adolescentes. Sin embargo, un alto porcentaje de casos es subdiagnosticado y no recibe tratamiento.

Así lo explicó en una entrevista con La Prensa la directora del Centro Interdisciplinario de Tourette, Toc y Trastornos Asociados, doctora Beatriz Moyano, quien además es vicepresidenta de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad.

"Mucha gente cree que es normal tener miedo en la infancia y que las características que alcanzan cierto nivel de patología se pueden deber a fenómenos normales, pero en realidad no siempre es fácil distinguir entre lo normal y lo patológico porque hay miedos evolutivos esperables", precisó la experta.

Según indicó, la ansiedad -tanto para niños como adultos- es la primera señal de alarma de que algo está resultando un desafío que hay que enfrentar. "Si ese desafío no es desmedido y el niño cuenta con los recursos para afrontarlo, esta ansiedad será normal y, lejos de enfermarlo, lo va a hacer fuerte, capaz e incluso lo va a hacer sentir autoválido", aclaró Moyano.

En cambio, cuando el desafío es desmedido -ya sea para cualquier chico o un chico en particular es más vulnerable y no tiene los recursos para enfrentarlo-, el niño manifestará unos síntomas físicos y psíquicos de ansiedad, que pueden afectar su funcionamiento. Es entonces cuando la ansiedad se puede volver patológica.
"Existen ciertos miedos esperables para cada edad y otros que no", advirtió la profesional.

- ¿Cómo distinguir entre los miedos normales y los miedos patológicos?

- Los normales típicos varían según la etapa evolutiva. Por ejemplo, son comunes el miedo a la oscuridad en un niño pequeño; el miedo a separarse de la mamá en las primeras etapas del jardín; el miedo a los monstruos cuando empiezan a ver películas; que tengan miedo a los perros u otros animales cuando empiezan a caminar; o que se asusten frente a una tormenta.

En la etapa preadolescente es normal que los chicos tengan miedo a hacer el ridículo o a no estar a la altura de sus pares, o a realizar alguna actividad frente a los ojos de otros.


Pero cuando el grado de estrés que el chico tiene que afrontar es excesivo y no alcanza a superar los miedos normales de cada etapa evolutiva -entonces, a los diez años no se anima a dormir solo, o no logra quedarse solito en un cumpleaños, o habla sólo cuando está en su casa-, hablamos de trastornos de ansiedad.

Otros signos que revelan un trastorno de ansiedad se dan cuando no puede ir a la escuela a una edad que ya debería ir o no se quiere quedar solo en la habitación cuando ya debería; es decir que el niño no está pudiendo funcionar como se espera de él para esa etapa evolutiva.

LOS MAS COMUNES

- ¿Cuáles son los trastornos de ansiedad más comunes?

- Los típicos son las fobias a algunas cosas: miedo a estar solos, a separarse de la mamá, a la oscuridad, a los exámenes. Por lo tanto, esta ansiedad termina impactando no sólo en lo social sino en lo académico.
Hay otra forma de ansiedad que la gente conoce menos, que es la tendencia a preocuparse demasiado por todo. Esto no es muy tomado en cuenta por los papás, porque cuando los chicos son muy responsables y perfeccionistas piensan que el chico está bárbaro... pero quizás se está preocupando todo el tiempo por todo y tiene una forma de ansiedad que se llama "ansiedad excesiva" o "generalizada", que es bastante poco detectada.
Otro tipo de ansiedad, que es absolutamente distinta a la dos primeras es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). En realidad, si bien todavía se considera a las obsesiones y compulsiones trastornos de ansiedad, en nuestra ciencia se están empezando a separar. Se piensa clasificarlas como un trastorno más relacionado con los tics o los trastornos como el déficit de atención porque tienen una base más biológica y no influye tanto el entorno. Los chicos que lo padecen tienen algunas preocupaciones específicas: necesidad de orden, de simetría; miedo a que algo malo pase a los padres y por eso tiene que cumplir cierto ritual como repetir conductas; o lavarse muchas veces las manos; o sentir que no pueden usar baños públicos.

- ¿Qué síntomas provocan los trastornos de ansiedad?

- Todas las formas de ansiedad se expresan con síntomas físicos y psíquicos. Los psíquicos son el miedo intenso, la sensación de descontrol y esa necesidad de evitar aquello a lo que uno tiene miedo. Los síntomas físicos, cuando son chiquitos, son dolores de panza, dolores de cabeza, llanto, irritabilidad o no poder dormir. En tanto, en la adolescencia suelen sentir que el corazón les late más rápido, que transpiran de forma excesiva o que se quedan sin aire.

- ¿Cuáles son las causas de la ansiedad infantil?

- Hay un interjuego de factores, entre genéticos y del entorno. Si bien tiene influencia lo genético -la propensión a la ansiedad suele manifestarse en familias que tienen ansiedad social o una característica obsesiva marcada-, en los trastornos de ansiedad tiene una gran influencia el entorno, ciertos factores del entorno pueden "gatillar" la ansiedad.

EL ENTORNO

- ¿Qué aspectos específicos del entorno del niño pueden generar esta clase de trastornos?

- El entorno temprano está muy vinculado. Es importante que los papás sean personas que hayan resuelto ellos mismos sus propios miedos y ansiedades. También entra en juego el tipo de vínculo que establecen los padres con sus hijos: se ha demostrado que el vínculo inseguro hace que los chicos sean más propensos a ser ansiosos.

Es importante saber que las experiencias traumáticas tempranas -abuso físico, abuso verbal, carencias afectivas- pueden despertar la ansiedad. Cualquier forma de estrés es capaz de producir ansiedad pero sobre todo el estrés temprano.

Otra cuestión de relevancia es el tipo de modelo que dan los padres: los padres ansiosos tienen chicos ansiosos, y no siempre es porque es genético sino porque los adultos están todo el tiempo modelando a los niños, los chicos aprenden lo bueno y lo malo.

Por lo tanto, hay que darle mucha más importancia a los factores del entorno, empezando por la casa y la escuela, sabiendo que los primeros meses de vida del bebé son fundamentales. Incluso se comprobó que las madres estresadas durante el embarazo tienen chicos que son más propensos a la ansiedad.

ESTRATEGIAS

- ¿Qué tratamientos existen para abordar los trastornos de ansiedad?

- Es justamente en el entorno en el que se puede intervenir y con mucho éxito.

Por ejemplo, se vio que tratando a esas mamás tempranamente -incluso desde el momento en que se planea la maternidad-, charlando de sus propios miedos y ayudándolas a que se vayan sintiendo competentes, seguras, se corrige la propensión a la ansiedad de sus hijos.

Los genes activados desde el nacimiento se pueden corregir en su expresión. Eso se llama epigenética. Antes se creía que los genes determinaban todo y que no había nada más para hacer. Hoy se sabe que la expresión de los genes se puede regular por el ambiente.

Cuando tratamos a nenes muy chiquitos, sobre todo tratamos a los padres: hacemos lo que se llama "terapia cognitiva-conductual", que se vale de la "psicoeducación". Vemos cómo ellos están reforzando la ansiedad en sus chicos, cómo pueden resolverla y por qué su hijo tiene esto y en qué consiste y cómo lo podemos ayudar. Siempre lo que les enseñamos a los padres y a los chicos es que hay que afrontar gradualmente el temor; el terapeuta los va acompañando para encarar de a poco ese miedo que tienen.

Hay mucho conocimiento sobre cómo se tratan los chicos con distintos trastornos de ansiedad. Para cada uno de ellos hay un tipo de abordaje que se adapta, pero todos tienen en común esto de la psicoeducación a los padres y a los chicos, explicándoles cómo funciona la mente, por qué se producen esos síntomas y por qué no es bueno que siga evitando lo que evita.

- ¿Cuáles son las etapas de la terapia cognitiva-conductual?

- Primero se hace la psicoeducación y luego el tratamiento propiamente dicho que consiste en un número de sesiones, que no es fijo -pero cuando está realizado por expertos en el área tiene que dar sus resultados porque son tratamientos probados científicamente-.

Durante el tratamiento se evalúa cómo va mejorando el niño mediante escalas específicas que miden la ansiedad que tenía el niño al comenzar con el trastorno de ansiedad y a medida que avanza en la terapia.
Una vez que se verifican las mejoras en el niño, viene la etapa de prevención de recaídas. Hacemos sesiones de repaso. Si después de darle el alta hay alguna situación que recrudece el trastorno, nunca va a ser igual que antes porque esta estrategia para solucionar lo que ocasiona la ansiedad se lleva para siempre, se incorpora.

- ¿Cómo cualquier otra enfermedad, cuanto antes se empiece el tratamiento, mejor?

- Cuanto antes, mejor. Porque cuando la ansiedad comienza de chicos significa que va a seguir de más grande y hay riesgo de que sufra otros trastornos en la edad adulta, como depresión o abuso de sustancias. Además, se evitan los efectos que también produce sobre la familia.