Sigo trabajando por mi candidatura presidencial, sostuvo, aunque eso depende de varios factores
Macri duda que hacer pero se definiría la semana que viene
En los próximos días podrían confirmarse todas las candidaturas del PRO, tanto a nivel nacional como porteño, indicó Macri.
"Sigo trabajando por mi candidatura", sostuvo Mauricio Macri, después de la tormenta de versiones que había causado su anunciado "stand by" del pasado jueves.
Desde Rosario, el titular del PRO evaluó que mientras "hay mucha ansiedad, yo sigo trabajando en lo que tengo que hacer" y señaló que "en los próximos diez días, antes del 15 de mayo" podrían confirmarse todas las candidaturas del PRO, tanto a nivel nacional como porteño.
Esa ansiedad es la que carcome a quienes rodean a Macri, incluyendo a Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta. Todo el macrismo esperan con ansías una definición de su jefe que ya se extendió demasiado. "Esta incertidumbre - confió un vocero- es la que genera declaraciones como la de ayer (por el jueves)".
Durante la gira que realizó por Santa Fe y Córdoba, Macri volvió a ser motivado por quienes lo acompañaban para que se decida por jugar en la nacional.
"Vamos Mauricio tenés que ir por la presidencia", lo animó Miguel Del Sel en una cena devolviéndole la presión que el jefe porteño puso en el cómico durante el verano para que lance a la arena política.
En esa mesa estaban además Emilio Monzó, uno de sus armadores nacionales y el diputado Jorge Triaca entre otros. Allí Macri confió que todavía está pensando que hacer y no dio muchas pistas.
Fuentes del macrismo explicaron que todo depende del posible arreglo que podría gestarse con Ricardo Alfonsín ya que, explicaron, seis de cada diez votantes del Jefe de Gobierno acompañarían al radical. "Veo que (Alfonsín) empieza a reflexionar, en buena hora", deslizó Macri ayer qiuen aspira a buscar consensos.
Para muchos operadores del PRO, Macri está acorralado entre quienes lo impulsan a ir a la Presidencia y quienes le dicen que debe revalidar su cargo en la Ciudad. En el primer grupo están: Federico Pinedo, Humberto Schiavonne, Emilio Monzó y gran parte del gabinete porteño.
Mientras que el ala más moderada y la responsable de su indefinición, agrupa a Gabriela Michetti, Marcos Peña y el ecuatoriano Jaime Durán Barba entre otros.
Pero lo que lo desvela a Macri, más allá de las presiones que recibe a diestra y siniestra, son dos cosas. La primera cerrar un buen acuerdo en la provincia de Buenos Aires, donde Francisco de Narváez implora por una definición.
"Si hay un acuerdo salen ya a caminar la provincia Francisco, Mauricio y Gabriela", explicó a La Prensa hace unas semanas un operador del "denarvaismo". La segunda es que precisa un buen candidato a vicepresidente. Ya se han nombrado a Chiche Duhalde (improbable si su esposo mantiene la candidatura), la ministra María Eugenia Vidal (de escaso conocimiento nacional) y Carlos Reutemann (prácticamente una quimera).
El mayor miedo, en tanto, de quienes alientan la candidatura porteña del líder del PRO es que Gabriela Michetti no aguante una campaña feroz en su contra. Si bien estiman que el candidato sea Daniel Filmus y que el senador no tiene esos modos, sí temen al desgaste del gran aparato de medios kirchnerista, confiaron voceros.
Del otro lado, quienes impulsan su salto a la presidencia, le explican que más allá de una buena performance en la primera vuelta de la ciudad, las cosas se pondrán complicadas en el balotaje ya que agruparía a toda la oposición en un voto "anti Macri" y ven con mucho cuidado el salto de Pino Solanas a la carrera porteña.
Además le explican, encuestas en mano, que Michetti si bien podría sacar unos puntos menos el 10 de junio, en la segunda vuelta "robaría votos de sectores que es imposible que voten a Macri".