La salud mental, fuera de los manicomios

La creciente incidencia de los trastornos neuropsiquiátricos sumada a que un alto porcentaje de personas afectadas por este tipo de padecimientos no recibe un tratamiento adecuado, plantea la necesidad de reformular los esquemas de atención existentes hasta el momento. En la Argentina el proyecto de ley Nacional de Salud Mental aguarda su aprobación en el Senado.

Hay alrededor de 110 millones de personas con enfermedades mentales en América Latina y el Caribe, pero entre un 75 y un 85% de ellas no recibe tratamiento alguno. El problema no es que falten centros especializados en la atención psiquiátrica, sino que por el contrario la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que ha llegado el momento de derribar las barreras que antes separaban a la salud mental de las otras áreas de la medicina, incluyéndola con énfasis en las políticas de salud y otorgándole un espacio dentro de los hospitales generales y centros sanitarios.

La necesidad de lograr una progresiva "desmanicomialización" surge de una serie de datos tales como que "uno de cada cuatro problemas de salud en las Américas está vinculado con problemas psiquiátricos" y que "una de cada cuatro personas en nuestra sociedad necesita, necesitó o necesitará atención en este campo a lo largo de su vida", según lo advierten la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

A nivel mundial, según el "World Health Report 2002", los desórdenes neuropsiquiátricos ocupan el primer lugar en el ranking de las principales enfermedades que afectan la salud de las personas, seguidos por las lesiones (que incluyen accidentes y suicidios, los cuales a menudo están vinculados con la depresión, el alcoholismo y otras patologías de tipo psiquiátrico).

En la Argentina, se estima que hay 25.000 personas recluidas en psiquiátricos y que "al menos el 60% de esos pacientes continúan internados por razones sociales, pasada la crisis que determinó el motivo original de la internación", de acuerdo con una investigación del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels).

Con el objetivo de que las personas con padecimientos mentales sean tratadas en hospitales generales, fuera del encierro, con alternativas de tratamiento y de inclusión en la comunidad, se está impulsando una ley Nacional de Salud Mental, que además servirá para asegurar los derechos de quienes tienen este tipo de padecimientos. El proyecto ya obtuvo media sanción de Diputados y espera su tratamiento en el Senado.

"La norma promoverá la gradual y progresiva sustitución de los hospitales psiquiátricos por servicios basados en la comunidad; dará accesibilidad a quienes necesitan tratamiento; impulsará el desarrollo de servicios como internación en hospitales generales, internación ambulatoria y domiciliaria", explicaron desde la OPS.

PROTEGER LOS DERECHOS

Sobre los motivos que llevan a que un alto porcentaje de personas con enfermedades mentales no accedan a un tratamiento y los fundamentos del proyecto de ley, dialogó con La Prensa el doctor Hugo Cohen, asesor en Salud Mental para Sudamérica de la OPS/OMS.

- ¿Cuáles son los principales aspectos que aborda el proyecto de ley Nacional de Salud Mental?

- El proyecto establece que las personas no pierden el derecho de ciudadanía por padecer un trastorno mental, sino que por el contrario mantienen y hay que apoyar el ejercicio de estos derechos. Además se plantea que la salud mental sea incluida dentro de las políticas generales de salud, esto quiere decir que así como cualquiera puede ir a un centro sanitario u hospital general por cualquier problema de salud, aquel que tiene alguna problemática en el campo de lo emocional, de lo afectivo, etcétera, pueda acudir a un hospital general, a la guardia o a un centro de salud y ahí sea atendido en forma adecuada, incluyendo -si es necesario- la provisión de algún psicofármaco y también si hace falta la internación por unos días en camas en los hospitales generales.

Por supuesto, todo esto requiere un proceso de adaptación y de formación de los profesionales porque la mayoría no ha recibido componentes de cómo atender una persona en crisis. Esto incluye la actualización y formación del propio profesional de la salud mental, que tampoco tiene estos instrumentos, justamente porque hasta hoy los sistemas de salud mental en la Argentina y en muchos países del mundo, se basan aún en los hospitales psiquiátricos.

En ese sentido, la ley plantea que al incluir en forma activa la política de salud mental en la política de Salud se dé una gradual y progresiva sustitución de los hospitales psiquiátricos por estas nuevas prestaciones en salud.
Otro principio importante de la ley es la inclusión de la intersectorialidad, porque el problema no es solamente de salud, sino que es una problemática que debe incluir activamente el campo del desarrollo humano, de vivienda, educación, trabajo... todos esos organismos del Estado deben tener políticas efectivas para que permitan que estos derechos de ciudadanía para la inclusión sean reales.

SIN TRATAMIENTO

- ¿Cuáles son las causas que conducen a la falta de acceso a un tratamiento adecuado en materia de salud mental?

- Las causas son diversas. Podemos mencionar: la falta de políticas o la política inadecuada; las políticas que se aplican de manera parcial, la carencia de legislaciones adecuadas o legislaciones que también se aplican de manera parcial. Otro factor es el insuficiente presupuesto destinado a salud mental; en Sudamérica no llega al 2% cuando lo recomendable sería que alrededor del 8% del total del presupuesto de salud se destine a salud mental. Pero además, otro de los motivos, es que ese 2% -que es poco- significa muchos millones de dólares para los países, de modo que mientras se trabaja para incrementar el presupuesto para salud mental hay que reconvertir y reorientar estos millones de dólares hacia estos sistemas que permitan a la persona ser incluida de manera digna en la sociedad. Hace falta más presupuesto pero además hay que reorientar y reconvertir lo que hay hacia una nuevo tipo de prácticas.

- ¿El miedo y desconocimiento en torno a las enfermedades mentales es otra de las razones que llevan a que haya tanta gente sin tratamiento?

- Sin dudas, lo que suele llamarse "estigmas" y el temor, existen. Pero en última instancia esto tiene mucho de fundamento en el prejuicio y el desconocimiento. Las experiencias en el mundo demuestran que cuando se trabaja de forma efectiva con estas personas en la comunidad, se apoya a las familias, se atienden las necesidades del vecindario, se los escucha, se los acompaña, se les da instrumentos, se les explica qué hacer, qué problemas tienen estas personas, se les dice que están en tratamiento y que están siendo ayudadas y además cada vez que la familia o el vecindario necesita, hay un equipo que asiste y acude al horario que sea, las familias y los vecinos empiezan a disminuir este temor y con el tiempo empiezan a ayudar ellos mismos a los pacientes.

- Se estima que un 60% de los pacientes con enfermedades mentales continúa internado en establecimientos psiquiátricos porque no se sabe qué hacer con esa persona. ¿De qué forma se puede alcanzar una mejor calidad de vida para estos pacientes?

- La mayoría de los pacientes de los hospitales psiquiátricos, como pacientes, no tienen ya nada que hacer en esa institución. Ellos requieren, en cambio, una estrategia psicosocial y sociocomunitaria que los reintegre en forma efectiva.

Para eso hay que identificar las necesidades puntuales de cada uno, hay que hacer una evaluación y a partir de allí reintegrarlo a la familia, cuando es posible. No se trata de devolver a la familia una carga sino que la familia debe ser ayudada y apoyada tanto o más que el familiar que fue paciente. Este apoyo se da, por ejemplo, con equipos que hagan visitas domiciliarias, de manera intensiva, proveyendo de medicación -si necesita seguir tomando-, viendo la posibilidad de un empleo o capacitándolo en algún tipo de tarea que le permita a esta persona reinsertarse en el plano laboral o en el plano educativo, es decir, darle los instrumentos para que se sienta útil. A veces no hay familia o la familia no puede hacerse cargo, entonces tiene que haber una residencia, un lugar sustituto o un lugar de tránsito. Son distintos los dispositivos que hay que construir para que esta persona tenga una vivienda y a partir de allí pueda desarrollar una vida digna.

- ¿Cuáles son las ventajas de que una persona que padece una enfermedad mental pueda ser atendida en cualquier hospital o centro sanitario?

- A través de estudios científicos, se ha demostrado en el mundo que las personas atendidas en hospitales generales o centros comunitarios, con visitas domiciliarias, con disponibilidad de los fármacos necesarios, con el apoyo del área social, vivienda, trabajo y educación -toda la estrategia que mencioné antes, llamada "la salud mental comunitaria"-, tienen una mejor evolución clínica de su problemática, hay una notable disminución de las recaídas que frecuentemente tienen y, cuando hay recaídas, éstas se van espaciando en el tiempo e inclusive son menos severas. Todo esto permite una mejor perspectiva.