La Iglesia exhortó a terminar con los enfrentamientos y convocó a una reconciliación

En las conclusiones de la llamada Semana Social, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, reclamó un "nuevo liderazgo" para erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral.

Mar del Plata - El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, exhortó hoy a terminar con la lógica de amigo-enemigo y con los "enfrentamientos", al hacer un llamado a la "reconciliación" de los argentinos para avanzar hacia una cultura del diálogo y del consenso.

"La reconciliación de todos los argentinos está en el sentir común de la gente. Tenemos que terminar con todo lo que es enfrentamientos, lo que nos dispersa, con lo que nos pueda llevar a tratarnos como amigos o enemigos”, aseveró el prelado al cerrar la llamada Semana Social, en Mar del Plata.

Casaretto exclamó que "sería bueno" que "en la Argentina" los argentinos se traten "como hermanos, contemplando diferencias pero siempre aspirando a un sentimiento de profunda fraternidad".

En las conclusiones de la llamada Semana Social, la Iglesia reclamó un "nuevo liderazgo" para erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral.

Al respecto, reiteró que "la clave" para lograrlo es la búsqueda de consensos, mediante el diálogo, que permitan alcanzar políticas públicas que trasciendan los gobiernos.

Asimismo, insistió en advertir que "el mero crecimiento económico no basta para asegurar la equidad, el progreso y la movilidad social ascendente".

"Estamos convencidos que los líderes del Bicentenario serán aquellos que asuman prioritariamente una intensa mística del servicio, una creativa pasión por el bien común y un profundo compromiso por el diálogo", dijeron los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en el documento conclusivo.

En tal sentido, pidieron reemplazar el "estilo de fragmentación por el espíritu de fraternidad", y renovaron el compromiso de trabajar por "una Argentina más justa, fraterna y solidaria".

El texto final fue leído por Casaretto y recoge las conclusiones de los más de 700 dirigentes sociales, políticos, sindicales y empresariales que participaron de estas jornadas realizadas en el Hotel Intersur 13 de Julio, de Mar del Plata.

A esta ciudad llegó también el gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien aseguró que las conclusiones de estas deliberaciones iban a ser "una guía" para su gestión.

La visita de Scioli fue un gesto valorado por los obispos, sobre todo por la cercanía del mandatario provincial con el gobierno nacional, que no siempre está predispuesto a escuchar los pronunciamientos eclesiásticos.

Los obispos destacaron "la pluralidad de miradas" que hubo durante las jornadas y agradecieron a los asistentes por "brindar un testimonio de la importancia del diálogo constructivo en la democracia".

Asimismo, reconocieron que la propuesta eclesiástica de querer erradicar la pobreza en seis años, en el marco del Bicentenario patrio 2010-2016, es "un desafío difícil" pero "un sueño grande".

Sobre este punto, afirmaron que "no hay grandes logros sin grandes sueños". "Creemos que la búsqueda de consensos para el desarrollo integral es la clave para erradicar la pobreza como prioridad nacional del Bicentenario 2010-2016", subrayaron.

La Iglesia repitió que "los consensos se deben lograr contemplando los rostros concretos" de los "hermanos y hermanas más pobres y excluidos que esperan gestos y acciones concertadas entre todos" los que, "en distintos niveles", tienen "responsabilidades en la construcción del bien común".

"Generar espacios de diálogo y promover una cultura del encuentro es también profundizar nuestra opción por los pobres y por el desarrollo federal de la Argentina", enfatizó el documento.

Los obispos reafirmaron, tras citar el resultado de la Conferencia Episcopal Argentina de noviembre de 2008, que "sólo el diálogo hará posible concretar los nuevos acuerdos para proyectar el futuro del país y un país con futuro".

"La promoción de políticas públicas es una nueva forma de opción por nuestros hermanos más pobres y excluidos", agregaron.

Por último, consideraron que "se requieren nuevas estructuras que faciliten el diálogo constructivo para los necesarios consensos sociales". "Para erradicar la pobreza y la exclusión necesitamos promover entre todos un auténtico acuerdo sobre políticas públicas de desarrollo integral", finalizaron.