Cáncer de tiroides: cómo detectarlo a tiempo

Hay cerca de 3.000 nuevos casos por año. Se trata de una clase de tumor más común en mujeres que en varones, que tiene altas chances de cura cuando el diagnóstico se realiza de forma precoz. Para ello sólo es necesario un simple examen, aunque los expertos advierten que todavía no se realiza con la frecuencia debida.

Las mujeres son más propensas que los varones a sufrir cáncer de tiroides, un tipo de tumor que cuando es diagnosticado en forma precoz y administrado el tratamiento correspondiente, se puede curar.

Para ello, resulta fundamental que tanto la población general como la comunidad médica tome conciencia sobre la importancia del examen de cuello -sobre todo en aquellas personas que tienen entre 20 y 40 años de edad o con antecedentes familiares de la enfermedad-.

Con este objetivo, la Asociación de Pacientes con Cáncer de Tiroides de la República Argentina (ACTIRA), desarrolló una campaña de difusión sobre esta enfermedad en el marco de la Semana Internacional de la Tiroides, que culmina hoy.

La glándula tiroides es un órgano fundamental para el organismo que produce, almacena y libera hormonas tiroideas al torrente sanguíneo. Las mismas son conocidas como T3 y T4 y su importancia radica en que ejercen influencia en la mayor parte de las células y colaboran en el control de sus funciones.

En tanto, el cáncer de tiroides es un tumor maligno de crecimiento localizado dentro de la glándula tiroides, que puede detectarse por la presencia de un bulto (nódulo) en la zona. Es uno de los tipos de cáncer cuya tasa de incidencia aumentó con el correr de los años en comparación con otros. Sin embargo, es uno de los cánceres que tienen mejor pronóstico si se lo detecta y trata a tiempo. Así lo explicó en una entrevista con La Prensa el doctor Fabián Pitoia, jefe de la sección Tiroides de la división Endocrinología del Hospital de Clínicas "José de San Martín".

- ¿Qué incidencia tiene el cáncer de tiroides?

- El cáncer de tiroides, como todos los cánceres, consiste en tumores malignos que afectan la glándula tiroides y cuya incidencia oscila en alrededor de 3.000 nuevos casos por año. No son estadísticas directas, son estadísticas que se sacan de manera indirecta.

- ¿Qué lugar ocupa, en cuanto a frecuencia, el cáncer de tiroides en comparación con otros tipos de cáncer?

- En la mujer es el cuarto o quinto tipo de cáncer más frecuente. Hay que tener en cuenta que ahora el cáncer de pulmón ha pasado a ser también un tipo de cáncer muy frecuente en la mujer debido a la elevada prevalencia de tabaquismo, entonces el de tiroides es un tumor que, dependiendo de los países, también puede estar sexto o séptimo respecto a la prevalencia de todos los tipos de cánceres.

Cabe destacar, que es un tumor que tiene un pronóstico muy bueno en comparación con otros tipos de tumores malignos, ya que la sobrevida es muy similar a la de la población general.

- ¿Por qué las enfermedades de tiroides son más habituales en mujeres?

- Aparentemente, tiene que ver con cuestiones hormonales, pero no se sabe con exactitud por qué.

- ¿Qué incidencia tiene el cáncer de tiroides en hombres?

- En hombres está mucho más alejado, porque la relación mujer-hombre es 4 ó 5 a uno. Es muy poco frecuente en hombres.

SEGUN LA EDAD

- ¿El éxito del tratamiento dependerá del estadío en que sea diagnosticado el cáncer?

- Depende del estadío, pero sobre todo depende de la edad que tenga el paciente. Todos los diagnósticos en pacientes por debajo de los 40 a 45 años de edad, en general, tienen buen pronóstico. Diría que el 95% de los pacientes va a tener una sobrevida que sobrepasa los 10 ó 20 años después del tratamiento inicial. En cambio, si el paciente tiene un diagnóstico tardío, es decir después de los 60 ó 70 años de edad, la situación puede cambiar y obviamente la esperanza de vida no será la misma.

- ¿A qué edad suele manifestarse este tipo de cáncer?

- El cáncer de tiroides se manifiesta más frecuentemente entre los 20 y 40 años, que es adonde se enfoca la mayor tarea de prevención en la población, para que la personas entre esas edades tengan por lo menos una palpación del cuello. Si esto no sucede por iniciativa del médico, se recomienda que pidan a su clínico o que, en su defecto, consulte un endocrinólogo para que le haga una palpación de cuello y pueda identificar si existen alteraciones o nódulos en la glándula tiroides, que es la medida inicial de la cual se parte para poder hacer un diagnóstico de cáncer de tiroides.

- ¿Hay alguna otra forma de prevenir el cáncer de tiroides?

- No hay una manera de prevenirlo. Los factores predisponentes son principalmente desconocidos. La radiación externa es un predisponente fundamental, en especial, en aquellos pacientes que han recibido radioterapia en el cuello o para el tratamiento de otras enfermedades, o bien en quienes sufrieron la catástrofe de Chernobyl, que tuvieron cánceres de tiroide mucho más agresivos. Si existe la presencia de radiación, la predisposición es mucho más elevada.

De todas formas, la radiación en el cuello se usa con poca frecuencia, de modo que no existe un factor predisponente que uno pueda identificar. Pero se debe tener en cuenta que siempre a partir de los 20 años hay que chequear el cuello porque la prevalencia de estas situaciones es muy alta en la población general, y haciendo un diagnóstico temprano uno también puede plantear un tratamiento correcto antes de tiempo.

- ¿Es común que los clínicos realicen esta palpación del cuello a quienes se encuentran en la franja etaria de mayor riesgo?

- Es totalmente poco frecuente. Por eso recomendamos al paciente que pida al clínico que haga eso y sino que concurra a un endocrinólogo -por lo menos una consulta- para evaluar su cuello y detectar las alteraciones que son más evidentes.

La ecografía de rutina no está indicada en la población general. Uno no debe hacerle ecografías a todos porque va a encontrar una elevada prevalencia de nódulos, que no tienen relevancia. El 70% de la población tiene nodulitos, que no tienen importancia.

Se recomienda solamente la palpación del cuello en la población general y si existen antecedentes familiares de problemas tiroideos o tumores tiroideos, ahí sí se procede a evaluar más profundamente.

- ¿Cuál es el siguiente paso en caso de que el médico detecte algo al momento de la palpación?

- Se pide la ecografía, un análisis de evaluación tiroidea y, en el caso de que hubiera un nódulo, se pide la punción aspirativa del nódulo para analizar las células.

TRATAMIENTO

- ¿En qué se basa el tratamiento del cáncer de tiroides? ¿Hay diversas alternativas?

- Hay una única alternativa, que es la cirugía. Se saca toda la tiroides para evitar que queden células de tiroides en el organismo, que producen una proteína -producida únicamente por la glándula-, llamada "tiroglobulina". Esta proteína es el marcador que se va a pedir para el seguimiento.

Luego de la operación para sacar la tiroides, se prescribe una dosis de yodo radioactivo, que termina de eliminar todas las células de tiroides que quedaron en el organismo y después se realiza un seguimiento del paciente a través de la determinación en sangre de tiroglobulina: si no hay tiroides, ya que fue eliminada por la cirugía y el yodo radioactivo, no debe haber tiroglobulina en la sangre y es entonces cuando uno puede decir que el paciente está libre de enfermedad. Si esa tiroglobulina vuelve a aparecer, significa que el paciente recidivó su enfermedad y hay que volver a plantear un tratamiento, que puede ser quirúrgico -si hay una metástasis en un ganglio- o de nuevo dosis de yodo radioactivo si el paciente tiene metástasis en otros lados, como por ejemplo en los pulmones.

- ¿Qué seguimiento tiene que tener una vez que se realiza el tratamiento?

- Se dan dosis de yodo radioactivo y dentro del primer año se define si el paciente está libre de enfermedad o no. Si el paciente no está libre de enfermedad, los tratamientos deben continuarse. Y si el paciente está libre de enfermedad, debe seguir controlado cada seis meses durante el resto de su vida. Esto último se debe a que el 30% de los pacientes que son considerados libres de enfermedad pueden volver a presentar en el seguimiento -como los tumores se dividen muy lentamente- una célula que quedó alojada en un ganglio y puede ser que se haga evidente cinco años después. De ahí la importancia del seguimiento a largo plazo.

- ¿Qué especialistas deben tratar el cáncer de tiroides?

- Los endocrinólogos, no el oncólogo. Y la subespecialidad que se dedica a hacer tiroides específicamente es la tiroideología.

- ¿Una vez que la persona concluye el tratamiento se deben seguir ciertas indicaciones?

- No, el paciente realiza una vida completamente normal y lo único que debe hacer es tomar la hormona de tiroides.