Rindieron homenaje a Alfredo Bravo a 7 años de su muerte

El diputado del bloque Nuevo Encuentro Ariel Basteiro calificó a Bravo como el "último gran maestro" y explicó que el dirigente socialista "era un luchador de las causas que parecían imposibles o de las que nadie quería hablar como la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final".

Un homenaje al dirigente socialista Alfredo Bravo, a siete años de su muerte, se realizó hoy en la Cámara de Diputados, durante una sesión especial dedicada al Bicentenario.

El diputado del bloque Nuevo Encuentro Ariel Basteiro calificó a Bravo como el "último gran maestro".

Explicó que Bravo "era un luchador de las causas que parecían imposibles o de las que nadie quería hablar como la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, la despenalización del aborto, el pedido de libertad sindical y la unión civil entre personas del mismo sexo en una época en la que nadie se atrevía hablar del tema", recordó.

Para el diputado de origen socialista, Bravo "no sólo fue un gran maestro por su profesión docente, sino que lo fue en los términos legislativos, éticos, sindicales y de militancia socialista y de los derechos humanos".
 

El histórico dirigente murió a los 78 años el 26 de mayo de 2003 en una clínica, luego de sufrir días antes un paro cardíaco.

El ex candidato presidencial por el Partido Socialista practicó la docencia a los 18 años en una escuela rural de Santa Fe.

Al ser trasladado a un colegio de la ciudad de Buenos Aires, se dedicó a la actividad gremial de los educadores con el propósito de unificar los organismos que agrupaban a los maestros y en 1973 se creó la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) de la que fue Secretario General.

Bravo fue secuestrado durante la última dictadura militar, en donde fue expuesto a torturas en un centro clandestino que dependía del Ejército.

En 1983, fue designado subsecretario de Actividad Profesional Docente del Ministerio de Educación y en 1991 fue elegido diputado.