Una falsa alarma de bomba obligó a evacuar la Catedral, y el metro fue tomado por policías

Habría otras 20 "viudas negras" listas para inmolarse en Moscú

La prensa rusa revela que las mujeres kamikazes fueron entrenadas en Turquía y en el Cáucaso. Putin llamó a las fuerzas de seguridad a limpiar las cloacas de terroristas. Miles de personas rindieron tributo a las víctimas

Moscú - Unas 20 mujeres están dispuestas a cometer atentados suicidas en Rusia como los que el lunes causaron 39 muertos, reveló ayer un diario local, en una tensa jornada en la que una falsa amenaza de bomba obligó a evacuar la Catedral de Moscú y mientras todo el país guardaba duelo por las víctimas de los sangrientos ataques en el metro.

El diario Kommersant publicó ayer que en principio unas 30 mujeres habían sido adiestradas en Turquía y luego en el Cáucaso en forma personal por Aleksandr Tikhomirov, nombre de batalla de Said Buriatski, el jefe de la guerrilla de Ingusetia asesinado en marzo de 2009 por los servicios secretos rusos.

Nueve de ellas se hicieron explotar en atentados anteriores y otras dos lo hicieron el lunes en los ataques en el metro de Moscú.

Se trata, según esta versión, de las llamadas viudas negras, nombre que deriva del uso de su ropa oscura, que están decididas a todo por haber perdido algún familiar a manos de fuerzas rusas, o las novias de Allah, prontas a convertirse en mártires por fanatismo religioso, por venganza o desesperación.

El artículo dice también que en la capital rusa pueden actuar también dos mujeres cercanas a seis muertos y quince detenidos en el ataque en el cual fue asesinado Buriatski, considerado el cerebro del atentado al tren Nievski Express de noviembre, que causó 25 muertos y 90 heridos. En ese caso, destacó el periódico, se trata de una acción de venganza.

FLORES

La existencia de estas suicidas en potencia se conoció en una jornada en la cual una falsa alarma de bomba obligó a la policía a evacuar la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, el templo mayor de la Iglesia Ortodoxa Rusa, donde se estaba celebrando una misa por las víctimas del doble atentado.

También el subterráneo moscovita fue virtualmente tomado ayer por la policía y efectivos del Ministerio del Interior en previsión de posibles nuevos atentados y para infundir seguridad. Casi un millar de efectivos patrullaban las calles y endurecieron los controles en todas las entradas de la ciudad.

Durante todo el día, miles de personas acudieron a las dos estaciones de metro dinamitadas el lunes, Lubyanka y Park Kultury, para depositar flores y velas en memoria de los muertos, mientras las banderas de toda la ciudad fueron izadas a media asta en señal de duelo. Los clubes y restaurantes anularon los espectáculos que tenían programados y las emisoras de televisión cancelaron los programas de entretenimiento.

Según el Servicio Federal de Seguridad (FSB), la investigación indica que los atentados fueron organizados por grupos islamistas del Cáucaso Norte de Rusia. La policía difundió en todas sus oficinas fotografías de cinco personas que, dijo, participaron de los dos atentados.

El primer ministro, Vladimir Putin, invitó ayer a las fuerzas de seguridad a "limpiar las cloacas" para acabar con los responsables del doble atentado.

"Los cómplices y los organizadores se escondieron y es una cuestión de honor para las fuerzas del orden limpiar las cloacas y hacerlos salir a la luz del día", declaró Putin durante una reunión sobre la seguridad del transporte en Moscú.

Putin reclamó además "perfeccionar" la legislación antiterrorismo. También el presidente ruso, Dmitri Medvedev, reiteró que para derrotar a los grupos armados del Cáucaso del Norte el gobierno continuará usando métodos de fuerza, aunque concedió que es necesario crear mejores condiciones socio-económicas.

Mientras, la comisión de Justicia y Asuntos Legales del Senado ruso anunció que estudiará la imposición de la pena de muerte a los terroristas, para los que la legislación actual solo prevé como máxima pena la cadena perpetua. (ANSA, AP, EFE y Télam)