Museo Muñiz, un viaje al pasado

Antiguos objetos, documentos y fotografías que testimonian el pasado del Hospital de Infecciosas Dr. Javier Muñiz y de la medicina argentina fueron "rescatados" por un equipo de expertos y puestos al alcance de todos aquellos que quieran realizar un curioso viaje en el tiempo.

La historia se remonta a fines del siglo XIX, cuando las epidemias de cólera, fiebre amarilla y viruela generaban caos en la ciudad de Buenos Aires. Fue en ese contexto que el 23 de diciembre de 1882 se inauguró, en el barrio de Parque Patricios, el "Hospital de Barracas", llamado a partir de 1904 "Hospital de Infecciosas Dr. Francisco Javier Muñiz".

Para el país, fue el primer hospital especializado en la atención de enfermedades infecciosas y hoy, con más de 120 años de labor ininterrumpida, esta institución constituye un testimonio vivo de la evolución de la medicina.
Concientes de la necesidad de cuidar el patrimonio histórico, cultural y natural que representa este centenario hospital, "se creó en octubre de 2008 un comité que tenía la tarea de implementar la preservación de ese patrimonio de la institución; así cobró vida el museo", explicó en diálogo con La Prensa el doctor Rubén Masini, director médico del Hospital Muñiz y presidente del joven museo.

Gracias al trabajo de un equipo multidisciplinario que se involucró con entusiasmo en el proyecto, el Museo Muñiz fue tomando forma. Tuti Maglio, secretaria del museo; el licenciado Marcelo Pizarro, coordinador del programa Historia y Patrimonio Cultural de la Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y asesor del museo; y la doctora Mirna Sawicki acompañaron al doctor Masini durante la entrevista, ya que son algunos de los que participaron en este proceso y quienes en la actualidad siguen ocupándose de las diversas actividades inherentes al museo.

Antiguos documentos y ojetos vinculados con la medicina y una importante colección de fotografías son las que atesora esta nueva iniciativa cultural, cuya misión es la de "crear y mantener activo un punto de encuentro abierto al ciudadano y al público en general, acercándole, a través de sus colecciones, la historia de la institución y de las intervenciones en el campo de la salud".

- ¿De qué forma se recabó el material para exponer en el museo?

Masini: - Si uno busca en cada una de las salas y los distintos lugares del hospital, encuentra siempre cosas que son históricas. Por decir un ejemplo, uno recorre la farmacia y encuentra frascos de vidrio típicos de esas farmacias de la época en que se crea el hospital. O en algunas salas hay elementos utilizados en la medicina que ya no se usan. A todas esas cosas en desuso hoy nosotros le damos una utilidad: conocer la historia de nuestro hospital.

Además, enseguida encontramos colaboración de todo el hospital... siempre alguien tiene algo, algún elemento que guardó en su casa o que tenía como recuerdo del hospital y lo dona al museo.

- ¿Dónde se exhiben esos objetos?

Masini: - En el hall donde está ubicada la Dirección hay un lugar en el que se exponen estos objetos. También hay un sector dentro del predio del edificio del hospital donde trabajan los miembros del museo.
Además, al mismo tiempo que la exposición de elementos históricos se comienzan a exponer elementos culturales. Hasta ahora, hemos realizado este tipo de exposición en dos oportunidades: uno a través de un mural, que se colocó en el pabellón 22-23, que habla sobre la belleza del jardín. Y también tenemos un sector dentro de la Farmacia, donde se entrega la medicación antiretroviral para los enfermos que padecen HIV/Sida, en el que inauguramos una galería de arte. La inauguramos el 1 de diciembre de 2009, que es cuando se celebra el Día Internacional de lucha contra el Sida. Entonces, expusimos en las paredes de esa sala de espera los cuadros de la artista Alejandra Fenochio.

La idea es que esta exposición dure tres meses y que no sea la única, sino que se renueve.

- ¿Tuvieron la oportunidad de ver la respuesta de los pacientes ante este cambio?

Masini: - Sí, justamente tengo algunas de las notas que dejaron los pacientes en un libro de visitas que pusimos en esa sala de espera. Una de ellas, dice así: "Me siento feliz de ver que la farmacia, que es el puente a mi vida por las medicinas que tomo, es también un paraíso de arte lo cual levanta el alma de los que venimos a encontrarnos con la vida. Unas felicitaciones y gracias".

Maglio: - El libro de visitas lo hicieron los participantes de un taller de encuadernación que se hace los viernes dentro del museo.

CULTURA BARRIAL

- ¿Los objetos antiguos expuestos son muestras permanentes?

Maglio: - Las muestras que están en el hall de la Dirección son temáticas, cambian cada tanto. Por ejemplo, la que está ahora es un homenaje al doctor José María Leston y se hizo con ocasión del Día del Médico.

Pizarro: - Además, el museo del hospital participó en la "Noche de los Museos", con la idea de vincularnos con otras organizaciones. Trabajamos con la Dirección General de Museos, que nos da un apoyo logístico importante, y también estamos trabajando para vincular el museo con áreas del barrio Parque Patricios. Estamos tratando de vincularnos con organizaciones culturales, porque este es un barrio que tiene su historia pero que tal vez no tiene aún gran desarrollo cultural.

Vale decir que entre el personal del Muñiz tenemos varios artistas, músicos que pertenecen a bandas de jazz y de blues que hicieron presentaciones durante la "Noche de los Museos". De modo que el personal del hospital también se involucra en esta iniciativa.

- ¿Cuál fue el objeto que más los sorprendió durante la búsqueda de elementos que conformarían el museo?

Masini: - Estamos frente a uno de ellos. Es un mapa de la peste. Como elemento es impactante porque este hospital que se crea a consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla, posteriormente trabajó para aliviar y tomar las medidas necesarias en aquellos lugares donde se produjeran casos de peste. Ese mapa data de principios de siglo veinte. También las fotografías que hemos encontrado, muy antiguas, nos han llamado la atención.

CURIOSOS HALLAZGOS

- ¿En cuanto a los elementos de medicina, recuerdan alguno que sea particularmente llamativo?
Maglio: - El que me impactó mucho fue uno que trajeron cuando se hizo la primera muestra del museo. Una enfermera nos dio un relojito de cuando hacían electroshock. Es una cajita cuadrada, que además de rara y antigua, cuando te cuentan la historia de lo que pasaba con eso, tiene otra significancia.

Pizarro: - También ha quedado medicación en estado original, porque no se han roto los sellos, del tiempo de la Asistencia Pública, generalmente eran de procedencia alemana. Es interesante porque la evocación de mucha gente ya mayor de la Asistencia Publica significó todo un período en la Ciudad, que tenía que ver con el surgimiento de los hospitales en los barrios, de todo un sistema de salud que hoy por hoy es enorme.

Sawicki: - Cuando se realizó en el museo la muestra que hizo la curadoría Reggiani hubo un objeto que reunía integligencia, profesionalismo, actitud participativa y pasión. Se trataba de un aparato que armó el doctor Manzano con su mecánico de autos; él se dedicaba a la fisiopatología respiratoria y lo utilizó para medir volúmenes pulmonares. Lo cierto es que ese objeto, que no existía en mercado, fue armado con la inteligencia, profesionalismo y pasión del médico y con la participación de su mecánico.

- ¿Qué proyectos tienen para el año que comienza?

Pizarro: - Hay varios porque este es el año del Bicentenario. Hemos rescatado del olvido un antiguo tango dedicado al hospital y queremos generar algo con eso.

Maglio: - También queremos continuar las cosas que ya estamos haciendo. Por eso continuará la galería en la sala de espera de los pacientes; también continuarán los talleres, ahora hay uno de encuadernación, probablemente este año tengamos uno de dibujo y pintura; y seguirán las muestras temáticas.

Sawicki: - Esto empezó hace un año nada más y hemos logrado una inserción bastante importante. Una inserción más allá del hospital, en el ámbito barrial.