El cambio climático provoca el aumento de casos de alergia y asma

También modificó la distribución geográfica de muchas especies de plantas, contribuyendo en muchos casos a una mayor superficie de plantas alergénicas.

El cambio climático está produciendo un fuerte aumento de casos de alergia y asma, debido a que se extendió la época de floración de ciertas especies y la contaminación ambiental predispone una inflamación de las vías aéreas, reveló el informe preliminar del XXI Congreso Mundial de Alergia que se desarrollará en Buenos Aires.

Los organizadores de ese encuentro que sesionará del 6 al 10 de diciembre presentaron un documento, en el que estiman que los cambios en la distribución, cantidad y calidad de pólenes que son desencadenantes de alergias, así como la contaminación ambiental, estaría relacionado con un aumento de la prevalencia de esas afecciones y un empeoramiento de los síntomas en los pacientes.

Carlos Baena-Cagnani, presidente del comité organizador del Congreso Mundial de Alergia, reiteró que "en la Argentina se estima que uno de cada cinco niños padece alguna enfermedad alérgica".

Baena-Cagnani precisó que "en los últimos años se ha sumado evidencia significativa acerca de cómo la polución ambiental empeoró los casos de alergia y asma, en particular en las ciudades, donde el aire está más contaminado".

El especialista sostuvo que "uno de los contaminantes ambientales más relevantes es el tabaco y se ha demostrado recientemente que la exposición, tanto activa como pasiva al humo de tabaco, se asocia con mayor riesgo de sensibilización alérgica, asma y otras enfermedades respiratorias crónicas".

Añadió que "además muchas plantas alergénicas modificaron y extendieron su época de floración, aumentando la carga de polen en el aire".

"Por eso se recomienda prestar atención no sólo a los conteos de polen en la atmósfera, sino también a los índices de polución y en los días en que esos valores están muy elevados, suspender o modificar las rutinas de ejercicio al aire libre", puntualizó.

El cambio climático, el incremento de los niveles de dióxido de carbono y de temperatura, junto con la polución atmosférica, provocan el efecto invernadero donde las plantas polinizan antes, con mayor cantidad de polen y terminan más tarde ese ciclo.

El polen, unido a los contaminantes, hace que sus efectos sean más agresivos y patógenos.
Los especialistas señalaron que se comprobó que las personas expuestas a contaminantes diesel manifiestan 20 veces más síntomas alérgicos que quienes no están expuestos a esas partículas.

El cambio climático también modificó la distribución geográfica de muchas especies de plantas, contribuyendo en muchos casos a una mayor superficie de plantas alergénicas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló entre los diez datos acerca del Cambio Climático y la Salud que el aumento de la temperatura global afecta los niveles y los patrones estacionales de las partículas en suspensión como el polen, que es un desencadenante de asma.

La OMS estimó que aproximadamente 300 millones de personas sufren de asma, 255.000 murieron por esa enfermedad en 2005 y de no tomar medidas urgentes para detener el cambio climático, las muertes por asma aumentarán cerca de 20% en los próximos 10 años.

Ignacio Ansotegui, especialista de la Universidad de Belfast, Reino Unido, miembro del Comité Ejecutivo de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, destacó que "los factores condicionantes para sufrir alergias son dos; el componente genético y la exposición al medio ambiente".

"En las últimas décadas hemos sido testigos de un claro incremento de la patología alérgica a nivel mundial y si tenemos en cuenta que el componente genético cambia lentamente a través de los cambios evolutivos, el marcado incremento de la patología alérgica sólo puede explicarse con los profundos cambios ocurridos a nivel de medio ambiente".

El especialista comentó que "el cambio climático, conjuntamente con el tipo de vida industrializada, la contaminación, la menor exposición a agentes infecciosos y el estrés, hacen que las enfermedades alérgicas sean la epidemia no infecciosa del siglo XXI".

Las recomendaciones para las personas alérgicas son monitorear el conteo de pólenes y de polución, chequear los contadores, tales como el que ofrece la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica y reducir la exposición al ozono.

También, caminar antes que correr porque los efectos del ozono son más graves cuando se respira a un ritmo acelerado, por lo que si se desea realizar ejercicios al aire libre, debería evitarse correr y preferir la caminata.