Bignone y Riveros se negaron a declarar en el juicio

La audiencia, no obstante, fue dominada por el incidente protagonizado por otro de los acusados, el general retirado Fernando Verplaetsen, quien insultó a los abogados de la querella mientras se trataba el pedido de la defensa de declararlo inimputable por tener "facultades mentales disminuidas".

Los generales retirados Reynaldo Bignone y Santiago Omar Riveros, se negaron hoy a declarar ante el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, en la tercera audiencia del juicio oral y público en que son juzgados por 58 secuestros, homicidios y tormentos cometidos durante la dictadura en Campo de Mayo. 

La audiencia, no obstante, fue dominada por el incidente protagonizado por otro de los acusados, el general retirado Fernando Verplaetsen, quien insultó a los abogados de la querella mientras se trataba el pedido de la defensa de declararlo inimputable por tener "facultades mentales disminuidas". 

La agresiva actitud del ex jefe de la policía bonaerense puso en entredicho el pedido de su defensor oficial Juan Carlos Tripaldi, quien pidió una pericia médica dado que, según dijo, su defendido "no comprende preguntas, no recuerda la época y no puede contestar preguntas". 

El defensor pidió además expresamente que los acusados no fueran condenados a cumplir una eventual condena a prisión dentro de una cárcel común del Sistema Penitenciario Federal, como ya ocurrió con Riveros, con el general Osvaldo García y con Verplaesten en un juicio anterior por el llamado "caso Avellaneda", hace dos meses 

La insólita pretensión fue replicada por, uno a uno, los abogados de las siete querellas que, empezando por la de la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Ciro Annicciaricco, consideró que el pedido era adelantar la sentencia. 

Pero la estrategia defensista, de pedir la eximición de Verplaetsen del juicio por "deterioro cognitivo", chocó con la actitud del militar cuando comenzó a insultar en voz baja pero con gestualidad clara, al abogado Pablo Llonto. 

"La puta que te parió, hijo de puta", repitió dos veces Verplaetsen, de 83 años y ya condenado a prisión perpetua en otro juicio por delitos de lesa humanidad, en un hecho que fue denunciado como indicio de su perfecta comprensión de las circunstancias. 

El presidente del tribunal, Héctor Sagretti, le llamó la atención y le reclamó "no hacer ningún tipo de manifestación y guardar el decoro", pese a lo cual el TOF autorizó una revisación general con peritos de parte. 

El juicio se reanudará el martes próximo cuando comiencen a declarar los primeros de los 130 testigos programados, en su mayoría sobrevivientes de los cuatro centros de detención clandestino que funcionaron en Campo de Mayo. 

En esta causa también están procesados los generales Jorge García, Carlos Tepedino y Enrique Guañabens Perelló, así como el comisario German Montenegro, y fue declarado inimputable antes de iniciarse el juicio, el lunes último, el general retirado Eduardo Espósito.