"SECTOR 9" DE NEILL BLOMKAMP

Utopía perversa

Ficha técnica:
"Sector 9" (District 9). Coproducida entre Estados Unidos y Nueva Zelanda, 2009. Dirección: Neill Blomkamp. Guión: Neill Blomkamp y Terri Tatchell. Fotografía: Trent Opaloch. Música: Clinton Shorter. Actores: Sharlto Copley, David James, Jason Cope y Mandla Gaduka. Presenta: Sony. Duración: 111 minutos. Calificación: Para mayores de 16 años.

El origen de esta opera prima fue un corto, "Vivo en Joburg", hecho hace cuatro años y que su director, Neill Blomkamp, rehizo en forma de largo y con el nombre de "Sector 9", producido por Peter Jackson ("El señor de los anillos").

¿Por qué el interés por Blomkamp? Simplemente por su talento. Este sudafricano educado en Canadá, de veintinueve años, encara su película con un estilo diferente. Amalgama la ciencia-ficción con el documental y se vale de la tecnología con un singular grado de verosimilitud (sus máquinas y robots son gestualmente casi humanos), abordando el tema alienígena en forma alegórica.

Desde siempre se supuso que los habitantes del espacio eran superiores. Pero en "Sector 9", los terráqueos "primermundistas" se encuentran con unos alien desnutridos, mezcla de insectos y crustáceos y los asignan a ese sector, donde abandonados a su existencia diferente, constituyen un ghetto en que mercenarios nigerianos los explotan elevando cada vez más el precio del manjar que prefieren, la comida de gato. El problema surge cuando la compañía privada Multi-National United es encargada de trasladar a los casi millón y medio de "langostinos", como despreciativamente los llaman, a otra zona, más alejada de los blancos.

DEBILES Y PODEROSOS

Lo que impresiona en "Sector 9" es su poderosa capacidad de significación, que permite asimilar esos seres esqueléticos y míseros a trágicos momentos del apartheid (sucede en Johannesburgo) y más aún a chicos desnutridos de cualquier lugar de Africa o latinoamérica. Y las imágenes se multiplican ante las diferencias entre terrícolas y aliens y la soberbia de poder que los "anfitriones" muestran con esos "invitados" a la fuerza, descolgados de una nave espacial inmensa, pero fija en el cielo de nuestro planeta, sin capacidad de movimiento. Si a esto se suma un sádico francotirador, un nigeriano caníbal, una sala para experimentos línea Mengele y ese antihéroe Van de Merwe (notable Sharlto Copley), designado para explicar a los "langostinos" el porqué de su reubicación, el horror está completo.

Suspenso y tensión, sorprendentes robots humanos, alucinadas luchas interraciales, ingenuidades, miradas fascistoides, notable diseño de producción y el fenómeno mutante como venganza y compensación a lo innombrable, caracterizan esta utopía perversa pero posible, donde Cronemberg y Romero se dan la mano.

Isabel Croce