Pino Solanas estrena un documental y denuncia la explotación de la tierra

En "Tierra sublevada: oro impuro", el cineasta y diputado electo presenta un documental que muestra el ultraje al subsuelo nacional y los efectos devastadores sobre el medio ambiente que generan los megaemprendimientos de la minería a cielo abierto.

El director de cine y diputado electo Fernando "Pino" Solanas estrena este jueves "Tierra sublevada: oro impuro", un filme documental en el que presenta el ultraje al subsuelo nacional y los efectos devastadores sobre el medio ambiente que generan los megaemprendimientos de la minería a cielo abierto.

Siguiendo la ruta abierta con "Memorias del saqueo", "La dignidad de los nadies", "Argentina latente" y "La próxima estación", en las que construye una cartografía de las penas, luchas y esperanzas del pueblo argentino, Solanas hace foco en este caso en la minería a cielo abierto a través de la dinamitación de cerros.

"Esto nació en los años 90 impulsado por el Banco Mundial que impuso la reforma de la legislación minera en 70 países", señala Solanas para marcar el alcance planetario de este tipo de extracción de riquezas de los países del Tercer Mundo en favor de las multinacionales de la minería.

"Frente al desarrollo y la expansión de Estados Unidos y los grandes procesos de desarrollo asiático, el capitalismo sale a buscar metales y el Banco Mundial financia este proceso de minería a cielo abierto que destruye montañas para triturar sus materiales y separar los metales", sostiene.

El creador de "Los hijos de Fierro" y "La hora de los hornos" remarca que "las leyes mineras que surgieron en los 90 son un escándalo y tienen por común denominador que parecen dictadas por las corporaciones mineras y no por países soberanos".

Haciendo una descripción de los beneficios de las mineras, Solanas señala que "tienen estabilidad fiscal por 30 años, excepción impositiva absoluta, incluso del impuesto al cheque. Lo único que pagan es el impuesto a las ganancias pero de ahí pueden deducir las inversiones que realizan".

"Además -continúa-, nadie sabe ni qué sacan y ni qué se llevan las empresas que lo único que pagan son las regalías, cuyo máximo es el 3 por ciento pero con la posibilidad de deducir los gastos de extracción, molienda, procesado, transporte, seguro y flete hasta puerto de destino".

"En definitiva -concluye Pino- las provincias terminan cobrando el 1 o el 1.5 por ciento de regalías que, por otro lado no es efectivamente pagado por las mineras por cuanto el Estado Nacional les reintegra del 2.5 al 7 por ciento de las exportaciones".

El cineasta, que para la realización del filme viajó a San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán y Salta, asegura que "el llamado progreso y derrame de riquezas que esta megaminería iba a traer sobre las provincias no se ve pero sí son evidentes las consecuencias negativas de este tipo de explotaciones: desertificación, contaminación de aguas y tierras, migraciones".

El filme, que se construye como un viaje a la Argentina profunda pone en primer plano las voces tanto de las comunidades, como de ecologistas, ingenieros mineros y distintos actores sociales que sufren los efectos y luchan contra este tipo de explotación minera.

"La primera provincia que se movilizó fue Chubut que impidió la instalación de una minera a cielo abierto en Esquel", relata Solanas, que en el filme muestra desde comunidades de indios Quilmes en Tucumán a docentes de Chilecito y vecinos autoconvocados de San Juan peleando en defensa del medioambiente y en contra de los efectos devastadores de este tipo de explotación minera.

"Estos movimientos sociales que surgen al calor de la lucha contra las mineras están obligando a las fuerzas políticas a tomar posición respecto del tema y ya llevaron a que siete provincias prohibieran la explotación minera a cielo abierto", remarca el cineasta y nombra a Chubut, Río Negro, La Pampa, Mendoza, San Luis, Córdoba y Tucumán.

"Yo creo que la perspectiva es promover una legislación que prohíba la minería a cielo abierto en todo el país, buscando la preservación del medio ambiente y proponiendo formas de minería menos devastadoras y menos contaminantes", concluye.