Nuevos horizontes en el tratamiento del cáncer de mama

Expertos que participaron de las Jornadas Multidisciplinarias de Actualización en el Tratamiento del Cáncer de Mama, en la ciudad de Mendoza, dialogaron con La Prensa acerca de los últimos resultados obtenidos en las investigaciones sobre esta enfermedad, las nuevas alternativas terapéuticas y las prometedoras líneas de estudio sobre las cuales se están trabajando.

Organizadas por la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), la Sociedad Argentina de Mastología y la Sociedad Argentina de Patología, las Terceras Jornadas Multidisciplinarias de Actualización en el Tratamiento del Cáncer de Mama ofrecieron a especialistas nacionales e internacionales la oportunidad de intercambiar experiencias en base a las más recientes investigaciones, la utilización de nuevos tratamientos, y las líneas de estudio que se están y se estarán llevando adelante durante los próximos tiempos.

Concretamente, los expertos manifestaron que hoy el tratamiento del cáncer de mama plantea dos desafíos: por un lado, en pacientes en las que la enfermedad ha llegado a un estadío avanzado o metastásico, se está buscando cronificar la enfermedad, es decir hacer del cáncer mamario una enfermedad crónica -como la diabetes o la hipertensión-, que sólo requiera de un control y una terapia adecuados. Y, por otra parte, médicos y científicos se encuentran abocados a incrementar las chances de cura de quienes padecen la enfermedad localizada.

Así lo explicaron la doctora Ana Lluch, jefa del servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia, en España, y el doctor Enrique Díaz Cantón, médico oncólogo del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas `Norberto Quirno' (CEMIC).

"Hoy tenemos la buena nueva de decirles a las mujeres con cáncer de mama que su mortalidad, en los últimos diez años, está disminuyendo y que ha disminuido en todos los países del mundo", destacó Lluch para luego agregar: "Esto se debe fundamentalmente al diagnóstico precoz, lo cual permite diagnosticar tumores más pequeños; y por otra parte, a que tengamos nuevos fármacos que nos ayuden a prevenir la recaída, que es lo que va a dar una disminución de la mortalidad".

Según la experta valenciana, en la actualidad se están desarrollando incomparables avances científicos en las terapias contra el cáncer; siendo además posible individualizar el diagnóstico y realizar un tratamiento personalizado adecuado a las características del tumor y a la identidad genética de cada paciente.

En ese sentido, Lluch puso de manifiesto que entre los adelantos más significativos se encuentran los fármacos biológicos, como los taxanos y sus derivados, que son más selectivos y menos tóxicos; así como también los tratamientos hormonales y los anticuerpos monoclonales humanizados, como el bevacizumab y el trastuzumab.

El conocimiento de las nuevas tecnologías de biología molecular (biotecnología) fue un paso crucial. Estas permitieron, a su vez, obtener mayor información sobre el genoma del cáncer de mama. "Han hecho que conozcamos por qué las células crecen desordenadamente, qué le pasa a una célula tumoral para diferenciarse de una normal... conocer estas diferencias y sus mecanismo es lo importante, porque nos hace conocer en el laboratorio qué factores de esa célula son los determinantes para el crecimiento tumoral; y cuando se aisla esa diana -esa alteración responsable del crecimiento-, se intenta hacer un fármaco que actúe sobre ella", resumió Lluch.

Tal es el caso del trastuzumab, que trabaja sobre el receptor HER2, a modo de bloqueador -con una molécula-, para que no trabajen los factores de crecimiento interno.

"De modo que en cáncer de mama hoy tenemos diversas dianas: la primera, los receptores de crecimiento -entre ellos los genes supresores, como el trastuzumab- y la otra importante es la angiogénesis", detalló la profesional del Hospital Clínico Universitario de Valencia.

"La angiogénesis es fundamental para que el tumor se alimente y que las células del tumor sigan creciendo; si nosotros somos capaces de que no llegue el sustrato de alimento a ese tejido tumoral, intentaremos que no crezca. Con los fármacos antiangiogénicos vamos por ahí", añadió.

MENOS TOXICIDAD

Al comparar las nuevas alternativas terapéuticas con las opciones `clásicas' -quimioterapia y tratamientos hormonales- utilizadas hasta hace poco, Lluch advirtió que "hay una resistencia a la quimioterapia, una limitación de esa efectividad, un fallo del tratamiento de la enfermedad avanzada y hay resistencias a la quimioterapia, como las hay a los antibióticos".

"La quimioterapia destruye toda célula que crece, sin conocer su especificidad para ser un célula tumoral o no; por eso tiene los efectos secundarios indeseables, es decir, afecta los folículos pilosos, las mucosas gástricas, afecta a las mucosas en general...", recordó.

"La terapia biológica, en cambio, -prosiguió- sólo actúa sobre esa diana específica (receptor) de la célula del tumor y en algún tejido más; pero tiene mucha menos toxicidad que los fármacos citotóxicos, a los que la gente teme tanto".

No obstante, Lluch aclaró que -por el momento- los tratamientos biológicos se combinan con la quimioterapia. "Utilizamos la quimioterapia durante un tiempo y, luego, como la quimioterapia no la podemos dar de forma indefinida, continuamos con el tratamiento biológico de mantenimiento", puntualizó.

Para concluir, la especialista aseguró que en el presente se están estudiando las diversas alteraciones que pueden dar lugar al cáncer mamario e identificar así otras dianas eficaces y útiles para el tratamiento individualizado. "Esa es nuestra esperanza; hacia ahí es adonde vamos", finalizó.

DETECCION PRECOZ

Por su parte, Díaz Cantón calificó la detección precoz, como un elemento clave para mejorar la calidad y esperanza de vida en las pacientes con cáncer, ya que los avances en ese campo son promisorios. "Con la introducción del screenning por mamografía, la mortalidad por esta enfermedad se redujo en un 30%", subrayó el médico oncólogo.

Respecto a los avances que se alcanzaron en los últimos tiempos, Díaz Cantón coincidió con Lluch al afirmar: "Las cirugías son cada vez menos agresivas, menos mutilantes y más conservadoras; además, se avanzó en la reconstrucción mamaria -en el caso de que haya que hacer cirugías mayores, como mastectomías-; hubo avances en los tratamientos de radioterapia, que son mucho más focalizados, más cortos y más efectivos; y se avanzado mucho en lo que nos compete a los oncólogos clínicos, que son los tratamientos sistémicos".

Para describir las características de los tratamientos sistémicos, el experto dijo que éstos son utilizados en el cáncer de mama temprano para incrementar la chance de curación, y que se los conoce como `tratamiento adyuvante'. Dentro de los tratamientos adyuvantes se encuentra la terapia hormonal (u hormonoterapia), la quimioterapia, "y hoy en día se abre una gran avenida que son las terapias dirigidas, sobre todo con la molécula llamada trastuzumab", opinó Díaz Cantón.

Sin embargo, el médico oncólogo lamentó que -por el momento- esta terapéutica sólo pueda utilizarse en un 20% de las pacientes con cáncer de mama, que son "aquellas que sobre-expresan esta proteína o tienen amplificado el gen HER2.

"En este grupo de pacientes se hicieron estudios en todo el mundo, sobre 15.000 pacientes, que demostraron que el trastuzumab (un anticuerpo nonoclonal humanizado) disminuye la tasa de reaparición de la enfermedad hasta en más de un 50% de los casos. O sea, que disminuye la reaparición del cáncer a la mitad cuando se usa con quimioterapia versus aquellos pacientes que han utilizado la quimioterapia sola" aseveró.

Al ser preguntado sobre los posibles efectos secundarios de la nueva terapia dirigida, Díaz Cantón manifestó que éstos "se pueden prevenir y tratar en forma muy efectiva". "El efecto secundario más importante del trastuzumab es la toxicidad cardíaca, que se da en un número muy bajo de pacientes. No obstante, haciendo un chequeo de la función cardíaca cada tres meses o menos se puede prevenir que aparezca esta toxicidad y -en caso de que aparezca- se suspende la droga, se trata la disfunción cardíaca y luego se continúa el tratamiento", sintetizó.

PREVENCION

En tanto, el doctor Carlos Alberto Capellino, presidente de la AAOC remarcó que "una de cada dos mujeres que padecen cáncer de mama se cura" si la enfermedad es detectada de forma precoz.

Por eso insistió en la necesidad de trabajar fuertemente en campañas de prevención, concientizando sobre la importancia de realizarse una mamografía cada dos años, después de los 40 años de edad. "El diagnóstico precoz nos facilita a los médicos el trabajo porque nos permite dar alternativas", argumentó.

Asimismo, sostuvo que en la Argentina todavía no se han tomado las medidas suficientes para reforzar el trabajo en prevención. "El Estado nacional en la República Argentina nunca llamó a la Asociación Argentina de Oncología Clínica para hablar y diseñar estrategias o decidir cuál era la conducta a seguir con el cáncer", reveló Capellino.

"Creo que nuestros políticos y economistas no contemplan el costo que tiene tratar la enfermedad. Si se invirtiera para evitar la enfermedad, se ahorraría dinero", concluyó.