Un festejo interminable de todo el plantel

Cada uno de los jugadores se acercó para acariciar ese trofeo tan anhelado y comenzar con el interminable griterio que se repitió a miles de kilómetros, en La Plata, por tamaña conquista.

Un emocionante festejo llevaron adelante los futbolistas, cuerpo técnico y dirigentes de Estudiantes de La Plata en el campo de juego del estadio Mineirao de Belo Horizonte, tras conquistar por cuarta vez en la historia del club la Copa Libertadores.

Con el trofeo en la mano, alzándolo hacia los 4.500 quinentos platenses que se acercaron hasta el estadio mineiro, Juan Sebastián Verón, figura y emblema de este equipo, puso inicio al festejo Pincharrata.

Cada uno de los jugadores se acercó para acariciar ese trofeo tan anhelado y comenzar con el interminable griterio que se repitió a miles de kilómetros, en La Plata, por tamaña conquista.

Mariano Andújar y Christian Cellay, fueron los encargados de custodiar el tan preciado trofeo en la tradicional vuelta olímpica ante la atenta mirada y el regocijo de los hinchas Pinchas, ya que la parcialidad local se marchó en silencio tras el pitazo final del chileno Carlos Chandía.

Terminada la vuelta alrededor del campo de juego, la Copa fue colocada de cara al lugar que ocuparon los hinchas visitantes durante todo el encuentro. Allí, realizaron la tradicional palomita hacia el trofeo.

Las canciones se sucedían una tras otra. El grito de guerra íEstudiaaaaaaa, Estudiaaaaaaaa! atronaba una y otra vez, para dar paso al íSí sí señores, yo soy del Pincha, sí sí señores de corazón, porque este año desde La Plata, desde La Plata, salió el nuevo campeón! Además, y como era de prever hubo dedicatoria al eterno rival, Gimnasia y Esgrima, que el fin de semana último se salvo agónicamente de no desdender a la Primera B Nacional."

Es para vos, es para vos, tripero p..., la p... que te parió", seguido por "el que no salta, se va a la B", además de "un minuto de silencio, para el Lobo que está muerto".