La cura para el insomnio

Es la patología del sueño más frecuente y aunque en general se piensa que es "inofensivo", cuando se prolonga en el tiempo, el insomnio se convierte en una enfermedad capaz de afectar seriamente la salud. Por eso, los especialistas en medicina del sueño insisten en la importancia de no acostumbrarse a vivir con este trastorno e iniciar un tratamiento específico para revertirlo.

Tener dificultad para conciliar y mantener el sueño o despertarse espontáneamente muy temprano a la mañana y quedar agotado durante el resto del día, son distintas formas en que se puede manifestar el insomnio. Algunos consideran que es sólo una molestia pasajera, pero sin embargo la imposibilidad de dormir bien puede perpetuarse durante años, convirtiéndose en una enfermedad crónica que afecta la salud y la calidad de vida.

"No tenemos estimaciones actuales a nivel local, pero se calcula que un 40% de la población argentina padece insomnio; en Estados Unidos 70 millones de personas sufren trastornos crónicos del sueño o sueño intermitente, siendo las mujeres más propensas a esta afección que los hombres", afirmó en una entrevista con La Prensa la doctora Mirta Ana Averbuch, jefa de la unidad de Medicina del Sueño del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y directora del instituto Somnos.

Lejos de ser un "karma" con el que hay que acostumbrarse a vivir, "el insomnio crónico es una enfermedad severa, que altera la salud, el bienestar y la sociabilidad. Además, está demostrado que el insomne se enferma con más frecuencia que las personas que no tienen insomnio", enfatizó la médica especialista en medicina del sueño.

De hecho, Averbuch precisó que un estudio comparativo entre "buenos dormidores" e insomnes -realizado en 2008- reveló que "el paciente con insomnio tiene 10 veces más probabilidades de desarrollar una depresión y 17 veces más probabilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad".

Por otra parte, el documento señala que el insomnio crónico guarda estrecha relación con ciertas patologías, ya que "es dos a tres veces más frecuente en personas que tienen hipertensión arterial, desórdenes gastro intestinales y dolor crónico".

Al respecto, la experta aclaró que el insomnio no es una consecuencia de este tipo de enfermedades sino que ambos factores se estimulan entre sí.

MECANISMO

"Desde que empieza a caer la noche, cuando empieza a oscurecer, la glándula pineal, ubicada en el cerebro, secreta la hormona melatonina que ingresa al torrente circulatorio, iniciando así el mecanismo del sueño", detalló Averbuch, quien luego agregó: "La melatonina es un cronobiótico que ayuda a que el ritmo circadiano funcione como corresponde".

Pero quienes padecen insomnio crónico suelen perder la capacidad normal y fisiológica de sentir sueño porque sufren una alteración del ritmo circadiano y de la curva homeostática, "que es la que hace que vayamos acumulando sueño a lo largo del día".

Según explicó la especialista, cuando el ritmo circadiano y la curva homeostática coinciden en un determinado momento del día, el organismo siente la necesidad de dormir.

Por lo general, los insomnes atraviesan además por una serie de situaciones que atentan contra la posibilidad de dormir bien: "Empiezan a pensar "¿voy a dormir hoy? o "tengo que dormirme porque mañana tengo tanto que hacer", y todos estos pensamientos en vez de favorecer el sueño, estimulan más a la persona, la despiertan", comentó la jefa de Medicina del Sueño de la Fundación Favaloro, al tiempo que añadió: "También hay una asociación negativa con respecto a la cama porque en cuanto la ve, empieza a pensar que no puede dormir y que va a estar dando vueltas y vueltas en la cama".

Al referirse a las causas desencadenantes del insomnio, Averbuch indicó que tiene que darse alguna de las tres "p": "Hay factores predisponentes, es decir, la persona puede tener cierta predisposición genética hereditaria a padecer insomnio; es común que en la familia del insomne haya algún otro insomne".

"Están también los factores precipitantes, que hacen que aparezca el insomnio, y que se dan en determinado momento de la vida, por una situación estresora, tal como una enfermedad, una internación, una separación, un duelo, un divorcio, una mudanza...", prosiguió la experta.

Y por último, existen factores perpetuantes, "que son los que hacen que el insomnio persista a lo largo del tiempo y que la gente padezca este trastorno durante 10, 15 ó 20 años, aunque el factor que le había dado origen haya desaparecido -ya no está deprimido, no tiene que cuidar a nadie, etc.-; es decir, el insomnio se hace independiente y se transforma en una enfermedad en sí misma".

DEPRESION

Se considera que aquellos que no tienen problema para conciliar el sueño pero se despiertan varias veces durante la noche sufren "insomnio medio". Y este tipo de insomnio puede ser provocado por diversos motivos.

"Hay pacientes que tienen síndrome de las piernas inquietas o piernas sin reposo, una enfermedad que en general pasa desapercibida y que se manifiesta cuando la persona tiene que estar sentada durante mucho tiempo o cuando se acuesta e intenta conciliar el sueño y no puede; a veces son episodios tan severos que el paciente tiene que levantarse, hacer ejercicios, frotarse las piernas o darse un baño", subrayó Averbuch.

Dentro del grupo de personas que padecen insomnio medio también se encuentran quienes se despiertan en la mitad de la noche y no pueden seguir durmiendo. "Este es un síntoma bastante precoz de depresión subclínica, puede ser uno de los primeros síntomas de depresión", aseveró.

En tanto, algunos roncadores padecen "apnea del sueño", una patología que produce un cese momentáneo de la respiración y que contribuye a que las personas vean su sueño interrumpido. "Muchos se levantan varias veces en la mitad de la noche con falta de aire o porque tienen necesidad de hacer pis, esto se debe a la "apnea del sueño"; la persona se asfixia durante la noche sin darse cuenta y se despierta con ganas de ir al baño, porque al cerrarse la garganta se produce una presión en el abdomen que a su vez comprime la vejiga", expresó la directora de Somnos.

ERRORES FRECUENTES

Los malos hábitos del sueño son el principal factor perpetuante del insomnio. En ese sentido, Averbuch dijo que dormir siesta y consumir cafeína (café, mate, bebidas cola) para mantenerse despiertos durante el día son dos de los errores más frecuentes entre los insomnes.

"Tampoco es buena la dependencia a las pastillas para dormir, que se ve en el 80% de los pacientes que nos consultan, porque la pastilla deja de hacer efecto al poco tiempo, pero se crea una dependencia psíquica", apuntó.

Como contrapartida, la médica de la Fundación Favaloro recomendó a quienes sufren insomnio crónico, consultar a un médico para que los derive con un especialista en medicina del sueño. "Primero hay que hacer un diagnóstico en el que se identifica por qué esa persona está durmiendo mal; para eso utilizamos una serie de tests y estudios específicos", remarcó.

Para finalizar, Averbuch hizo hincapié en que el tratamiento del insomnio no debe limitarse al recurso farmacológico sino que "es imprescindible que esté acompañado de lo que llamamos tratamiento cognitivo conductual, que consiste en reeducar el sueño de estos pacientes que han perdido los hábitos fisiológicos del buen dormir. "De esta forma los pacientes vuelven a sentir la necesidad del sueño y rompemos el circuito de auto perpetuación del insomnio", concluyó.