Gripe A (H1N1): a un paso de la pandemia

En pocos días el creciente número de personas afectadas por la gripe porcina en más de diez países, entre ellos México, Estados Unidos, Canadá y España, instaló un alerta a nivel mundial ante la posibilidad de que esta enfermedad, ahora denominada por la Organización Mundial de la Salud "Gripe A (H1N1)", se convierta en una pandemia. Mientras se aúnan esfuerzos para mitigar las posibles consecuencias de la propagación del virus, dos expertos argentinos explicaron cuál es la situación en el país y qué recomendaciones debemos tener en cuenta.

Elevación de la vigilancia, detección y tratamiento precoces, y control de la infección en todos los centros de salud son en este momento las armas más eficaces contra la gripe A (H1N1). Así lo afirmó la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctora Margaret Chan, quien reconoció que aún se desconoce la magnitud que puede adquirir la pandemia por esta enfermedad, conocida inicialmente como influenza porcina o gripe porcina.

Según informó la entidad sanitaria mundial, se trata de "una infección respiratoria aguda y muy contagiosa de los cerdos, causada por alguno de los varios virus gripales de tipo A de esa especie". 

Entre los virus de la gripe porcina, se encuentran -en su mayoría- los del subtipo (H1N1), pero también circulan entre los cerdos otros subtipos, como los H1N2, H3N1 y H3N2. "Además, estos animales pueden verse infectados asimismo por virus de la gripe aviar y por los virus gripales estacionales que afectan al hombre", indica la OMS.

 "A veces los cerdos se ven infectados simultáneamente por más de un tipo de virus, lo que permite a éstos intercambiar genes. El resultado puede ser un virus gripal con genes de diversa procedencia, lo que se llama un virus reagrupado", agrega la institución sanitaria. Esta última circunstancia es la que habría permitido que el virus de la gripe porcina (A (H1N1)) haya "saltado" la barrera interespecie y provoque la enfermedad en el hombre.

Ahora el virus de la gripe A (H1N1) se puede transmitir de persona a persona. Se sabe que los síntomas clínicos son similares a los de la gripe estacional, aunque según advierte la OMS, "las manifestaciones clínicas son muy variables, desde una infección asintomática hasta una neumonía grave que mata al paciente". 

Debido a que se trata de un virus nuevo, todavía no existen vacunas para prevenirlo. La observación de los casos que se registraron hasta el momento ha otorgado información sobre las consecuencias que esta afección puede tener en las personas.

Por otra parte, si bien la gripe A (H1N1) tuvo su origen en porcinos, "no hay datos que demuestren que pueda transmitirse al hombre a través de la carne de cerdo u otros productos derivados de éste que se hayan manejado y preparado adecuadamente", declara la entidad. "El virus de la gripe porcina -añade- se destruye a temperaturas de 70 ºC". 

En cuanto a las opciones de tratamiento disponibles, la OMS manifiesta: "Los médicos han de tomar sus decisiones al respecto considerando las manifestaciones clínicas y la epidemiología de la enfermedad, así como las ventajas y los inconvenientes de la profilaxis y el tratamiento para el paciente.

Ante el brote que se ha declarado en los Estados Unidos y en México, las autoridades nacionales y locales están recomendando utilizar oseltamivir o zanamivir como tratamiento y prevención de la enfermedad en función del perfil de sensibilidad del virus".

EN LA ARGENTINA
Para conocer cuál es la situación actual en el país y cómo puede afectar a los argentinos la gripe A (H1N1), La Prensa entrevistó al doctor Alfredo Seijo, médico especialista en infectología del Hospital Muñiz.

-¿A qué nivel de riesgo está expuesta la Argentina frente a la epidemia de gripe (H1N1)?

-El riesgo real es alto. La OMS acaba de declarar la fase cinco, para un máximo de seis. Esto está diciendo que hay un riesgo de pandemia, lo cual significa que la transmisión persona a persona se sostiene y abarca varios países de por lo menos dos continentes.

-¿Qué características ha adquirido el virus al llegar a esta instancia?

-La transmisión del virus se hace en forma muy eficiente y muy sostenida. Es eficiente porque indica que de persona a persona la circulación es rápida y se producen muchos casos secundarios. Esto está indicando que es muy probable que el virus pueda entrar al país y que la rapidez de distribución sea muy alta.

-¿Qué deben hacer los ciudadanos y el Estado?

-En este momento no tenemos casos con transmisión propia en el país. Hay casos sospechosos que están siendo evaluados y controlados, pero no tenemos todavía la certeza de que esos pacientes sean portadores del virus. Estamos en una fase de alerta pero todavía no tenemos circulación del virus en la Argentina.

Por ahora no hay que hacer nada, hay que estar atentos y, en caso de que se produzca la transmisión local, hay que reducir al máximo el aglomeramiento de personas -esto tiene que ser tanto una decisión política como de los ciudadanos-; tratar de utilizar barbijos cuando se va a determinados lugares; lavarse las manos con agua y jabón; en los empleos hay que tratar de descontaminar al máximo -con alcohol- aquellas cosas que se sabe que son peligrosas, como los teléfonos, teclados de computadoras, picaportes. Estas son las medidas que hay que tomar en caso de que se confirme algún caso en nuestro país.

-¿Existe alguna manera de exterminar el virus, por ejemplo, mediante fumigación?

-No.

- ¿Qué condiciones se tienen que cumplir para el contagio?

- Se necesita una persona portadora del virus y otra persona susceptible -o sea que el virus la pueda enfermar-. La persona infectada con el virus lo elimina por gotitas microscópicas de saliva, que se eliminan normalmente cuando uno habla y mucho más al estornudar o toser. Esas gotas pueden impactar directamente en otra persona -si es que no tiene barbijo, por ejemplo- o contaminar las manos o algo que va a ser después usado por la otra persona y de esa manera se establece la cadena epidemiológica.

-¿Compartir la vajilla es peligroso?

- El lavado inactiva al virus. Además, con el calor se destruye fácilmente. Por eso consumir carne de cerdo no tiene nada que ver en esto. Es un virus que toma una parte del código genético que está en el porcino pero ahora es un virus de influenza humana que está circulando entre nosotros.

-¿Cuál es el plazo para comenzar el tratamiento contra el virus a partir de la aparición de los primeros síntomas?

-Tiene que iniciarse dentro de las 48 horas, sino es inútil darlo porque no tiene efectividad. La indicación del antiviral es para aquellas personas que tengan fiebre, síntomas respiratorios y que además hayan estado en un país con transmisión -como es el caso de México- dentro de los diez días, que es el período máximo de incubación que se ha establecido.

-Se declaró que el Ministerio de Salud compró gran cantidad de dosis del medicamento antiviral. ¿Habrá suficiente medicación en caso de pandemia?

-Hay un problema: los laboratorios productores tienen una producción limitada y en general la demanda de los países es muy grande. Entonces, lo que se ha comprado en la Argentina va a tener que ser dado con indicación médica muy estricta.

-¿Qué proyección hacen usted y sus colegas respecto a la evolución que tendrá este virus?

-Históricamente, cada vez que mutó un virus de este tipo, se produjo una pandemia. En algunos casos quedó limitada. No se puede decir si ésta quedará limitada, pero los antecedentes históricos indican que probabilidades de que haya una pandemia son altas.

-¿En el hospital Muñiz ya se recibieron consultas por este tema?

- Sí, han aumentado en los últimos días. No hay que olvidarse que esto recién lleva una semana. Y hay un consultorio preparado sólo para este tema.

-¿El alerta de pandemia de gripe A (H1N1) ha distraído la atención de los argentinos en relación al dengue?

-Esto tapa una realidad, que es la epidemia de dengue que estamos teniendo, con casos en el conurbano y algunos incluso en la Capital Federal. El dengue sigue vivito y coleando.