Consejos para ahorrar en tiempos de crisis

El agobio por no llegar a fin de mes o la frustración que causa no poder comprar algo nuevo hizo que la clase media agudice el ingenio en pos de satisfacer sus necesidades. Cómo recortar gastos y disfrutar del ocio a conciencia.


Llegó la crisis a la Argentina y esta vez hasta el Gobierno lo asumió, así que el asunto va en serio. Si bien se presenta un año complicado, los argentinos tienen la posibilidad de empezar a bajar los gastos antes de que se acerque el tan temido segundo semestre del año, época en la que, según los especialistas, la administración "K" se quedaría sin plata, por lo cual se adelantaron las elecciones.

Pero hagamos a un lado la política y volvamos a la crisis económica, es igual de deprimente el tema pero por lo menos en este ítem los argentinos pueden cuidar su bolsillo. La idea es surfear la malaria colectiva con algunos consejos simples y prácticos de economía doméstica sin dejar de lado el buen vivir. Recortando gastos que nos permitan mantener el estatus, y así disfrutar del ocio a conciencia.

LOS SERVICIOS

Empecemos por el principio. Los primeros días del mes nos invaden las facturas de gas, luz, medicina prepaga, colegios y demáses. Ahora que llega el frío, es conveniente aislar correctamente las ventanas para evitar que el calor de la calefacción se escape y evitar un derroche que puede significar hasta el 30% de la factura energética.

En cuanto a los equipos de audio, televisión, DVD o la computadora, usar el control remoto o dejar los aparatos en "stand by" es una costumbre que está saliendo muy cara. Si en 1980 nadie tenía inconveniente en pararse y apagar el televisor, hay que intentar hacer lo mismo ahora: estos aparatos en stand by -cuando queda una lucecita encendida- consumen el 10% de la energía de toda la casa. Inclusive acostúmbrese a desenchufar los electrodomésticos porque la energía sigue fluyendo.

Para achicar costos con el teléfono de línea, intente hacer las llamadas antes de las 10 de la mañana y luego de las 21 que la tarifa cuesta menos, si no tendrá que pagar el recargo por llamar en hora pico. Pero con los celulares el tema varía porque usted no va a estar mandando mensajes de texto a su jefe, pero su hijo seguro que tiene el pulgar más desarrollado que el habla así que contrate un servicio que tenga más SMS gratuitos que llamadas para él y haga a la inversa con el abono de su celular o páselo a tarjeta.

La factura del cable y de internet es quizá la que puede sufrir un mayor recorte. Hay operadores que ofrecen "combos" más baratos si se contratan ambos servicios y otros que cobran fortunas por 3 megas de internet: la opción es bajar la velocidad a 1.5 megas y no contratar los servicios premium del cable o de la televisión satelital.
Otra forma de reducir gastos -quizá la más elegida entre la clase media y alta- es la de bajar el plan de la Medicina Prepaga: el ahorro llega a los 180 pesos por plan. Si su grupo familiar está compuesto por cuatro personas cuenta con un plus de 720 pesos y continúa teniendo una atención médica envidiable, aunque ésta no incluya la cirugía estética del año. Si llega a tener alguna queja, dígale a su mujer que está divina y que con un "retoque" más corre el riesgo de que sus hijos no la reconozcan.

LOS CHICOS

El fin de las vacaciones vaticina una ola de actividades extracurriculares para sus hijos y un adelgazamiento compulsivo para su bolsillo. La única forma de bajar esos gastos extra es elegir en qué área sus hijos necesitan más desarrollo.

Si asiste a clases particulares para reforzar alguna materia, redúzcalas a una vez por semana y aproveche el fin de semana para estudiar con él. En cuanto al deporte, no hace falta que vaya a tenis y fútbol, opte por una de las dos: recuerde que en el colegio tiene educación física y entrenamiento.

La doble escolaridad trae en consecuencia el almuerzo de los niños, si elegía enviarlo al comedor del colegio ahora prepárele una buena vianda que cubra sus necesidades alimenticias.

Pero a veces son los colegios los que ponen las trabas y en este caso los privados se llevan los laureles con la fascinación obsesiva que tienen por los psicopedagogos. Y así, un buen día, se reúne con la profesora que lo deriva hacia un médico especialista -generalmente forman parte del gabinete psicopedagógico del colegio- porque su hijo se peleó en el recreo o dibujó un árbol con tronco azul y hojas coloradas. Y el psicopedagogo cuesta y mucho.

La mejor forma de cortar con esta moda es consultar con un psicopedagogo de su cartilla de medicina prepaga por la que está pagando fortunas.

Otra forma de ahorrar es aprovechar el descuento familiar que hacen en algunos colegios y universidades. Si sus hijos asisten a la misma institución generalmente tienen un descuento que va entre 10 y el 30% por ciento en el monto final.

¿SALIDAS?: ¡NO VA MAS!

Y ahora viene quizá la parte más triste de todo porque usted, que se mata trabajando, es obvio que va a tener ganas de salir, de ir al cine, comer afuera, invitar a salir a alguien y un montón de cosas más que va a tener que hacer menos seguido, mucho menos.

Pero eso no significa que deje de hacerlo, sólo tiene que hacer un uso inteligente de sus recursos. Si sale a comer afuera el presupuesto mínimo para dos personas es de 120 pesos, con bebida y postre incluido. Ante esto tiene dos opciones: o aprovecha los descuentos de las tarjetas de crédito y opta por un restaurante con promociones, o cocina en casa, amortiza esas horas viendo a Narda Lepes, y sorprende a sus comensales con un buen plato gourmet.

En cuanto al delivery, si no puede evitarlo, haga el pedido por teléfono pero la pizza la va a buscar usted, con lo que se ahorra el 10% de propina y de paso hace ejercicio.

Y en este punto vamos a detenernos. Los especialistas dicen que caminar durante media hora por día trae beneficios cardíacos, mejora la circulación sanguínea y prodiga una evidente mejora física, entonces, ¿qué mejor manera de ahorrar en transporte si hace uso de esas dos piernas con la que Dios lo dotó...?

Se olvida del gimnasio y ahorra en colectivo, porque es obvio que el auto sólo va a usarlo los fines de semana por el combustible, el estacionamiento y el tránsito caótico de la Ciudad. Así puede optar por bajarse antes del cambio de sección -que es cuando aumenta el colectivo- o si no, bajarse una parada antes del subte. No es un chiste, si lo hace, ahorra un poco más de 20 pesos al mes y se salva de estar rastreando las monedas por los bancos de Buenos Aires.

Pero sigamos con las salidas. El cine queda descartado porque para algo se compró un equipo de DVD y si se muere por ver una película, hágalo los miércoles que hay descuentos.

La escapada de Semana Santa es otro lujo a recortar aunque hay opciones sólo para aventureros: puede ir a una agencia sin destino fijo y con la disposición de salir el mismo día o aprovechar las ofertas en la web.

La idea es ahorrar, no pasarla mal. Y si bien al principio puede costar poner en práctica alguno de estos consejos, a fin de mes su bolsillo se lo va a agradecer.