En un giro drástica en el comercio exterior, Lula impuso restricciones no arancelarias al 60% de las importaciones

Brasil retorna al proteccionismo

Las manufacturas provenientes de la Argentina no serán exceptuadas. El gobierno dispuso también un recorte del gasto público de 16 mil millones de dólares. Cunde el pesimismo en San Pablo.

San Pablo - El gobierno brasileño congelará 16.000 millones de dólares del presupuesto 2009 hasta "cuantificar" los efectos en las finanzas públicas de la crisis internacional, que sigue reflejándose en el país en diversos datos, como por ejemplo la imposición de restricciones no arancelarias al 60 por ciento de las importaciones (en lo que va de 2009, la balanza comercial mostró un déficit inédito de 600 millones de dólares) y los pesimistas resultados de una encuesta según la cual la confianza de los industriales cayó en enero 14,4 puntos con respecto al mismo mes de 2008, hundiéndose así a su nivel más bajo desde 1999.

El Ejecutivo comenzó a aplicar licencias previas de importación para 17 sectores que representan más del 60 por ciento de las compras al exterior (hasta ahora, las barreras afectaban solamente al 10 por ciento).

"Este sistema es similar al usado en tiempos de menor apertura comercial, en las décadas del 70 y 80"", graficó el periódico Folha de Sao Paulo, que precisó que la entrada de un producto desde el extranjero podría demorar unos 60 días, dado que el importador deberá explicar "minuciosamente" la característica de la mercadería adquirida antes de que sea liberada por la aduana.

La medida, tachada de proteccionista por los analistas, "busca mejorar las estadísticas del comercio, no es un retroceso ni una intervención", respondió el ministro de Desarrollo y Comercio Exterior, Miguel Jorge.

Su argumento no logró convencer a uno de los directores de la Federación de Industrias de San Pablo, Roberto Gianneti da Fonseca, quien calificó la decisión oficial de "precipitada y tomada con susto".

En términos semejantes se manifestó la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, que advirtió que el decreto "constituye una contradicción de la administración Lula frente a la comunidad mundial, puesto que durante la cumbre del G-20 reclamó la disminución de las barreras comerciales para combatir al efecto jazz".

Los sectores que deberán cumplir con dicha licencia son la industria del trigo, plásticos, hierro y acero, hierro fundido, cobre y aluminio, bienes de capital, máquinas y aparatos eléctricos, textiles, autopartes, automóviles, instrumentos quirúrgicos y de óptica. Las importaciones provenientes de la Argentina no serán exceptuadas.

Cabe consignar que en las cuatro primeras semanas de enero las compras al exterior superaron en 645 millones de dólares a las exportaciones, un desequilibrio que no ocurría mensualmente desde 2000.

EN EL FREEZER

"Vamos a verificar cómo marcha la economía en el trimestre inicial -adelantó el titular de la cartera de Planificación, Paulo Bernardo-. El dinero bloqueado corresponde al 33 por ciento de gastos regulares y algunas inversiones de segunda prioridad".

En ese sentido, aseveró que no sufrirán recortes el Programa de Aceleración del Crecimiento (mega obras públicas previstas hasta 2010), los planes sociales para los más pobres, y los proyectos de ciencia y tecnología. Pero admitió que los ministerios de Educación y de Salud padecerán el ajuste anunciado.

CONFIANZA POR EL PISO

La Confederación Nacional de Industria reveló que el índice de confianza entre sus socios fue de 47,4 puntos, perforando por primera vez la línea de los 50 puntos desde octubre de 2002.

El sondeo develó que el derrumbe más notorio se observa en las compañías de mayor tamaño, mientras que las Pymes se mantienen en un promedio de 49,5. "La falta de confianza repercutirá negativamente en el volumen de inversión y la demanda de materias primas, a la vez que contribuirá a la tendencia de desaceleración del PBI", concluyó el estudio.(ANSA, EFE y AP)