Garré dice que Argentina recuperó una capacidad tecnológica perdida hace 20 años

La ministra de Defensa presenció la última fase del corte del casco del submarino "San Juan", para su reparación de media vida, en el astillero Almirante Storni.

La ministra de Defensa, Nilda Garré, destacó que la Argentina recuperó "una capacidad tecnológica perdida hace más de 20 años", al presenciar hoy la última fase del corte del casco del submarino "San Juan", para su reparación de media vida, en el astillero Almirante Storni.

"Estamos recuperando capacidades tecnológicas como el corte del submarino para su reparación de media vida", que implicará 20 años más de vida útil para el "San Juan", explicó la ministra a la prensa durante la separación en dos partes del casco de casi 66 metros de eslora a la altura de la cuaderna 17,5.

El astillero Storni (ex Domecq García), de primera línea en el mundo en su tipo y el único de submarinos en el país, había sido cerrado a mediados de los "90 durante la presidencia de Carlos Menem y fue reabierto en 2003-2004 por el entonces presidente Néstor Kirchner.

Garré relató que Kirchner tomó esa decisión cuando "este astillero estaba totalmente cerrado, desguazado, con sus equipos y máquinas más importantes vendidos como chatarra".

"Le preguntó a la Armada si se animaba a ponerlo nuevamente en funcionamiento, la fuerza respondió bien al desafío y, como ven, está funcionando al extremo de que hoy estamos haciendo el corte del submarino para su reparación de media vida", expresó.

El submarino "Salta" había sido el último que completó en 1995 la media vida en el país, antes del cierre del astillero, mientras que el "Santa Cruz", gemelo del "San Juan", debió hacerla entre 1999 y 2001 en Brasil.

"El costo de la reparación del "San Juan" fue estimado en alrededor de 70 millones de pesos, mientras que un submarino nuevo de estas características costaría unos 500 millones de dólares", indicó Garré.

El submarino del tipo TR 1700 arribó a la Dársena Sur del puerto de Buenos Aires en agosto de 2008, después de más de 20 años de servicio, para obtener con la actual reparación integral, que llevará alrededor de dos años, otras dos décadas de vida útil.

Fue puesto en tierra mediante el dispositivo de elevación (Syncrolift) del astillero Tandanor, que junto al vecino Almirante Storni conforma el CINAR, un polo naval de gran potencial, propiedad del Estado, situado al sur de la Costanera porteña.

"El Almirante Storni y Tandanor se complementan, porque sus capacidades son distintas y nos permiten ofrecer un aporte muy importante a un proyecto de desarrollo industrial en la Argentina que dará trabajo, con tecnología de punta y va a generar divisas", resumió la ministra de Defensa.

Anticipó además que se harán "algunas inversiones más dentro de este complejo" con capacidad para la reparación y fabricación de buques de la Armada, del sector privado nacional y por encargo de otros países de la región.

En este orden, puntualizó que "ya hay conversaciones adelantadas con industriales brasileños para hacer otro tipo de barcos", entre ellos buques de gran porte, dragas y naves de apoyo a plataformas petroleras.

"Aspiramos incluso a integrar las industrias navales de la región a los efectos de tener un desarrollo más autónomo y además, por supuesto, más barato", concluyó.